Análisis de Surgeon Simulator: A&E Anniversary Edition

Nuestra mano se mueve bajo la potente luz que emanan los focos del quirófano. El hipnótico pitido del monitor de ritmo cardíaco es lo único que se escucha en la sala. Con bastante frenesí para la delicadeza de la situación, agarramos la sierra eléctrica para huesos y nos ponemos a seccionar las costillas de nuestro paciente. La sangre empieza a salpicar por todos lados, el pitido suena cada vez más rápido. La caja torácica cede y ya podemos retirar los pulmones del paciente, tirando de los órganos con todas las fuerzas. Los pulmones terminan saltando, dejando ver el corazón latente. Por fin, la operación está a punto de concluir, pero con las prisas y la alegría final se nos cae el serrucho en la cavidad del tórax. Intentamos repescar el instrumento, pero se ha quedado atascado entre varios órganos, provocando un baño de sangre incesante...

Pues sí, esta escena tan 'gore' puede ser la mar de divertida, siempre que admitas el humor macabro.

Quitémonos los apuntes técnicos de en medio antes que nada. Surgeon Simulator (clic para leer el análisis del original para PC) salió el año pasado en Steam y recibió una gran atención mediática por esa propuesta tan original y 'borrica'. El juego, junto a otros como el igualmente famoso Goat Simulator, fue responsable en parte del 'boom' de los 'Simulator', una serie de obras medio de coña que todavía crece hoy en día con juegos como Super Hero Simulator, Bear Simulator o Rock Simulator. Todos son títulos 'de nicho' que procuran generar carcajadas riéndose de sus propias premisas ridículas. En este subgénero del humor negro, Surgeon Simulator sigue siendo el rey.

Esa premisa en este caso es bastante sencilla: eres un cirujano que tiene que realizar una serie de intervenciones realmente complicadas al paciente, entre las que se incluyen trasplantes de corazón o cirugía ocular. Para ello cuentas con diversas herramientas de 'precisión'. Una sierra para cortar los huesos, un martillo, unas tijeras, el bisturí, inyecciones de adrenalina y todo eso. Cada objeto tiene sus puntos fuertes y sus debilidades.

Hasta aquí parece razonable, ¿verdad? Un simulador de algo arriesgado, pero a primera vista serio. Nada más lejos de la realidad. La clave es que los controles están diseñados deliberadamente de una forma tan patosa que incluso gestos tan sencillos como coger una de las herramientas se convierten en todo un reto. Para manejar los cinco dedos de la diestra del cirujano tienes que pulsar los botones R1 y R2, mientras que los sticks analógicos izquierdo y derecho sirven para controlar la posición de la mano. No sonará demasiado mal, pero cuando tu paciente empieza a desangrarse mientras rebuscas frenéticamente para coger la anestesia, la complejidad del juego enseña su lado más feo. Cada ítem sobre la mesa de operaciones, al igual que cada órgano del pobre paciente, está dotado de presencia física programada con la tecnología de Unity, de modo que cuando agitas las manos por la pantalla, los diversos miembros, herramientas, pulmones, riñones y jeringuillas empiezan a saltar por los aires. Es brutal, frustrante... y completamente desternillante. Porque pese a sus raíces indie, Surgeon Simulator también es un producto muy bien diseñado y acabado.

Las experiencias de juego diseñadas en base a una temática cómica suelen desinflarse al rato y la gracia de los controles deliberadamente torpones casi siempre se traduce en frustración. Lo cierto es que Surgeon Simulator no está completamente exento de este fenómeno, y cuando intentas la misma operación por décima vez, la comedia ya ha dado paso a la mala leche. Esto, no obstante, no quiere decir que el diseño esté mal pensado, sino que el juego es incapaz de mantener su hilaridad durante demasiado tiempo. Por suerte, el modo cooperativo viene al rescate, incorporado para que un par de amigos puedan trabajar en equipo y realizar intervenciones bastante fluidas. Por mucho que el nivel de caos aumente lógicamente al aparecer dos manos en pantalla, siempre es más divertido y menos frustrante fracasar en compañía.

Estéticamente, Surgeon Simulator se inspira claramente en series de televisión de médicos de los años 80 y 90 como Urgencias u Hospital General, acompañando el colorido estilo visual de una agradable banda sonora realizada con teclados y sintetizadores. Todo esto va muy bien con el diseño caótico y cómico del juego, y al mismo tiempo consigue rebrotar una bienvenida sensación de nostalgia.

Con todo, el cuidado diseño de audio y la novedad del juego cooperativo son incapaces de salvar a Surgeon Simulator del abismo de la desesperación en el que cae una y otra vez. Aunque es cierto que las primeras horas son una risa (especialmente en compañía), este juego da para una partida cuando ya has agotado tus party games en una noche con los amigos... y poco más.