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Cities: Skylines

Análisis de Cities: Skylines

¿Puede un equipo de doce personas conseguir lo que la poderosa EA y Maxis no pudieron? Hemos jugado a lo último en simulador de construcción de ciudades.

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Hace un par de años, tenía el gusanillo de probar un nuevo simulador de construcción de ciudades, así que cuando Electronic Arts anunció una nueva entrega de SimCity desarrollada por Maxis, me hizo muchísima ilusión. Hice lo posible por encontrar imágenes, vídeos y más información sobre el juego en el que estaban trabajando. Estaba que no cabía en mí de felicidad

Sin embargo, SimCity resultó ser una gran decepción. No paraba de decirme que tampoco estaba tan mal, que simplemente era "diferente" a clásicos como SimCity 2000 y SimCity 4, dos de los mayores exponentes del género, pero fueron pasando los meses y el gusanillo seguía ahí. Al final, no pude cumplir mi sueño de crear una metrópolis de enormes proporciones. Las limitaciones del nuevo SimCity hacían que el juego resultase aburrido a la larga, y está claro que los simuladores de construcción de ciudades no pueden ser aburridos. Si a esto le añadimos un terreno para construir diminuto, un DRM intrusivo que nos exigía que estuviésemos siempre conectados a internet para jugar y la forma en la que funcionaba el sistema de regiones, podíamos concluir que el último SimCity no cumplía con lo que prometía.

Dos años después de aquello, estoy sentado frente al ordenador jugando a Cities: Skylines, el último título de los desarrolladores finlandeses Colossal Order, una empresa con solo dos títulos bajo el brazo, Cities in Motion y Cities in Motion 2, y puedo decir con toda seguridad que lo que han hecho con Cities: Skylines es simplemente increíble. Con un equipo formado por apenas doce personas, han conseguido hacer lo que EA y Maxis, con sus miles de empleados, no pudieron: ofrecernos el que podríamos considerar como el mejor simulador de construcción de ciudades de la historia.

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A primer vista, Cities: Skylines se parece mucho a SimCity, lo que, por otra parte, no tiene nada de malo. Uno de los aspectos más positivos de SimCity era precisamente su aspecto visual y su presentación. El suave 'efecto diorama' y sus gráficos bien definidos le daban un aspecto impresionante, y lo mismo ocurre con Cities: Skylines. La forma en la que empezamos también es la misma: tenemos que conectar una carretera a la autopista principal y comenzar a crear zonas residenciales. Una vez hemos hecho esto, hemos de instalar las tuberías para el agua y proporcionar energía a la ciudad. Sí, al igual que en los antiguos simuladores de construcción de ciudades, en Cities: Skylines también tenemos que instalar líneas eléctricas y tuberías. También necesitaremos conectar una salida de aguas residuales a las tuberías teniendo en cuenta la dirección en la que fluye el agua si no queremos que empiecen a salir residuos por los grifos de todo el mundo (claramente, esto no está bien). En Cities incluso tenemos que pensar en el ruido que producen los edificios, porque nadie quiere vivir cerca de un aerogenerador o al lado de la autopista.

Tengo que admitir que en la primera partida no me fue muy bien porque adopté el enfoque de SimCity; o sea, ir creando zonas y edificios por todas partes lo más rápido posible. Esto no fue muy inteligente por mi parte porque instalar las líneas eléctricas y las tuberías cuesta un ojo de la cara y, cuando ya había terminado y pensaba que había creado una buena ciudad para empezar, me acordé de que me había olvidado de esas dos cosas. Se me acabó el dinero, la ciudad se estancó, los habitantes se mudaron y se acabó la partida. Lección aprendida. La siguiente ciudad que construí era un poquito mejor, pero aún no conseguía ganar dinero. El problema estaba en que lo estaba haciendo todo con prisas. En Cities: Skylines tienes que tomarte tu tiempo, relajarte y divertirte. En cuanto adopté esa mentalidad, todo me empezó a ir mucho mejor. Era como si el juego fuese un jardín Zen virtual y el puntero del ratón, el rastrillo que se usa para 'peinar' la arena.

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Otro aspecto muy positivo de Cities: Skylines es el hecho de que no es necesario amontonar las cosas una encima de otras, ya que hay muchísimo espacio para construir. Al principio, contamos con una parcela de 2 km , pero a medida que avanzamos en el juego podemos comprar otros ocho terrenos del mismo tamaño. Gracias a un ‘mod', tenemos acceso a las veinticinco parcelas, lo que hace un total de nada más y nada menos que 100 Km². Es precisamente aquí donde el juego brilla con luz propia. Los desarrolladores han incluido barriadas que no son simplemente zonas con nombre, sino distritos de verdad en los que podemos aplicar nuestras propias políticas. ¿Queréis que en una pequeña zona de vuestra ciudad se prohíba fumar, tener mascotas y el tráfico pesado? Pues podéis hacerlo. ¿Y qué me decís de un área industrial en la que solo se permita construir granjas? Adelante. Son este tipo de cosas las que nos permiten echar a volar nuestra imaginación.

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Lo mejor de este título es que es compatible con el Steam Workshop, así que apenas una semana después de su lanzamiento, ya había disponibles para descargar más de 10.000 contenidos diferentes, desde mapas a edificios pasando por objetos y 'mods'. Algunos de estos 'mods' introducen cambios muy deseados en las mecánicas de juego, como ciclos día-noche que no forman parte del juego base, mientras que otros nos ofrecen nuevas formas de ver cómo funciona el tráfico en nuestra ciudad. ¿Queréis saber por qué siempre hay atascos en una zona concreta? Pues esta 'mod' os permite descubrirlo. Además, los de Colossal Order han dicho que seguirán creando contenidos para el juego tras su lanzamiento y que quieren mantenerse en contacto con los fans por medio de redes sociales como Facebook y Reddit, por lo que también podemos esperar contenidos oficiales.

Como suele pasar con la mayoría de los juegos, hay algunos detalles que resultan un poco menos intuitivos, pero no nos hemos encontrado con nada que eche perder la experiencia. Además, podéis estar seguros de que casi siempre va a haber alguien a quien le haya molestado lo mismo que a vosotros y cree un 'mod' para solucionarlo. Uno de esos aspectos negativos es el hecho de que no podemos ver el mapa en diferentes capas cuando queremos construir ciertos elementos en la ciudad. Por ejemplo, habría estado bien poder estudiar el tráfico de la ciudad antes de levantar edificios en los alrededores que produzcan todavía más tráfico. También es posible que algunos echen de menos los desastres. Personalmente, una de las cosas que más me molestan es la interfaz de usuario, que a pesar de resultar funcional, es bastante fea. De todas formas, estoy seguro de que alguien la arreglará. ¡Qué demonios! También puede ser que lo hagan los Colossal Order.

En resumidas cuentas, Cities: Skylines es el simulador de construcción de ciudades que los fans han estado esperando durante todos estos años. Es un juego que ofrece calidad en cada rincón, lo cual es impresionante si tenemos que el equipo está formado por solo unas doce personas. El hecho de que una empresa tan pequeña consiga hacer lo que una compañía multimillonaria no pudo y lo venda por menos de 50 € es increíble. En Steam, os podéis hacer con él por solo 27,99€, y ese precio incluye las versiones para Windows, Mac y Linux y un montón de contenidos, tanto aquellos que forman parte del propio juego como los que están disponibles en Steam Workshop. Esta es básicamente la historia de David y Goliat, y parece que David ha vuelto ganar.

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09 Gamereactor España
9 / 10
+
Contamos con muchísimo espacio para construir nuestra ciudad, tiene todo lo que tenía SimCity pero mejor, compatible con Steam Workshop. No es necesario conectarse a internet para jugar, excelente relación calidad-precio.
-
No hay desastres (a no ser que construyáis un embalse y provoquéis una riada de forma manual), interfaz de usuario fea.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Kim Visnes

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