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Super Smash Bros. for Nintendo 3DS

Análisis de Super Smash Bros. for Nintendo 3DS

O cómo un sistema tan simple de peleas y plataformas se puede llevar hasta el infinito en contenido y posibilidades... y que luego te quepa en el bolsillo.

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No debe ser nada fácil lanzar una nueva entrega de una serie como Super Smash Bros., en la que cada juego ha sido más completo y obsesivo con los detalles que el anterior. Tantos ojos pendientes de un solo título deben de suponer una presión más que suficiente para aplacar el carácter, pero es con desafíos de este estilo cuando desarrolladores tan perfeccionistas como Masahiro Sakurai se crecen y dejan ver lo mejor de sí mismos. Pero además hay un reto añadido: ¿cómo se adapta Super Smash Bros por primera vez a una consola portátil? Descúbrelo en el siguiente análisis, durante el cual no se maltrató ni arrancó ningún botón deslizante de Nintendo 3DS.

Super Smash Bros. for Nintendo 3DSSuper Smash Bros. for Nintendo 3DSSuper Smash Bros. for Nintendo 3DS

Super Smash Bros es un juego de lucha algo peculiar protagonizado por personajes emblemáticos del universo y la historia de Nintendo, contando últimamente con algunos luchadores invitados de otras compañías y franquicias. Si es peculiar es porque no se basa en una mecánica de barras de vida en lugares de escala realista, sino en lanzar al rival por los aires y expulsarlo de la pantalla de juego, todo en un escenario de estructura plataformera y bastante verticalidad. Para conseguir su expulsión, hay que golpear al contrario y que vaya acumulando daño, lo que viene representado en pantalla con un porcentaje que además es su probabilidad de salir despedido. Cuanto mayor sea la cifra, más lejos se lanza al contrincante con cada golpe. Para atacar, cada luchador cuenta con un sencillo pero completísimo elenco de ataques divididos entre ataques físicos normales (A), golpes Smash (palancazo + A para acumular fuerza) y golpes especiales de cada personaje (con el B; Mario lanza sus bolas de fuego, Link usa un arco o bombas, etc.)

Pero no sólo de movimientos propios vive el luchador, el escenario se va llenando de objetos que se pueden emplear para dañar al adversario. Desde espadas láser hasta pistolas, pasando por explosivos o comida que recupera un poco de daño, el abanico de objetos es lo suficientemente amplio y variado como para que cada combate sea único. Y por si fuera poco, también están las pokéball, que invocan un pokémon a la batalla para ayudar a su maestro, o los trofeos ayudantes, personajes secundarios de un sinfín de juegos que cumplen una función similar. Pero si nada de esto funciona es hora de usar un Smash Final. Cuando aparece en combate la bola que lo contiene, todos los luchadores pugnan por golpearla, pues aquel que la destruye obtiene un poderosísimo ataque que casi siempre acaba con varios rivales fuera del mapa.

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Repasada la mecánica más básica de Super Smash Bros es hora de ver por qué nos sorprende tanto que un título como Super Smash Bros. para Nintendo 3DS lo puedas llevar en la palma de tu mano. Si hubiera que decirlo con una palabra, esta sería 'CONTENIDO'. Con mayúsculas porque este título posee una cantidad descomunal del mismo, pero no introducida sin ton ni son o de forma repetitiva para sumar horas, sino a base de elaborados modos de juego, personajes y escenarios desbloqueables. Y todo esto está presentado y relacionado de una manera tan inteligente e interesante para el jugador que casi sin darte cuenta vas liberando de todo mientras aprendes los entresijos más complicados del combate.

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El modo principal del juego es Smash, una batalla contra uno, dos o tres rivales con tanta dificultad como prefieras en una arena que también eliges. Este es uno de los puntos más fuertes del juego, su inmenso factor de personalización. Entre el enorme elenco de personajes, los campos de batalla y el menú de opciones, que permite jugar por tiempo, a un número determinado de vidas, determinar qué objetos aparecerán (o desactivarlos por completo) y muchas posibilidades más, cada batalla puede ser totalmente diferente a la anterior. En este sentido, va más allá incluso que anteriores entregas.

A esta variedad también contribuye la diversidad de los niveles. Cada campo de batalla está construido de una forma diferente, y con un estupendo dinamismo. Esto quiere decir que en pleno combate, en el fondo ocurren ahora más cosas que afectan a la batalla, desde una lluvia torrencial que arrastra a los jugadores a un cambio radical en la arquitectura del escenario. Pero si los elementos cambiantes y de azar no te atraen, siempre se pueden usar los "escenarios omega", una sencilla plataforma sin ningún evento relacionado. Sólo el suelo plano flotante y los luchadores, para aquellos jugadores que busquen una experiencia más técnica y que dependa menos de elementos aleatorios que escapan al control del usuario. Todo un detalle.

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Super Smash Bros. for Nintendo 3DS

Para cuando no sea el momento de un Smash básico, puedes irte de Smashventura, aspecto exclusivo y muy fresco de la versión de Nintendo 3DS. En este nuevo modo, cada uno de los contendientes se enfrenta de manera individual a una gran mazmorra repleta de enemigos basados en el universo Nintendo. Al ir derrotando enemigos, dejan caer mejoras para los atributos de nuestro personaje, desde capacidad ofensiva hasta salto o defensa. Pasados cinco minutos, se hace un recuento de las mejoras obtenidas por cada uno de los participantes (modificando sus 'stats') y se enfrentan en una prueba. El giro de Smashventura viene con que cada ronda tiene una batalla final diferente; bien puede ser un combate estándar, o uno con niveles tradicionales de vida, incluso algo totalmente distinto como una carrera de obstáculos o una competición de escalada en una torre. Esta variedad añade otro contrapunto único a la experiencia, ya que no vale centrarse en mejorar el ataque y la defensa, puesto que no se sabe si al final el ganador se determinará en una carrera. Este acertado baño de originalidad brilla con luz propia cuando la competición sucede entre amigos (siempre en modo local, pues online no se puede).

El resto de modos de juego está un poco apartado, apretujados en un mismo lugar, como si de un cajón de sastre se tratara, pero su valor para el juego es también muy, muy alto.

Nos ha picado bastante como partida de 15 minutos La senda del guerrero, un desafío encadenado de batallas escogiendo distintos caminos (cada uno dedicado a una franquicia) y cuyo jefe final varía dependiendo del nivel de dificultad. Ese nivel, mejor dicho de intensidad, varía entre 1 y 9 según los 'goldones' (monedas) que inviertas, y lógicamente la recompensa también aumenta con el reto. El sistema viene directamente del desafiante Caldero de Kid Icarus: Uprising, como tantos otros elementos modificadores o coleccionables que aparecen en este Smash. Sakurai bebe lógicamente del último ingenio adictivo que se inventó.

Tiene un curioso valor documental el modo Leyendas de la Lucha, donde hay que derrotar a todos los personajes del juego, por orden de antigüedad, en una clase de historia Nintendera (y de los videojuegos), con una sola vida y algunos objetos de recuperación. Todo un reto ya en nivel Normal.

Pero en un juego donde hasta los créditos son un vicio y donde decíamos que el contenido varía y sorprende constantemente, la cosa no se podía quedar ahí. Están por ejemplo los minijuegos ya conocidos por los aficionados a la serie: Béisbol Smash, donde se golpea un saco con un bate de béisbol para lanzarlo lo más lejos posible (¿pero no era un juego de lucha?) o Asalto, donde se puede combatir con hasta 100 enemigos a la vez. Estos modos pueden parecer algo baladí o fuera de la experiencia principal de juego, pero son todo lo contrario, son el aperitivo inicial antes de sumergirse a fondo en Smash Bros., o quizá la forma de entrenar esas técnicas que todavía no dominas.

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Porque los modos clásicos son tan rápidos que los querrás completar con todos los personajes posibles, y cada cierto tiempo aparece un nuevo contendiente para desbloquear. Poco a poco aprendes a distinguir el estilo de lucha de cada personaje, y a clasificar en base a los que prefieres manejar y los que no, sirviendo de manera sutil como un tutorial de juego o como manual para perfeccionar el uso de personajes.

El equipo ha querido que en esta entrega la experiencia sea tan personalizable que trasciende luchadores y modos de juego, apareciendo en el menú de opciones ofrece otro elenco de posibilidades para amoldar la experiencia para cada jugador. Desde borrar la línea que marca el contorno de los luchadores hasta revisar el mapeado de botones, pasando por las opciones de sonido o la posibilidad de cambiar el perfil público online del usuario, cada copia de Super Smash Bros. para Nintendo 3DS puede ser diferente a las otras. Cuando te juntas con amigos, esto sirve evidentemente de debate.

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Con respecto a los aspectos más técnicos de la adaptación de Super Smash Bros a Nintendo 3DS, se puede decir que el título brilla con luz propia en el catálogo de la portátil, con unos modelos de personajes y escenarios a una gran altura, repletos de detalles y gestos, con efectos de luz con cada impacto y un despliegue general impresionante (en algunos casos, también lo es el efecto 3D por su profundidad o relieve).

El mayor inconveniente del título es que dada la resolución de pantalla de la portátil a veces es complicado ver todos los detalles de las peleas, sobre todo con 4 luchadores y objetos esparcidos por el escenario, más cuando la cámara se separa. Este pequeño fallo se magnifica para aquellos jugadores veteranos que vengan de disfrutar de Super Smash Bros en una televisión. Aunque jugando al título te acostumbras a esta traba, hay que admitir que tanto por las diferencias entre un stick de mando clásico y el de Nintendo 3DS, como por las resoluciones y tamaños de pantalla, la experiencia es algo diferente a lo que sería en una consola de sobremesa. Pero oye, nosotros encantadísimos de poder jugar por primera vez a Smash en cualquier lugar.

La banda sonora del título también está a una gran altura (algo exigible tras el esfuerzo sin precedentes realizado en Wii), contando con melodías propias y con reinterpretaciones de temas clásicos de Nintendo, adaptados para cada uno de los campos de batalla. La versión de 3DS cuenta con dos melodías diferentes por cada escenario, y si bien pueden parecer pocas y se repiten más que en otros juegos de la saga, la calidad de la música hace que no sea para nada una experiencia sonora repetitiva.

Una nota final respecto al equilibrio del juego y entre personajes. En líneas generales, hemos notado un trabajo más fino que en Wii, pese a contar el juego con un plantel descomunal de luchadores. No advertimos 'injusticias' tan marcadas como Ike o Meta Knight antaño. Quizá el más sospechoso sea Bowser (uno de los que más han cambiado su estilo: ahora es todo un 'wrestler'), mucho más rápido que en Brawl, por lo que a lo mejor hay que compensar lo gordo y fuerte que está. Nuestra compañera Fabrizia también nos habla de Peach, pero por el momento la machacamos en nivel 9. Este párrafo, como no podía ser de otro modo, va ligado al aspecto competitivo del juego, ese "Smash para expertos" que existe después del uso del título como party game. Al igual que el modo online, sólo podemos evaluarlo en condiciones cuando Super Smash Bros. para Nintendo 3DS lleve al menos unas semanas a la venta. Entonces actualizaremos esta parte, pero lo cierto es que el asunto del equilibrio nos preocupa mucho menos que en Wii, ahora que las actualizaciones de juegos en consolas Nintendo son una práctica normal para corregir o pulir post-lanzamiento. Y en esto también confiamos en Sakurai.

Actualización: análisis del multijugador online de Smash Bros 3DS.

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En definitiva, Super Smash Bros. para Nintendo 3DS propone acción a tortas con un estilo único, un combate sin respiro que puede ir desde una experiencia sencilla y ligera con amigos hasta un poderosísimo enfrentamiento técnico entre dos adversarios veteranos. Esa amplitud es encomiable, pero lo que hace grande, enorme a este título pese a ser un juego portátil, es esa cualidad de no imponer una experiencia fija que se agotaría mucho antes, esa capacidad para dejar muchas cosas en manos de los jugadores y que moldeen la partida a su gusto con una cantidad gigantesca de contenido y opciones posibles (y ojo, sin que se rompa el sistema ni la diversión).

¿Es igual que jugarlo en sobremesa? Por descontado que no, en ocasiones la pantalla puede sentirse demasiado pequeña, o desearíamos sacar del bolsillo un mando tradicional más firme, pero es todo el poder de Smash Bros. en la palma de la mano, adaptándose al tipo de partidas que se echan en esta consola y a la vez dejando bien marcado el sello de la cruz y el círculo en su catálogo. Tras corroborar la excelente calidad final de Super Smash Bros. para Nintendo 3DS, no nos queda sino preguntarnos (¿soñar con?) cómo será jugar en Wii U.

09 Gamereactor España
9 / 10
+
Experiencia totalmente personalizable. Una miríada de contenido divertidísimo tanto en solitario como en multijugador. El modo Smashventura exclusivo aporta gran valor adicional. Otro aluvión de referencias históricas y fan-service.
-
Aquellos pequeños detalles concernientes a su conversión portátil, como la resolución de pantalla, pueden sentar mal a los aficionados de la tele.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Ignacio Reinosa

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