A primera vista, Kid Icarus: Uprising podría parecerte un 'shooter sobre raíles'. Cuando surcas los cielos, volando hacia el enemigo a velocidades increíbles, el juego es un shoot 'em up clásico. Pero en cada misión (y hay muchas) se llega a un punto en el que Pit desciende a la tierra. Desde aquí continúa a pie, y el juego se convierte en una experiencia de disparos y combates cuerpo a cuerpo en tercera persona.
Con los pies en la tierra, Kid Icarus: Uprising enseña sus mayores bazas. Cada nivel está repleto de salas secretas, ocultas tras cortinas flotantes o bloqueadas hasta que te atrevas a jugar en un nivel de dificultad más alto. Hay nueve de estas "intensidades", y las puedes seleccionar con un curioso deslizador antes de cada nivel. La intensidad determina, entre otras cosas, los corazones que podrás recolectar durante el nivel o las zonas a las que podrás acceder. Naturalmente, la curiosidad te pedirá que intentes abrir esas puertas, más cuando sepas que a menudo esconden armas nuevas y raras.
El sistema de armamento por sí solo es una enorme motivación para seguir jugando más y más. Sólo Nintendo sabe exactamente cuántas armas puedes usar en este juego: durante los primeros minutos ya identificamos una docena de ejemplares diferentes. Luego, las armas se dividen en diversas categorías según sus propiedades. Puedes luchar con arcos, mazas, espadas, armas de fuego y guantes o garras mágicas. Algunas armas son más poderosas en el cuerpo a cuerpo, mientras que otras destacan en la distancia. Si te picas, también entran en juego otras características como la protección total, la estabilidad, la puntería... se trata de un sistema enorme y equilibrado, que permite una gran libertad y personalización a nivel de jugabilidad.
Y no acaba ahí. Lo mejor es que las armas se pueden ensamblar para crear nuevas armas. Esta tarea se realiza a través de una rejilla sencilla donde se puede ver de inmediato lo que saldrá a partir de las piezas disponibles. Es un mini-juego de extraordinaria profundidad: los resultados de cada combinación se pueden utilizar una segunda, tercera y cuarta vez para crear combinaciones adicionales. Nunca termina. Sientes la presión: tienes que crear nuevas armas, probar suerte. Puedes pasar horas y horas con esta 'tontería', y acabamos de empezar...
Por supuesto, también puedes adquirirlas invirtiendo esos corazones multipropósito que recoges durante tu aventura. Es difícil evaluar si es mejor ahorrar o gastar. Después del primer nivel, habíamos recogido 1.168 corazones. El arma más barata a la venta costaba 600 corazones, pero es que la más cara llegaba a los 30.000. ¡Vaya tentación!
Por si no fuera suficiente vicio, hay otro minijuego distinto, este para administrar y asignar los poderes recogidos o desbloqueados durante el juego para potenciar a Pit. Es otra rejilla, pero esta de seis por seis, parecida a un panel de Tetris. Puedes (y debes) llenarla lo máximo posible con los diferentes bloques que representan a los efectos adicionales. También hay configuraciones preestablecidas, en caso de que no quieras perder demasiado tiempo 'hurgando' en el puzle para dar con buenas combinaciones. Más allá de la aventura y las misiones, el juego es tan rico en contenido que casi te deja sin respiración.
Y luego, cuando realmente te pones a jugar, te verás recompensado con un espectáculo gráfico muy fluido, que no se corta cuando activas el impresionante efecto 3D. Sin embargo, la cámara puede jugarte alguna mala pasada cuando estás intentando apuntar a ciertos enemigos en las zonas a pie. ¿Los enemigos? Pues otra exageración en variedad y originalidad, otra obra de arte. Son buena muestra de las estrafalarias ideas exploradas por los artistas (en diseño) y los desarrolladores (en mecánica). Mientras corres y combates, además del efecto 3D te encandilará una música hipnótica, con notables composiciones y un toque nintendero que te lleva desde familiares ocarinas hasta la épica de otros clásicos del estudio. Pero es que el diseño de los niveles que recorres también es excelente, muy variado y siempre sorprendente. Incluso en los laberintos más oscuros encuentras mil colores y gran detalle.
Sin embargo, debemos realizar una pequeña crítica. Si juegas durante mucho tiempo, los brazos te dolerán más que cuando te duermes encima de uno, debido a la especial posición con la que debes sostener la consola. Por suerte, esto también se soluciona gracias al resuelto stand que incluye cada copia del juego. Y si eres zurdo, enchufa el Botón deslizante Pro para tocar la táctil con la izquierda (recuerda que el apuntado táctil es justo y necesario).
Después de toda la campaña en solitario con sus vuelos, peleas y jefes finales, te queda la arena multijugador. Hay dos modalidades: tres contra tres o todos contra todos, y se pueden jugar en local (requiere un juego por cabeza) o en línea. En la modalidad por equipos, si hay menos de seis participantes, la máquina maneja a los personajes adicionales. Todo ese arsenal de armas que hemos mencionado se puede llevar al multijugador, e incluso aquí hay aún más armas como recompensa. Por último, puedes convertir las armas que escojas en piedras... ¡y compartirlas vía StreetPass a modo de trueque! Hala, a combinarlas otra vez para hacer más y más armas.
Mas las armas no son el único secreto a destapar en esta espléndida aventura de acción. Hay cosas geniales que no descubrirás hasta que no lleves una buena cantidad de horas de juego, cuando ya te atrevas a subir la intensidad a tope y manejar a Pit como un experto. Kid Icarus: Uprising da alas a la Nintendo 3DS: es el juego Nintendo de la primavera.