Con los apretados plazos de entrega que vienen con los videojuegos que deben estrenarse a la vez que las películas, muchas cosas pueden y suelen salir mal. Además, sería muy sencillo utilizar las aventuras de Batman en Arkham como plantilla ideal para una aventura de súper-héroes contundente.
Y no se puede negar que hay un poquito del ADN del Caballero Oscuro en nuestro colega Spider-Man; cualquiera que tenga recientes los sucesos de Arkham City le cogerá el tranquillo inmediatamente al sistema de combate multi-enemigo, a los derribos sigilosos y a la colección de mejoras disponibles para mejorar tus habilidades para pelear o para aprovechar las telas de araña.
Aun así, es muy evidente que este es un juego de Beenox. Después de llevar unos años jugueteando con el mito del hombre-araña para diversas adaptaciones están bien capacitados, y con una gran experiencia, para crear un juego de Spider-Man en un plazo inferior a la media.
Como resultado queda un 'hub' central con la forma de una Nueva York de mundo abierto, preciosa para mirar o para balancearte por ahí, pero todavía demasiado 'light' en cuanto a los habitantes cuando bajas al nivel de las calles. Además, esconde unas cuantas misiones secundarias relacionadas con matones, persecuciones de coches y páginas de cómic coleccionables (ni Spidey ni el estudio se escandalizan con romper la cuarta pared en este caso).
Pasarás tu aventura entre las misiones principales conducidas por la historia y localizaciones interiores que mezclan sigilo y combate. Beenox aún se encuentra en la búsqueda del sistema perfecto para representar el corre-muros-lanza-telas que Peter lleva dentro (intentarlo no es conseguirlo, porque la cámara tiene una migraña en cuanto te acercas a una pared).
En lugar de eso, el estudio ha tenido un éxito relativo a la hora de aglomerar las mecánicas que ofrecen movimientos cinematográficos (pero automáticos) con las que dejan todo el control al jugador. El botón R es para hacer el "Web Rush", una mecánica en cámara lenta que te permite apuntar a techos, paredes o enemigos. Suéltalo y volarás. El L en cambio es para la Retirada con Red, ideal para escabullirte hacia las sombras, donde no te hacen daño.
Es la mejor forma hasta la fecha de controlar la velocidad de Spider-Man y su habilidad para brincar (intenta caer en un camión en marcha sin esto), mientras que el sistema de combate ha quedado convincente salvo algunos problemas de seguimiento de cámara que no te dejan el mejor plano de los enemigos y entornos.
El estudio también controla a estas alturas las bromas y frases habituales del hombre-araña, aliviando la falta de voces o rostros reconocibles de la película. Los diálogos y las escenas intermedias también están por encima de la media, hablando siempre de este tipo de proyectos.
Diseñado como una continuación directa de la peli, contiene algunas ideas (y caras familiares) que debutan en el Spidey-verso cinematográfico, y esta es la clave que lo hace merecedor de un vistazo por parte de los fans del héroe rojiazul. Y aunque las comparaciones con un 'Arkham lite' siempre estarán ahí, para el tipo de limitaciones que solemos esperar con las adaptaciones de cine, este sigue siendo un logro 'amazing', incluso espectacular, de Beenox.