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Gears of War: Ultimate Edition

Análisis de Gears of War: Ultimate Edition

Volvemos al comienzo de un mundo de locos.

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Modesto. Una palabra extraña para referirse a una serie que es el equivalente en videojuego de Predator: un exitazo de ciencia-ficción de Epic, con hombres musculados e impulsados por la testosterona que utilizan un arsenal cada vez más exagerado y recargado para combatir una amenaza alienígena superior.

Sin embargo, al volver al Gears of War original después de casi 10 años de su lanzamiento para Xbox 360 y verlo tras probar sus dos 'secuelas', que son mejores, es la primera palabra que me viene a la cabeza. El aumento de escenas de acción parece demasiado prudente, y los bloques de construcción básicos (zonas cuadradas y rectangulares con puntos angulares para cubrirse dispuestos con precisión mecánica) son evidentes, porque Epic todavía estaba tanteando lo que después perfeccionaría y disfrazaría con mucho tino en los siguientes juegos. Estos entornos simples y rígidos dejaron paso a un diseño de niveles mucho más complejo y aun así fluido, necesario para la campaña para 4 jugadores de Gears of War 3. Aquí, igual que en Gears of War 2, solo pueden jugar dos jugadores, y con ello los capítulos parecen más pequeños.

No es que el juego se lanzara a medio hacer: el primer título ya clavó la fórmula, y los siguientes aportaron todavía más contenido a la mezcla. Después de una década, los personajes siguen teniendo un peso agradable mientras corres agachado y te cubres en el escondrijo más cercano, y todas las armas tienen una potencia satisfactoria. Sabemos que hay gente que odia el estilo de arte del juego, pero dejando a un lado la improbable masa muscular (aunque quién sabe, a lo mejor es que en el futuro nacen así) a nosotros nos encanta. Los helicópteros de ataque, los tanques, hasta los Locust son todos distintos. Con solo un vistazo puedes distinguir de qué tipo de larva se trata y reaccionar en consecuencia.

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Gears of War: Ultimate Edition

El nuevo estudio encargado de Gears, The Coalition, ha pulido el mundo de juego y ha retocado el estilo gráfico para adecuarlo a su debut en la nueva generación. Pero lo más impresionante no es la ausencia de texturas granuladas y diseños algo torpes: es que sigue siendo un juego deslumbrante. El entorno parece demasiado vacío, desde luego, y no cumple con la demanda actual de que los juegos tengan mundos completamente conformados y cubiertos, pero la belleza del diseño de las ciudades devastadas por la guerra en las que tienes que luchar sigue estando muy presente. El cambio gradual de día a noche conforme avanza tu campaña no hace más que iluminar el talento del equipo artístico de Epic a la hora de alargar las sombras. Aunque hay un momento, cuando nos adentramos en una secuencia muy larga en un aparcamiento (la versión en esta era moderna del típico nivel de vagoneta en la mina), en el que sí nos da la sensación de que el equipo artístico se tomó un descanso para el café. Esta zona inferior es parte de un capítulo que era exclusivo para PC, y que ahora se ha incorporado a la versión para Xbox One.

En ocasiones el juego parece un poco injusto y chapucero: los Locust aparecen en bandada en los lugares más inesperados, y la estructura del campo de batalla no parece tan fluida como otras partes del juego, pero es indiscutible que la réplica que ha hecho The Coalition del paquete completo de Gears es fiel. Es decir, la historia ha quedado intacta. Hasta el momento se ha construido mucho alrededor de este mundo, con 'secuelas', cómics conectados con la historia y novelizaciones para llenar lagunas; pero a pesar de la profundidad que podría tener la historia, los juegos nunca consiguieron integrarla con su estilo de juego frenético.

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El arco argumental básico del original todavía resulta confuso, ya que no se le da ninguna información al jugador sobre el nuevo entorno y sus características. Más de una vez nos cuestionamos nuestro objetivo global, pero acabamos centrándonos en lo que tenemos entre manos en ese momento. Y esa es la mayor baza de Epic: crear un shooter envolvente que se mueve de forma tan veloz y letal como un látigo, más todavía en el multijugador. Puede que el mundo de Gears no tenga la misma profundidad que el de Halo, pero tiene un bucle de juego tan fantástico como otras series de ciencia ficción de Microsoft. A nosotros nos ha costado mucho soltar el mando, a pesar de que sea una especie de revisión (aunque diez años no han sido suficientes para que odiemos menos el combate con el General Ramm); e igual que pasa con Halo, Gears demuestra ser incluso mejor si lo juegas con un amigo.

Antes del lanzamiento del juego intentamos meternos al multijugador muchas veces, solo para quedarnos esperando ante la pantalla de "Buscando jugadores". En estos últimos días, sin embargo, por fin han aparecido signos de vida en el modo competitivo, y los niveles de algunos jugadores ya muestran su dedicación a ir ascendiendo en las clasificaciones y superando a todos sus adversarios. Teníamos que esperar a probarlo en condiciones para ofreceros este análisis. Hay una variedad de modos bastante decente y muchos mapas, aunque nos habría gustado que The Coalition no solo hubiera trabajado en el modo Casual para entrenar un poco a los novatos (da la sensación de que el multijugador está lleno de veteranos de Gears esperando a darles una buena lección, pero ahora más que nunca, el juego podría intimidar mucho a los primerizos); sino que hubiera echado mano de un poco de magia arcana para colocar también un modo Horda, el modo cooperativo contra oleadas de enemigos que tantas veces se ha imitado y en el que pasamos con nuestros amigos la mayoría de partidas post-campaña, durante nuestros años de Gears.

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Aun así, eso no significa que tengas que quedarte sin él, y eso nos lleva a nuestro último punto. Las remasterizaciones y relanzamientos de títulos de generaciones anteriores siempre llevan consigo muchas expectativas, cuando son parte de series largas. La gente espera un paquete muy completo (como la Master Chief Collection, pero sin lanzamiento lleno de 'bugs') cuando se habla de trasladar una franquicia con tres o más títulos a una nueva generación de consolas. Aunque restaurar la serie entera para actualizarla sería muy complicado para un estudio que se supone debería estar centrado en el futuro, han encontrado un término medio excelente con la retrocompatibilidad de Xbox One. Gears of War es un juego muy bueno, pero las 'secuelas' son mucho mejores.

De este modo, cuando tienes en cuenta el factor de que comprar y jugar este juego antes de final de año te proporciona vales gratuitos para los otros tres Gears ('precuela' Judgement incluida), para descargarlos y jugar cuando la opción de retrocompatibilidad se ponga en marcha en otoño, pasa de ser un juego genial a ser una recopilación excelente. Si nunca has jugado la serie hasta ahora, prepárate para el exceso que contiene (aunque nos estamos reservando nuestra opinión completa hasta que salgan estos títulos y podamos probar si tanto el juego en sí como el modo multijugador funcionan sin problemas en Xbox One). E incluso si ya has jugado, tener la colección entera en una misma sesión de juego a lanzar desde tu menú es un buen punto a favor.

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08 Gamereactor España
8 / 10
+
Sigue siendo un shooter excelente. Cooperativo divertido. Modos multijugador geniales. La ventaja de poder descargar todos los demás Gears clásicos en el futuro.
-
La historia es floja, el diseño de niveles puede parecer demasiado simple. El General Ramm.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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