Análisis de Tales from Space: Mutant Blobs Attack

A veces es un buen cambio de ritmo ser el cazador y no la presa, algo que ocurre precisamente en Tales from Space: Mutant Blobs Attack. Aquí eres un cazador que se zampa todo lo que puede para abrirse camino a través de niveles 2D de plataformas y puzles.

Cuando entré en la PlayStation Store justo después de comprar mi PS Vita, Tales from Space: Mutant Blobs Attack fue uno de los primeros títulos que me llamaron la atención. Siempre me lo he pasado en grande con los plataformas que tienen mucho de física, y además este juego me recordó a uno de mis favoritos de la PSP: Loco Roco.

El juego parte del molde típico de un 'puzzle platformer', pues va introduciendo más mecánicas por el camino. El ritmo suele ser lento y deliberado, pero en ocasiones dependes de tus reflejos para seguir adelante, cuando unos láseres con muy mala espina pretenden reducirte a tu expresión más mínima. Aparecen un montón de técnicas familiares, como el salto contra las paredes, el magnetismo (ya sea para pegarte a objetos o para que te manden en la dirección opuesta) o la propulsión, como ejemplos de las ideas que van surgiendo según avanzas. Hay secciones en las que usas la pantalla táctil, moviendo elementos para resolver puzles o para provocar que tu pegote salga volando por la pantalla. En ocasiones te encontrarás oposición humana en forma de tanques o helicópteros, algo que, naturalmente, también puedes tragarte una vez has crecido lo suficiente.

En total hay unos 25 niveles que llevan de 5 minutos a cuarto de hora si los completas en tu primer intento, Luego quedan los 'blobs' secretos a descubrir en cada pantalla y las medallas y puntuaciones récord para picarte. Suma a todo esto los niveles de bonus titulados "tilt-a-blob", en los que empleas el sensor giroscópico de la PS Vita para moverte por diversos laberintos. Estos niveles son divertidos, si bien es cierto que prefiero que hayan dejado ese tipo de control como un extra y no lo han usado en todo el juego, porque no encaja totalmente con la naturaleza precisa de los niveles principales.

Existe una especie de historia de fondo, pero presté poca atención y no parece que necesites una motivación de ese tipo en un juego como este. Llanamente, esto va del pegote y de su hambre insaciable para devorar todo lo que tiene a tiro.

Algo que me sacó una sonrisa y que consiguió mejorar mi impresión general sobre el juego son sus referencias constantes y su buen sentido del humor. Pueden ser las vallas publicitarias que se cachondean de otros juegos indie y de los 'memes' de Internet, o una situación en la que disparas a tu 'blob' desde una especie de cañón para derribar una torre de bloques que esconde un cerdo verde que debes devorar para progresar (seguro que ya has pillado el guiño). Es muy ganso, algo que seguro encantará a muchos jugadores, como ocurre por ejemplo con los gestos similares que aparecen en la serie Grand Theft Auto.

El resultado sonoro y el estilo artístico también son puntos fuertes. El acabado visual me recuerda a las cosas que puedes encontrar en las series más atrevidas de Cartoon Network, mientras que el ojo inquieto del pegote es realmente expresivo.

Pero hasta el día más soleado tiene alguna nube en algún lugar y el 'blob' más hambriento tiene sus digestiones pesadas. Descubrí que algunos puzles dependen demasiado en toques rápidos en la pantalla táctil, terminando por ser algo inciertos. En una sección en particular, el punto que usabas para girar una rueda podría salirse de la pantalla, imposibilitando el movimiento del pegote y terminando en un suicidio voluntario para intentarlo otra vez. También tuve algunos problemas con el sonido y la música, y tarda un montón en conectar a la PSN para subir tus puntuaciones a las tablas de clasificación online. Finalmente, parecía que el nivel de dificultad estaba poco calibrado: en lugar de ir subiendo hacia el final, parecía que los últimos niveles no presentaban casi ningún desafío, algo que corta el punto. Hay algunos retos más complicados en la segunda mitad del recorrido, pero en general falta un punto de dificultad.

Si pudiera pedir un deseo para una segunda parte o para un posible contenido descargable sería encontrar rutas alternativas en los niveles, por mucho que el juego presente una progresión lineal de puzle a puzle, muy al estilo de Limbo.

Hace un tiempo en la PSP, Tales from Space: Mutant Blobs Attack se habría quedado corto en base al contenido que esperarías de un lanzamiento completo en caja. Como descarga digital de precio intermedio para la PS Vita, su contenido da sensación de valor. Además, agradezco que hayan sido comedidos a la hora de implementar las diversas opciones de control que ofrece esta nueva portátil. Es un genial jueguecillo indie y, esperemos, una buena señal de hacia dónde se dirige la escena digital en la PS Vita. A ver si sacan más niveles y me los bajo en el futuro.