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Elite Dangerous

Análisis de Elite: Dangerous

Decir que el espacio es frío, pero bello e impresionante resume a la perfección el nuevo título de Frontier.

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Lo cierto es que hay pocos juegos con una trama histórica tan larga e ilustre como Elite. Tranquilos, este artículo no es una lección de historia, pero la serie, y sobre todo el primer juego, han influido mucho y no solo en el campo de la exploración espacial, sino también en las aventuras de 'sandbox' y de mundos abiertos. Por eso, cuando uno de los creadores del título original, David Braben, inició una campaña de financiación colectiva Kickstarter para conseguir dinero y hacer una continuación, no tardó mucho en conseguirlo, gracias principalmente la expectante comunidad de fans.

Como ya os hemos dicho, este artículo no va a ser una lección de historia, como tampoco va a ser un análisis del alboroto que algunos han montado tras la decisión del estudio de Braben, Frontier Developments, de eliminar el modo 'offline' que habían planeado, quejándose y acusando al desarrollador de no cumplir sus promesas. Lo único que nosotros podemos hacer es echarle un vistazo al juego que tenemos enfrente y juzgarlo según sus méritos.

Y vaya si hay méritos. La galaxia de estrellas que Frontier ha construido es impresionante, hasta el punto de que pocos juegos pueden competir con ella. El número de planetas poblados es enorme y hay muchas más cosas: una galaxia entera que espera que la exploren. Las posibilidades en cuanto a expansión y repetición son casi ilimitadas. Desde luego, es una hazaña impactante y merece todas las loas que se le echen. De hecho, los sistemas están hechos con datos reales y están poblados por colonias y estaciones espaciales, además de estar salpicados de cinturones de asteroides y lunas para añadir más detalle a la experiencia.

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Y eso puede parecer lo verdaderamente impresionante, pero la estrella del espectáculo son los viajes entre sistemas: poder controlar una nave (con varios diseños a elegir) es un arte y hay tantos elementos a los que acostumbrarse que pilotar bien es uno de los primeros objetivos de los jugadores (y lleva un tiempo conseguirlo, porque el tutorial no cubre todo lo que hay que saber). Las naves tienen tres velocidades para disfrutar de la experiencia: los propulsores estándar os llevarán por las estaciones espaciales y a esta velocidad podréis llevar a cabo explotaciones mineras y combates espaciales; después está la velocidad supercrucero, que os permite moveros entre planetas y estrellas dentro del mismo sistema; y, por último está la velocidad hiperespacio, que se usa para moverse entre galaxias.

Así, una gran parte del juego se lleva a cabo mientras estáis en supercrucero, buscando y analizando el sistema en el que os encontráis. Las otras naves aparecerán con un brillo azulado y de vez en cuando os encontraréis con ellas, por varias razones. El control de las naves está muy bien hecho y hay un montón de detalles que tendréis que dominar, por lo que, en muchos aspectos, Elite se parece más a juegos como Euro Truck Simulator que a títulos de combate espacial como Strike Suit Zero (aunque no es probable que os ataquen piratas espaciales mientras conducís un camión por la autopista). En muchas cosas, el juego se basa en repetir las mismas acciones una y otra vez: llevar la nave a puerto, escanear los alrededores, negociar cosas y, en sí, llevar a cabo las mismas acciones cada vez con más estilo. Puede que se haga repetitivo al cabo de un tiempo, pero, para muchos, esa familiaridad acabará por formar parte del encanto del título.

Eso sí, la calidad del audio llega a su punto álgido cuando cambiáis entre velocidades o cuando maniobráis la nave. Frontier ha conseguido que controlar y conducir las naves del título sea un auténtico placer para todos los sentidos y el rugido y zumbido de los motores de vuestra nave es uno de los mejores ejemplos de ello. Además, gracias a la calidad de la interfaz de usuario (integrada en los controles de la nave), se consigue una experiencia con un gran nivel de inmersión. Incluso el mero hecho de cambiar de mando a teclado es natural y no debilita la simulación. Está claro que el estudio se ha esforzado mucho en que los jugadores se sientan como en el puente de mando y vean el mundo de primera mano y, desde luego, el esfuerzo ha merecido la pena. Más que nada porque, además, el gran nivel de inmersión se ve reforzado por unos gráficos competentes y, aunque el espacio puede estar vacío, en el título encontraréis muchas cosas que descubrir aquí o allá y nadie puede negar lo fantástico que es ese primer salto intergaláctico, en el que vuestra nave aparece casi al lado de un estrella, alarmantemente cerca de ese brillo radiante y chisporroteante que la caracteriza.

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Ya lo hemos dicho, pero lo aclaramos: hay mucho que hacer, pero no todo es tan interesante. Elite consigue ofrecerles a los jugadores un lienzo en blanco para que los pilotos se inventen sus propias aventuras de ciencia ficción. ¿Qué preferís? ¿Ser contrabandistas o cazarrecompensas? Podéis ser ambas cosas. ¿Queréis hacer esclavos o crear explotaciones mineras y conseguir recursos? También podéis hacerlo. Incluso podéis estudiar los mercados espaciales y montar un negocio como comerciante, buscando la fortuna en toda la galaxia.

Una de las críticas que se le puede hacer a Elite es que no hay mucha profundidad en esos posibles tipos de personajes. Podéis ser cualquiera de las cosas que hemos mencionado antes (o incluso ser varias a la vez), pero hay muchas otras cosas que no podéis hacer. Por eso, al cabo de un tiempo este aspecto se hace pesado, pero si Frontier sigue añadiendo más actividades y misiones secundarias, esta parte del título mejorará, sin duda alguna.

Por otra parte, el juego tiene una historia interna, pero es más complicada de lo que os imagináis. Frontier está actualizando regularmente el juego acerca de la lucha política que sucede entre las principales facciones del título y los incidentes más importantes se mencionan en su página web y en la interfaz a la que se conectan los jugadores cuando llegan a una estación. Como jugadores, podréis visitar los lugares mencionados y en ellos ocurrirán cosas que, hasta cierto punto, os involucrarán a vosotros. No obstante, no es más que un telón de fondo y los usuarios no llegan a ser el centro de la experiencia, además de que tampoco es fácil conectar con otros usuarios. Hasta que Frontier no facilite la forma de socializar y de juntarse, podemos decir que el juego estará un poco vacío. Por lo menos, parece que el lema de "cambia la galaxia con una historia que se desarrolla constantemente" se les ha quedado un poco grande.

De todas maneras, a menos que queráis seguirla de cerca y sumergiros en ella lo más posible, la historia es, básicamente, una distracción. Por eso, si no os interesa, aún hay muchas otras cosas que hacer y miles de lugares para visitar. En vuestro viaje, encontrareis un montón de cosas que os distraerán de vuestra ruta inicial y es una pena que no sean tan importantes o tan variadas como deberían. En concreto, nosotros nos encontramos con algún 'bug' extraño y con fallos técnicos, y aunque no nos arruinaron la experiencia en absoluto, sí que parece que el título no está del todo terminado. Además, si consideramos que el juego necesita un modo cooperativo integrado (que saldrá en actualizaciones futuras) y que ya ha pasado un mes desde el lanzamiento, la realidad se hace evidente. En este momento, solo está disponible el modo para un jugador (para el que, por alguna razón, hay que estar conectado a internet) y el mundo abierto que permite interactuar con otros jugadores, aunque de manera limitada. Está claro que, si quieren conquistar ese vacío del espacio y que la comunidad de Elite se junte y disfrute de algo parecido a Eve Online, el estudio todavía tiene bastante trabajo por delante.

Es fácil ver que Elite: Dangerous tiene el potencial para convertirse en un juego mucho mejor con más elementos sociales. Digamos, más bien, que es fácil ver que Elite: Dangerous tiene el potencial de convertirse en un juego mucho mejor. Y esto podría ser un aspecto negativo, pero, en realidad, hasta ahora hemos disfrutado mucho a los mandos de nuestra nave y apenas hemos visto nada: aún queda mucho por hacer y mucho por añadir. Frontier ha creado un simulador espacial que sobresale por sí mismo en muchos aspectos y, cuando terminen de añadirle elementos y de expandirlo, puede que este buen juego se convierta en un juego increíble. Lo único que nos fastidia es que la nota al final de este artículo no sea más alta, porque con la calidad que tiene este título, sinceramente creemos que tiene el potencial de sacar matrícula de honor.

Elite Dangerous
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08 Gamereactor España
8 / 10
+
Muy grande y ambicioso, han hecho un excelente trabajo en la interfaz del usuario y en el diseño del audio, tiene unos gráficos decentes y proporciona un gran nivel de inmersión.
-
Aún hay un par de ‘bugs', un poco plano en algunas zonas y le faltan elementos sociales.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Mike Holmes

Decir que el espacio es frío, pero bello e impresionante resume a la perfección el nuevo título de Frontier.



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