Análisis de Mad Riders

Ok, siempre estamos mirando los gráficos. Los personajes carismáticos. La cantidad de modos de juego emocionantes. El multijugador. Pero, en ocasiones, lo que importa más es la diversión inmediata. Los juegos descargables nos han enseñado (de nuevo) a apreciar los videojuegos como lo que son: un medio de entretenimiento digital. Mad Riders no es una excepción.

No es que existan grandes pretensiones detrás de su desarrollo. No tiene nada que ver con cierto título lanzado en las plataformas digitales, Trials Evolution, en el que las carreras son solo la punta de un gigantesco iceberg compuesto de contenido distribuido en línea y complejo editor de niveles.

Mad Riders, en pocas palabras, es un juego de carreras de estilo arcade en el que se conducen quads. Nada más y nada menos. Seleccionas tu vehículo y te lanzas a correr en emocionantes eventos contra otros 9 oponentes, tanto offline como online.

En el juego local puedes echar una carrera rápida o participar en un torneo. Este torneo va presentando diferentes localizaciones, cada una dividida en varios niveles. De forma similar a lo visto en Excite Truck, al principio solo puedes ver un tramo. Ganando carreras y obteniendo estrellas, desbloqueas nuevos lugares y puedes seguir adelante.

Esta modalidad por sí sola dura varias horas, mientras que su lento sistema de progresión contribuye a extender la longevidad del título. Sin embargo, el aspecto más interesante es la presencia de tipos de carreras diferentes, aderezando un poco más la receta.

Además de las carreras normales contra los rivales, se puede jugar contra el crono en una carrera de checkpoints. También puedes desafiar a los oponentes en una especie de arena, un nivel cerrado donde los puntos se van generando mediante la IA, dejando un amplio espacio a rutas alternativas. Por último, hay una modalidad en la que gana el jugador que realiza más acrobacias antes de llegar a la línea de meta.

Este aspecto nos lleva inevitablemente a hablar de los controles. Casi todo el tiempo, Mad Riders se controla como un juego arcade normal y corriente. Diriges con el stick izquierdo, el gatillo derecho es el acelerador y los botones controlan el turbo, los bonus y los trucos. Interesante es el uso del gatillo izquierdo, reservado para detener el derrape (en lugar de activarlo, como en la mayoría de juegos arcade). Los vehículos, de hecho, derrapan de forma automática.

También es interesante la gran variedad de bonus disponibles. El turbo es probablemente el más común, y se activa mediante la obtención de monedas esparcidas a lo largo del camino, realizando acrobacias o completando derrapes.

A esto hay que sumar otros bonus muy divertidos, que se descubren a medida que avanzas en la campaña para el jugador solitario. Entre estas ventajas, destacamos la posibilidad de abrir atajos y recambios para los turbos.

El juego tiene un sistema para subir de nivel. Además de la colección de estrellas, diseñadas para liberar nuevas pistas, el jugador obtiene puntos de experiencia según el resultado de la carrera y las acrobacias realizadas. Subir de nivel da acceso a nuevos vehículos, cada vez más poderosos y competitivos.

Por desgracia, los quads no son personalizables: aparte del color de la pintura, no se puede realizar ninguna otra acción y te ves obligado a confiar en las estadísticas que aparecen en la pantalla para seleccionar el mejor vehículo. Lo mismo se aplica a los pilotos, pues solo se puede escoger su atuendo.

En el multijugador, como mencionamos, el juego replica las modalidades para single player: son los mismos tipos de partidas, aunque no es posible participar en un torneo.

Desde el punto de vista visual y sonoro, Mad Riders no sobresale. No hay gráficos sorprendentes o una banda sonora que se pegue. Sin embargo, la sensación de velocidad es excelente y compensa las deficiencias gráficas.

En general, Mad Riders es un buen juego. Considerando que es un juego descargable por menos de 10 euros, su relación calidad-precio es muy buena. Si los desarrolladores hubieran atendido un poco más la personalización y mejorado la dificultad (a veces es un paseo, otras un sufrimiento), el juego podría plantar cara a otros del calibre de Trials Evolution. Pero si buscas un juego centrado totalmente en la velocidad y que te cueste lo mismo que cenar en el chino, descárgalo sin vacilar.