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Always Sometimes Monsters

Análisis de Always Sometimes Monsters

Vagabond Dog nos hace unas preguntas muy difíciles en un juego de rol muy íntimo.

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Posiblemente, lo más interesante de Always Sometimes Monsters sea su voz. Este es un juego sobre las elecciones que se ubican en esa extensión de terreno que existe entre el bien y el mal, pero el juego nunca es cruel y no os juzga ni a ti ni a las decisiones que tomas. Vagabond Games ha creado un juego de rol que te hace preguntas difíciles para luego enmarcar las consecuencias de tus respuestas en un entorno que te hace pensar.

Always Sometimes Monsters es un juego de rol de vista cenital con entornos urbanos que se pueden explorar libremente, en el que la progresión en la historia viene determinada por árboles de diálogos en vez de por los tradicionales combates por turnos. Es tan interesante como divertido, aunque el ritmo de la historia no siempre es agradecido y hay algunas partes un tanto lentas y frustrantes. Se podría haber contado la misma historia en la mitad de tiempo. Las partidas están plagadas de minijuegos que estropean el ritmo y el ambiente; aunque es justo decir que son cortes intencionados. Al igual que Cart Life, ASM quiere que comprendas la importancia de las labores insignificantes. Hay muy pocos desafíos en el juego, más allá de poner a prueba tu resistencia.

Quienes superen esa prueba, los que se involucren emocionalmente con los personajes jugables y no jugables que conocerán a lo largo de la aventura, vivirán una historia única y llena de emociones. Dicha historia nos presenta a un escritor con problemas que emprenderá un viaje por toda América para encontrar y enfrentarse a su amor perdido. No es una historia original dentro del mundo de la ficción, pero en términos de videojuegos no se parece a nada que hayamos jugado antes. La identidad amable de ASM es el pegamento que lo mantiene todo unido y el motivo por el que, tras apagar el monitor y cerrar la oficina, seguimos pensando en la historia que estábamos experimentando y en los personajes que nos encontramos por el camino.

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Los gráficos son propios de un juego creado con RPG Maker, pero los escenarios que acogen la acción son únicos y están dibujados con mucha personalidad propia. Los movimientos son lentos e ir del punto A al punto B puede llevarnos un rato, del mismo modo que perderemos mucho tiempo deambulando entre objetivos. Los minijuegos que debemos afrontar se dividen entre los que son un poco frustrantes y los que son muy aburridos. A veces hay errores de programación o frases que no tienen sentido. Para poder disfrutar de lo bueno, hay que hacer la vista gorda a unos cuantos problemas. Pero merece la pena hacerlo, ya que al final, Always Sometimes Monsters nos cuenta una historia extraña pero cautivadora que nos inspiró para seguir adelante en los momentos más lentos.

Todo empieza en una fiesta. Puedes elegir a tu personaje y el objeto de su amor. Vagabond nos ofrece un entorno envolvente para jugar y las elecciones que tomemos tendrán un impacto notable en la propia experiencia. Empezamos jugando con una mujer, pero grabamos sin querer por encima de nuestra partida y tuvimos que volver a empezar. Esta vez escogimos a un hombre blanco con perilla, y la experiencia resultó ser notablemente diferente.

En la fiesta conocemos a un editor que firma un contrato con nuestro personaje, un escritor en ciernes, para publicarle un libro. Brindáis por el éxito y el futuro. Pero un año después, el acuerdo para el libro está en peligro, el editor está a punto de marcharse, tu compañera hace ya tiempo que se ha ido, debes el alquiler y estás a punto de verte en la calle. Aún por encima, tu ex se va a casar y tienes una invitación en el buzón.

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Después de que tu casero te eche e la calle, inicias un viaje por todo el país. Por el camino conocerás a una miríada de personajes extraños, todos ellos con problemas de moralidad muy ambigua. ASM no siempre es sutil, de hecho suele ser muy predecible; pero presenta ideas nuevas y merece ser alabado por ello. Otra cosa digna de alabanza es la banda sonora, que es brillante a un nivel comparable al de Hotline Miami (un juego que, curiosamente, aparece referenciado en este).

No vamos a profundizar mucho en los escenarios que encontraréis durante la aventura, ya que eso sería destriparos demasiado. Baste con decir que el juego os presenta diversas situaciones diferentes. Muchas veces tendréis que elegir entre el menor de dos males. En otras ocasiones, tendrás que elegir entre el bien personal o las necesidades de los demás. Todas las decisiones las tendrás que tomar en base a diferentes factores económicos y sociales.

El principal factor económico es el dinero que tienes en tu bolsillo y la comida que tienes en el estómago. ASM es un juego que te mantiene siempre con apetito, ya sea por las ganas de avanzar en la lenta, lenta historia o porque tu estómago no deja de rugir. Hay una barra de energía que debes rellenar con comida y bebida, aunque está siempre bajo mínimos. Vagabond Dog quiere mantenerte al límite en todo momento, que no sepas cuándo tendrás tu próxima comida. Esto, en ocasiones, puede resultar frustrante; por ejemplo, cuando te acabas de comer tres sándwiches y te dicen que comas algo antes de dormir si quieres volver a despertarte. Una vez nos morimos mientras dormíamos, aunque aprendimos la lección y desde ese momento hemos buscado dinero para poder cenar todas las noches y así no volver a morir mientras dormimos.

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Las distintas ramas de la narrativa están tan bien hiladas que podrás disfrutar de diversas perspectivas durante tu viaje. Encontramos temas de fe e inmoralidad, desafiar la adicción y la corrupción, experimentar el sexismo y el racismo, chocar con personajes cuyas motivaciones son radicalmente distintas a las tuyas. Habrá flasbacks para revelarnos la historia del personaje, para que entendamos mejor las relaciones más importantes de su vida. No hay un camino moral claro y, a menudo, las decisiones más inocuas tendrán consecuencias importantes. Si arañamos bajo la superficie y hablamos con los personajes no jugables contaremos con una mayor profundidad que Vagabond Dog aprovechará para pintar su obra con colores más vivos.

Os pasaréis todo el juego durmiendo en las calles o acampando en sofás de amigos y familiares. ASM ofrece una visión de la vida desde un prisma diferente, en el que los personajes no jugables te dirán que te alejes de ellos, en el que los personajes intentarán tentarte hacia su camino mediante elecciones de moralidad dudosa, en las que tus acciones tendrán consecuencias pero no necesariamente para ti, sino que pueden afectar a tus conocidos. El cambio de perspectiva del juego y la voz única que posee permiten a Vagabond Dog ofrecer una imagen única, hacer preguntas a su público que quizás no se hayan hecho nunca antes en este medio.

Por tanto, ASM es éxito total. Sigue los pasos de juegos de temática similar al centrarse en la propia condición humana, pero lo hace de un modo que es más accesible que el de otros juegos (como, por ejemplo, Cart Life). Eso no quiere decir que no tenga problemas, ya que el ritmo no está bien ajustado. Pero hará falta algo más que un viaje demasiado largo por las calles del mundo que ha creado Vagabond Dog para cambiar nuestras impresiones con este juego. Always Sometimes Monsters es un título muy interesante. Si quieres experimentar un juego que te dispara preguntas en vez de balas, entonces no dudes en darle una oportunidad.

Always Sometimes Monsters
08 Gamereactor España
8 / 10
+
Historia muy intensa e íntima. Personajes interesantes. Ambientación única. Banda sonora brillante.
-
Algunos problemas de ritmo.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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