Análisis de Transformers: The Dark Spark

Afrontamos Transformers: Rise of the Dark Spark con una mezcla de emoción e inquietud. Emoción porque nos encanta la franquicia (la serie clásica está siendo recuperada para disfrute de una nueva generación de niños). Inquietud porque High Moon, el estudio que devolvió la franquicia a todo su esplendor (al menos en el ámbito de los videojuego), le ha dejado el desarrollo a otro equipo, Edge of Reality.

Ese choque de emociones es, en gran medida, un fiel reflejo de la experiencia Transformers que se nos ofrece en este juego. Es un juego sólido pero poco espectacular, con poco contenido y nula complejidad, pero que aunque no pase a la historia en casi nada se deja jugar.

La campaña se desarrolla a lo largo de 14 misiones, pero es bastante directa. Controlas a personajes de ambos bandos (Autobots y Decepticons), que dividen una narrativa que cae en el olvido antes de llegar a los créditos. La historia gira en torno a la chispa oscura del título y está protagonizada por Optimus, Megatron y una retahíla de caras robóticas muy conocidas de la franquicia.

Los distintos robots que te encuentras en tu camino agradecerían un poco más de variedad. Como cabría esperar en la franquicia, puedes alternar entre tu forma de robot y tu forma de vehículo con solo pulsar un botón. Cambiar entre formas altera las opciones de movimiento y de armamento. Te puedes mover más rápido cuando vas sobre cuatro ruedas (o lo que sea, ya que algunos robots pueden volar), pero El movimiento vertical es mejor cuando estás sobre dos piernas. Ambas formas tienen sus propias armas y la munición va por separado, así que si el robot se queda sin munición en las armas principal y secundaria, siempre podrá cambiar a la forma de coche y seguir disparando (queremos destacar que hay algunas armas geniales). También hay un movimiento de esquiva que te permite alejarte de los ataques cuando vas sobre dos piernas, mientras que al transformarte tendrás el impulso de velocidad que necesitarás para huir.

No hay un robot nuevo por nivel, pero pese a todo se controla a un buen número de personajes durante el modo campaña. Los niveles son bastante directos y no ganarán ningún premio por originalidad, precisamente. Habrá pirateos (como las calaveras de Halo) que podrán modificar ligeramente la experiencia al alterar la cantidad de salud o munición que dejan los enemigos. Pero más allá de eso, el resto sigue las directrices normales de un shooter en tercera persona, con interruptores por accionar y oleadas de enemigos por eliminar. Es un juego sólido, pero espectacularmente nada espectacular. Hay momentos en los que detestarás los inexplicables picos de dificultad y la extraña ubicación de los puntos de control.

Las cosas se ponen un poco más interesantes cuando inicias el modo multijugador online, Escalation. Durante el modo para un jugador, se desbloquean cajas de equipo que se podrán abrir posteriormente para conseguir personajes, armas y mejoras desbloqueables. En el modo multijugador podrás elegir tu bando (un Autobot, un Decepticon) y determinar sus armas principal y secundaria, así como sus habilidades y mejoras. Luego, una vez seleccionados, los personajes participarán en enfrentamientos básicos cooperativos, muchos de los cuales ya hemos visto antes en otros juegos.

Una vez más, se nos ofrecen cosas muy básicas y manidas. Más de quince oleadas de enemigos cada vez más difíciles, ante las que los jugadores tendrán que trabajar en equipo si quieren sobrevivir. Hay un amplio abanico de robots a los que controlar, algo que sin duda los aficionados agradecerán, pero apenas se diferenciarán entre sí en un par de habilidades. Algunos pueden dejar armas para los amigos, otros golpear el suelo y otros dejar minas. Estas habilidades especiales básicas, al mezclarlas con diferentes armas y mejoras, son el único modo de añadir un poco de personalidad en este modo de juego.

A nivel visual, son muy pocos los elementos dignos de elogio. Una vez se han cargado las texturas (que pueden tardar un rato), los distintos entornos (tanto de la Tierra como de Cybertron) son bastante sólidos, aunque no hay nada que no hubiese podido hacerse con una consola de la anterior generación (hemos probado la versión para PS4). Las escenas de vídeo son bastante dignas, pero ni siquiera ellas ofrecen una calidad gráfica elevada. Nadie debería comprar este juego pensando que va a exprimir al máximo su consola de nueva generación, porque eso no va a pasar. El sonido es un poco mejor, con un gran doblaje para Optimus y compañía y una banda sonora que también es digna de mención al sobresalir ligeramente por encima de la media.

Como sin duda habréis notado, no hay muchas cosas por las que ilusionarse en este juego. La campaña se acaba enseguida y sigue las directrices de varios shooters anteriores, sea para bien o para mal. Eso implica que tenemos una campaña que cumple todos los requisitos esperados pero que no consigue dejar un sabor de boca especial en ninguno de ellos. Es acción sin sentido y, si buscáis un shooter que podáis completar con el piloto automático puesto, sin duda es este.

La posibilidad de transformar a tu personaje te permite gozar de momentos dinámicos ocasionales, pero por lo general no consigue emocionarnos tanto como debería. Lo que es aún peor, el juego es extremadamente corto. Se puede acabar en un par de sesiones de juego largas. Sí, siempre se puede volver a jugar en dificultades más elevadas o intentar conseguir todos los logros o trofeos, pero solo los amantes de conseguirlo todo disfrutarán haciéndolo. El resto nos quedaremos con una campaña de unas 8-10 horas y un modo online que, en el momento de escribir estas líneas, está muy vacío (por lo que es bastante complicado conseguir meterse en una partida).

En definitiva, es difícil recomendar esta nueva entrega de Transformers porque, por su precio, hay alternativas mucho mejores en todas las plataformas. Si os gusta la franquicia, entonces la propuesta del juego es mucho más interesante, ya que hay muchos guiños a los aficionados, ya sea en los personajes que se controlan en el modo para un jugador o en los robots que se desbloquean en el multijugador. Sin embargo, ni siquiera los aficionados más acérrimos conseguirán ignorar todos los problemas del juego. Y es que Transformers falla en lo más importante: no es tan divertido como debería ser.