Análisis de The Expendabros

Si hablamos de adaptaciones de película a videojuego, The Expendables (Los Mercenarios en España) y Broforce son claramente la pareja perfecta. Broforce es la fiesta pixelada de las explosiones, repleta de nostalgia de las películas de acción de antaño y empeñada en dejar constantes cartas de amor y referencias a algunos de los estrenos más horteras (y geniales) de los últimos treinta años.

The Expendables (o en este caso, The Expendables 3 - Los Mercenarios 3) es precisamente eso mismo, sólo que en formato celuloide; un homenaje a los años dorados de las pelis de acción, con muchos de los más grandes actores del género haciendo aparición en lo que sólo se puede describir como una expresión de 'fan-service'. Que las películas sean buenas o no es algo que no tenemos por qué discutir aquí y ahora.

Porque la alineación evidente entre Broforce y The Expendables se ha manifestado en la unión perfecta que significa The Expendabros; un juego breve y gratis que llegó anteanoche a Steam y que incluye un puñado de misiones con temática adaptada y personajes relacionados con el film. Se juega parecido a Broforce, muy parecido de hecho, pero encontramos las suficientes diferencias como para disfrutarlo y que se perciba como un proyecto independiente, desde los personajes hasta algunos retoques visuales.

Como sabéis, llevamos jugando a Broforce desde que se lanzó originalmente como el Brototype basado en navegadores, y en todo este tiempo hemos probado las delicias del juego en condiciones, tanto con el cliente por separado como cuando Devolver Digital lo lanzó en Acceso Anticipado (formato en el que aún se encuentra, sin llegar a estado final). En resumen: nos gusta mucho. Nos encanta. Por lo tanto, estábamos muy interesados en probar The Expendabros y ver si está a la altura cuando lo anunciaron el otro día por sorpresa.

Y felizmente podemos confirmar que no decepciona. Vale, es rematadamente corto, pero teniendo en cuenta que te lo puedes descargar gratis, no podemos usar eso con una pega (salvo, claro está, indicar que nos ha dejado con ganas de mucho más). Viene con unas cuantas misiones que se pueden jugar solo o con amigos (hasta tres) en co-op local, pero por el momento no tiene modo online ni los otros modos y funciones que se encuentran en el juego principal Broforce. Aun así, es un buen paquete, y si todavía no te has liado a tiros en Broforce, hace de excelente demo del juego completo (entendemos que es el motivo de este lanzamiento gratis).

A la hora de jugar, lo controlas casi igual que el producto de Acceso Anticipado. Eso quiere decir que empiezas con un bro, y luego vas desbloqueando otros conforme rescatas personajes enjaulados que aparecen por los niveles. Cuantos más personajes rescates, más personajes desbloqueas. Un rescate exitoso cambia el personaje que controlas y te otorga una vida extra, y casi siempre te conviene sí o sí llevarte la vida extra y cambiar, pero a veces cuando estás disfrutando de un personaje, puedes tener la tentación de seguir adelante sin intercambiar.

Cada personaje cuenta con un ataque estándar que corresponde a su homólogo en la película. Jugar como las parodias de Sly (Stallone) o Arnie (Schwarzenegger) y del resto del reparto de Los Mercenarios, puedes abrirte paso a base de tiros, bombas, tajos o incluso llamas entre las tropas enemigas, los perros rabiosos o las monstruosidades mecánicas. Cada personaje viene además con un ataque secundario de uso limitado, también basado en su personaje en la gran pantalla. No queremos entrar en detalles en este aspecto, porque como ocurre con el juego original, gran parte de la diversión de Broforce y de The Expendabros consiste en descubrir personajes nuevos y experimentar con sus poderes.

Los escenarios son destructibles prácticamente por completo, y hay barriles y latas que te pueden ayudar (o hacer la puñeta) por el camino. Como en Broforce, si destruyes todo lo que se te pone por delante te queda una satisfacción especial, con todas las explosiones y destrucción a tu alrededor. En ocasiones puede ser todo un caos y difícil de saber qué está pasando. Tus armas convierten a los enemigos en pulpa sangrienta, y ese nivel de masacre no te abandona durante toda la partida. Las misiones son lineales, con checkpoints para marcar el avance, cada nivel cortado con una bandera final que, cuando se iza, solicita una extracción en helicóptero y una destrucción final. Es ruin, es violento, es sangriento, pero es enormemente entretenido y retorcidamente divertido.

Puede que el juego en solitario no te lleve demasiado completarlo, pero luego puedes volver a jugar con uno o dos amigos en cooperativo. Aquí, lógicamente, la confusión en pantalla aumenta con cada jugador que se suma a la locura. Nosotros lo jugamos con sólo un bro humano, y sin querer nos volamos en pedazos el uno al otro más de una vez. Ahí reside el reto adicional del juego co-op, no de subir la habilidad de los rivales que cruzan en tu camino (daría igual, pues ya te pueden matar de un toque), sino de la visibilidad reducida causada por la destrucción añadida en pantalla y por los peligros del escenario activados por los ataques de tu compañero. Cuando estás en co-op puedes resucitar los bros perdidos mediante un rescate, y si vas a tope cualquier personaje que liberes se almacena entonces como vidas extra para cuando os hagan falta.

Los personajes que protagonizan esta mini-campaña están muy bien elaborados en base a los actores y personajes de las películas, por lo que los fans de Los Mercenarios querrán sacarlos a todos. Sin duda, es un gran aprovechamiento de la licencia. También merece la pena si no tienes ningún interés en ver la película, porque es tan divertido como Broforce. Y volvemos a recordar, para que no se te olvide, que es completamente gratis, y seguirá así hasta final de año.

En resumen, The Expendabros hace exactamente lo que cabe esperar con ese nombre; aporta el estilazo de acción de Broforce a la franquicia de cine, y al mismo tiempo hace de insuperable anuncio para dar a conocer un juego que todavía están puliendo en Acceso Anticipado. La oferta es un poco más plana y superficial, lógicamente, que la del juego completo, pero a caballo regalado sería demasiado irrespetuoso mirarle el diente.