Análisis de Tales of Xillia 2

Es muy difícil cumplir como 'secuela', y mucho más si la primera entrega refleja una calidad ejemplar, como fue el caso de Tales of Xillia el pasado año (clic para análisis). Pero Tales of Xillia 2 se presenta como un título dispuesto a afrontar el reto de hacer de segunda parte a pesar de que los precedentes en la saga con respecto a continuaciones han levantado alguna controversia. ¿Logra Xillia 2 ganarse la aprobación de su primera parte?

Tales of Xillia 2 se caracteriza por buscar el continuismo en lo bueno, pero creando aparte un estilo de juego propio. El esquema narrativo general varía con respecto a la típica historia de RPG japonés. En este caso, la dinámica se basa en episodios estancos que se inician accediendo a ciertos lugares en ciertos momentos, mientras que todo el proceso entre los mismos es una especie de 'interludio'. Para pasar de un episodio a otro de la historia habrá que realizar submisiones, en forma de recogida de materiales o caza de monstruos, incluso eliminar poderosos jefes, para así ganar dinero y pagar plazos de la deuda del protagonista, ya que Ludger, principal personaje de Xillia 2, adquiere una inmensa deuda por motivos que dejaré al jugador descubrir y tiene limitada su movilidad por el mundo hasta que va pagando los plazos.

Esta mecánica capítulo-interludio-capítulo es novedosa y atrevida, dejando al jugador libre en cada interludio para explorar cuanto quiera (entre las zonas permitidas por el banco), aunque acota el movimiento en los capítulos narrados, al igual que se limita el grupo de personajes por conveniencia de la historia. En general, como jugador es bueno disfrutar de esos momentos donde no persigues la consecución de la trama sino que quieres explorar y disfrutar de submisiones; todo en un mundo formado por escenarios interconectados que no es tan grande como el de Xillia, pero aun así tiene un buen tamaño. El problema surge cuando esos momentos de descanso entre misiones son forzados por el mismo juego. No debería ser el juego sino el jugador el que determinara cuándo seguir la historia y cuándo es hora de dar vueltas por el mundo. A pesar de ello, no llega a ser una tara al desarrollo general de la historia si se toma como un aliciente para mejorar el equipamiento o subir niveles, y la deuda introduce algunos elementos interesantes como el tener que decidir en cada momento qué hacer con cada recompensa, pues cada moneda cuenta, y a veces es mejor equipar a los guerreros antes de saldar la deuda.

Con respecto a los aspectos jugables, cada entrega de la saga Tales incluye pequeñas mejoras que optimizan el sistema de combates. En este caso el principal añadido es el sistema de arma triple, gracias al cual el protagonista dispone de tres armas diferentes que se cambian en el propio combate con una sencilla combinación de botones. A saber espadas duales, pistolas o martillo, cada arma tiene un sistema de uso y atributos diferentes, enriqueciendo la experiencia de combate y teniendo que adaptarse el jugador a cada circunstancia. Todo un acierto. El sistema de habilidades enlazadas introducido en el primer Xillia también está ahí, al igual que todos los esquemas clásicos de la saga, como el poder controlar a cualquier personaje o el menú de estrategia que define el comportamiento de los PNJ, entre otros. En resumen: el combate en Tales of Xillia 2 es más fluido y sobre todo más divertido. Un avance más para la franquicia Tales of.

Pero no toda la experiencia de Tales of Xillia 2 se basa en el combate, ya que la nueva mecánica de capítulos viene acompañada de un poderoso elenco de acciones a realizar durante los interludios. El tablón de misiones cumple un papel principal en este aspecto, ofreciendo distintos cometidos, desde búsqueda de objetos por las ciudades hasta caza de monstruos menores, incluyendo misiones de exterminio de jefes, las más difíciles pero mejor recompensadas. Aunque la mayor misión secundaria del título es la búsqueda de gatos. Tal como suena, una vecina de Ludger ha perdido a lo largo del mundo sus 100 gatos, y es tarea del jugador ir encontrándolos a cambio de recompensas. También existe la posibilidad de "enviar en búsqueda" a los mininos que encontremos, pudiendo encontrar en cada zona objetos exclusivos e incluso a nuevos gatos. Es desde luego una opción interesante que permite hacerse con materiales y recompensas rápido.

Aunque no todo lo nuevo de Tales of Xillia 2 representa avance y mejoría, ya que, percepciones sobre la nueva opción narrativa aparte, el sistema de mejoras en los personajes ha recibido un serio recorte. En Xillia se podía elegir con total libertad qué habilidades aprenderá cada personaje gracias al genial sistema de orbes, sistema que se ha simplificado en exceso para esta parte, pudiendo el jugador sólo determinar por qué vía, marcadas por atributos y por tipos de ataques, quiere que crezca cada personaje. El juego es el encargado de 'enseñar' las habilidades y los movimientos especiales a los personajes, eliminando uno de los toques más roleros y novedosos del primer Xillia.

Mención aparte merece también un nuevo sistema de opciones que presenta al jugador la posibilidad de elegir entre dos respuestas en diferentes momentos de la historia. Esto puede parecer que sólo afecta a la inmediata respuesta de los personajes, pero explota bastante bien la atmósfera de claroscuros que pretende mostrar Xillia 2, exponiendo que no siempre hay una respuesta buena y otra mala. El debate con respecto a la moralidad de las acciones de los protagonistas saldrá más de una vez a la palestra.

Y con todos estos elementos heredados y nuevos, llega la hora de hablar del aspecto más continuista de Tales of Xillia 2, que viene a demostrar que el continuismo no tiene por qué ser malo. Hablo de la narrativa y el enfoque de la experiencia en general. El juego está especialmente pensado para el deleite de aquellos fans que disfrutaron con la primera entrega. Xillia 2 es un viaje que basa gran parte de su significado en viajar de nuevo con uno de los grupos de personajes más carismáticos y divertidos de la saga. Se trata de un juego en el que el principal punto de interés está en saber qué fue de Jude, Milla, Alvin y todos los grandes protagonistas de la primera entrega, y vivir una nueva aventura con ellos. Es tal este elemento de sinergia con los personajes que cada uno de ellos dispone de una línea de misiones secundarias en forma de capítulos basados en sí mismos, para que cada uno encuentre su favorito y disfrute de su punto de vista de la historia.

Aunque con este refuerzo del grupo del primer Tales of Xillia viene uno de los mayores defectos en torno a la narrativa: el propio protagonista. Y es que Ludger no articula palabra en todo el juego, salvo monosílabos o nombres de ataques en los combates. Esto puede resultar efectivo e incluso carismático en otros juegos como Zelda, pero en el caso de un RPG oriental es una opción que deja a un protagonista incapaz de expresarse, y esto hace muy difícil al jugador establecer un vínculo con el pobre Ludger. Por suerte, los secundarios y villanos siguen estando a la altura, y el carisma natural del grupo original de Xillia subsana esta posible falta de interés en Ludger.

En resumen: Tales of Xillia 2 se enfrenta con valentía al desafío de la segunda parte de un gran juego, opta por la innovación en vez de tomar el camino fácil del continuismo en muchos aspectos y toma lo mejor de su predecesor y sus personajes en otros. Por desgracia, no es ni de lejos un juego tan grande como Tales of Xillia, pudiendo llegar a completarse con las historias de cada personaje en unas 30 horas (frente a las 50 aproximadas del primer juego). En algunos aspectos las decisiones son acertadas y en otros, como el desarrollo de personajes o los interludios forzados, no tanto, pero una cosa está clara y es que Tales of Xillia 2 es un juego notable por sí solo. No llega a alcanzar las dimensiones del excelente Tales of Xillia, pero es un digno sucesor, sirviendo tanto de continuación para los veteranos como de puente hacia la primera parte para aquellos que no jugaran el primer Xillia.