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Deus Ex: Human Revolution

Análisis de Deus Ex: Human Revolution

Eidos rescata a su hijo pródigo y se atreve a ‘aumentar' el Deus Ex original en un proyecto sin igual. Vete al futuro con Adam Jensen y vive su aventura como te apetezca...

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Detroit, 2027. No queda tanto tiempo, sólo quince años. El mundo habrá cambiado poco. Delincuencia, corrupción, súper corporaciones... Cierto es que todo será más amarillo y oscuro, o que el debate principal irá sobre el transhumanismo; la controversia eterna de la ciencia ficción: hombre y máquina, modificar lo que humanamente se pierde o no da la talla, conseguir un avance que "nos salve a todos", luchar por tenerlo antes que los demás, luchar porque sirva para tus planes o porque no exista. Tratar con la Deus Ex Machina.

Por suerte, Deus Ex: Human Revolution tiene de todo menos ese recurso teatral. Aquí no aparece de repente el ente o suceso que lo ‘apaña' todo en un guión mal hecho: se trata de un mundo completísimo. Aquí se juega con el término literal: modificar a los humanos con nano implantes, injertos o acoples mecánicos para que vayan más allá de sus posibilidades. Por supuesto, el negocio de Sarif Industries y otras compañías no se limita a ayudar a los lisiados o minusválidos, como promocionaba aquel excelente anuncio viral del juego. Es un negocio muy goloso para que lo ignoren los gobiernos, los ejércitos.

Creo que no soy solo yo. Apetecía mucho un juego de estas características. Primero, por el estilo de ciencia ficción. Parece que desde Blade Runner (constante inspiración aquí) y hasta Matrix, casi todo lo posterior no ha sabido honrar el género. Se ha tratado con poca seriedad, casi todo cayendo en el ridículo. Como si después de otras grandes obras como Ghost in the Shell o Gattaca, todo esto quedara viejo, "no fuera con la onda" actual. Podría ser una de las razones por las que está calando tan bien, porque es una historia y una ambientación que realmente hacían falta en 2011.

Por otro lado está el juego en sí, heredero directo del original. Once años después, con muchísima responsabilidad por suceder con tecnología actual a uno de los mejores juegos de PC de todos los tiempos, debía respetar el invento y exprimir sus posibilidades sin cagarla. Parece que lo ha conseguido.

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Deus Ex: Human Revolution

Sistema de juego

Hoy día, pocos juegos te hacen sentir como Deus Ex: Human Revolution. La capacidad de elección del jugador es toda una realidad y la forma de plantear las situaciones no hace más que invitar a probar. Realmente hay sensación de control sobre lo que decides y haces, y no esa incómoda guía camuflada que se percibe en casi todas las producciones de primer nivel.

Hay muchos estilos de juego dentro de uno, y todo lo que deseches en la primera vuelta siempre te quedará para una nueva partida, una nueva vida en este sistema de ramas, actos, cambios y repercusiones. Sientes que con cada acción, contestación o misión están pasando muchas cosas, que muchas variables están siendo modificadas detrás del telón. La gente comenta lo que has hecho hace una hora o hace un minuto, los periódicos digitales tienen nuevos titulares y los personajes te miran con otra cara. Es un mundo vivo, complejo y reactivo.

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Como juego de mundo abierto, debe recurrir al sistema de misiones que se puede encontrar en la mayoría del género. Pero aquí las misiones secundarias funcionan de verdad. No se limitan a un pequeño pasatiempo o a un recado insípido y que poco integra con la trama principal. Las misiones secundarias son una serie de relatos satélite que siempre están relacionadas con la historia y que además complementan su desarrollo en los momentos justos y, más importante, en los lugares adecuados. Además, puedes tener varias misiones secundarias abiertas a la vez que la principal, decidiendo realmente cuáles te conviene atender, ya sea por cercanía, por interés o por simple curiosidad. Así tienes más cosas que hacer en cada lugar, pero no chocan entre sí porque están perfectamente integradas con la trama, amén de ser largas, profundas y con múltiples sub-objetivos. Si estas misiones secundarias no se hubieran planteado así, ni el juego hubiera enganchado tanto ni su historia y universo habrían quedado tan completos.

Como las misiones, todos los aspectos del juego están repletos de detalles. Sin duda sabe premiar a los más atentos, a los perfeccionistas. Esos son los que más disfrutarán, intentando conseguir la máxima recompensa por haber tenido en cuenta cosas como cerrar las puertas para hacer menos ruido o leer los correos electrónicos de los malos para estar mucho mejor preparado. Los que hablan con la enorme cantidad de NPCs repartidos por el mundo o escudriñan los rincones en busca de equipamiento y aún más información. De hecho, la cantidad de información repartida por el juego puede resultar sobrecargante para más de uno, pero sin ella no se consigue que el ambiente que se vive y la historia que se desarrolla adquieran tal credibilidad y escala.

Deus Ex: Human Revolution

Las misiones se desarrollan en zonas concretas, cerradas, mientras que el mundo abierto lo ponen tres ciudades de EEUU, China y Canadá. Las zonas abiertas pueden quedar algo ridículas y limitadas por su extensión o por barreras demasiado evidentes. Como si todo ocurriera en un barrio muy apropósito. Sin embargo, tampoco entendemos que una amplitud superior hubiera mejorado mucho el juego, pues no se trata en realidad de explorar enormes escenarios. Los viajes en helicóptero, al menos, cambian de tercio y aportan aún más localizaciones.

¿Y hemos llegado hasta aquí sin hablar de combates y aumentos? Será porque no es un FPS, ni un juego de rol, ni una aventura... es un juego a lo Deus Ex. Durante la primera hora puede abrumar un poco por su método de control y porque el escenario ofrece más posibilidades de las habituales, con los elementos interactivos resaltados en naranja. Por suerte, unos estupendos vídeo tutoriales narrados con una voz ideal se pueden ir activando de forma contextual para aprender a jugar.

Deus Ex: Human Revolution es un juego de sigilo, de disparos, de diálogos, de menús... ¿qué pasa con los que mucho abarcan? Quizás el combate se haya quedado más flojo de lo esperable, con un control con el que se han complicado demasiado la vida y con una reacción y sensibilidad mejorables a la hora de disparar desde la cobertura (en tercera persona) o desde la vista normal (en primera). El estudio lo sabe y le da más importancia a las conversaciones que a las peleas en más de una vez. Los tiroteos pierden algo de gracia, así que el juego se hace algo más realista si se intenta el complicado camino de la infiltración y el sigilo.

Deus Ex: Human Revolution

Con tantas formas distintas de afrontar los retos, sobre todo si se opta por pasar desapercibido, la tensión sube y las sensaciones están a flor de piel. Una sección con dos tiros puede ser más emocionante que un nivel entero de Call of Duty, porque aquí pones muchos más sentidos alerta y te preocupas mucho más por las posibles consecuencias.

También aporta lo suyo que la munición escasee o que las muertes, al menos las de Adam Jensen, el protagonista, sean ciertamente ‘realistas'. Vamos, que puedes morir de un tiro. Las armas aumentan en daño y sofisticación mientras tu inventario, al estilo Resident Evil 4, se va quedando corto de espacio. Esconde los cuerpos derribados y regístralos, así como cualquier armario o papelera, para seguir contando con raciones de balas, de barritas energéticas y de alcohol. Aunque también hay que decir que, a la hora de coger objetos, el control no es todo lo cómodo que debería.

Si nos quedáramos aquí, en las armas, los objetos, las misiones, las decisiones o el combate, no estaría nada mal. Pero el punto más claro de personalización de la aventura y de sentido jugable al concepto principal de la historia son los aumentos.

Con su propio y también muy bien diseñado menú, puedes ir ‘petando' a Jensen mental o físicamente, siempre que vayas acumulando los escasos puntos de praxis. Correr más, hacer menos ruido, lanzar objetos grandes, invisibilidad, ver a través de las paredes, reflejos, resistencia a disparos o gases, precisión... hasta una mejor labia o habilidades para hackear más y mejor en los divertidos y constantes minijuegos de acceso a terminales.

Es como si instalaras las tan de moda ‘apps' en tu Jensen, configurándolo a tu gusto (y a veces según las exigencias de la aventura). El sistema es estupendo y las ideas muy variadas y originales. Con el debate sobre si estos aumentos son aceptables en la calle, tu personaje ve cómo le repudian por ir tan ‘aumentado', aunque no tenga mucha culpa. Una vez metidos en el laberinto, lo mismo da blanco que tinto y tendrás que hacer uso de estas mejoras sí o sí, aunque pierdas humanidad. Eso sí, no esperes tenerlo todo al principio. Ni en las primeras horas... tendrás que ser paciente o te enfadarás con el juego.

Para que el arsenal de Jensen no quede en ridículo comparado con sus "poderes", las mejoras que puedes comprar hacen de "aumentos" de las propias armas. Estos parámetros a mejorar son bastante típicos (cadencia, daño, acoples como el silenciador) y acompañan a los aumentos para que tu Jensen vaya convirtiéndose en un súper soldado.

Por último, los amantes de juegos como Metroid estarán encantados explorando las zonas abiertas de vez en cuando, pues los nuevos aumentos pueden permitirles acceder a secciones inalcanzables. Si saltas más alto, tienes más fuerza o pirateas "con la gorra", ya no se te resistirán.

Deus Ex: Human Revolution

Trama y universo

La ambientación de Deus Ex: Human Revolution se casa con la historia para que nada desentone en su mundo virtual. El trabajo que se ha realizado de documentación y redacción es asombroso, y el estudio sabe que atosigando al jugador con referencias informativas constantes todo es más creíble.

Siempre hay más información, siempre puedes preguntar más, leer más o mirar más. Si disfrutas de este tipo de creaciones, no dudes en buscar más ramas de diálogo o de preguntar a quien sea en cualquier momento, pues algunos son de un guión realmente sobresaliente.

Cuando apagues el juego seguirás pensando en Megan, en las guerras de bandas, en el ataque a tu empresa o en la neuropocina, esa droga necesaria para aceptar los implantes. Y como la historia no se queda en lo ya escrito, sino que se sigue reescribiendo según avanza con tus actos, el universo queda totalmente cosido. Sales a la calle y el tema de discusión principal ha cambiado, entras en el trabajo y eres la comidilla... el mundo sigue girando.

También hay que destacar que, para ser un juego con tantísima información, no pierdes el hilo si no quieres. Es un asunto que desatienden muchos estudios hoy en día, pero si dejas de jugar a Deus Ex: Human Revolution y vuelves a la semana, no te perderás. Hay resúmenes cronológicos, registro de textos y, otra vez, mucha información rodeándote para que sepas qué pasa y qué hay que hacer. Genial.

Deus Ex: Human Revolution

Tecnología y arte

Más amarillo y oscuro, decíamos, pero tampoco tan lejano. En este futuro futurista aún se usan los post-it para apuntar notas, las cabinas para telefonear y las pilas de documentos para el papeleo. El diseño de escenarios con sus decorados y personajes con sus vestimentas también es de nota y pocas veces parece genérico, si bien en más de una ocasión aparecerán elementos demasiado "inspirados" en otras obras del género. Pero tómatelo como homenajes y dinos si no se te pone el pelo de punta al entrar en el apartamento de Deckar. Que diga: de Jensen.

En general, es una forma acertada de volver al cyberpunk y pocos diseños quedan fuera de contexto. Sin embargo, técnicamente podría haber dado bastante más de sí, sobre todo en algún escenario repetitivo y en los exteriores, donde casi todo es demasiado tosco y feote. Y todo encajaría aún peor de no ser por la apropiada banda sonora. Se trata de una composición que sabe acompañar a la acción, emocionar y ambientar cuando hace falta. Encender la consola y poner el juego con esa música y esos menús es una tarea muy estimulante.

Pero llegando al sonido tenemos que hablar de una de las mayores pegas del juego. No nos referimos a la compresión de la música, que en algún momento ha estropeado el tema que estaba sonando, sino a la terrible sincronización de las voces. Es ridículo e inadmisible que en un juego donde los diálogos tienen tanta importancia, casi nunca te creas que los personajes estén "hablando" de verdad. El doblaje no es malo, pero en contadas ocasiones los labios están sincronizados con la voz, lo que sumado a unas expresiones más bien mediocres, hace que no quieras mirar a la pantalla cuando hay que darle a la lengua. Y mira que es crucial...

Deus Ex: Human Revolution

Auméntate

Pese a varios peros, no encontrarás ahora mismo nada parecido a Deus Ex: Human Revolution. Es un trabajo muy, muy fino y serio, una excelente mezcla de géneros para descubrir libremente un universo fascinante de ciencia ficción. Esa libertad es tan real como la variedad, longevidad y profundidad de todo su desarrollo. Un desarrollo en el que cada uno acabamos con un Jensen, con una experiencia y con un conocimiento. Warren Spector tiene todo el derecho a estar incómodo, pero también puede sentirse orgulloso de ver cómo han interpretado su joya.

09 Gamereactor España
9 / 10
+
Trama y ambientación sobresaliente. Enorme variedad y capacidad de elección. Genial mezcla de situaciones y sistema de mejoras. Completísimas misiones secundarias. Documentación y redacción.
-
Combate incómodo y poco preciso. Algunas zonas poco detalladas. Conversaciones rotas porque voz y labios van a su bola.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: David Caballero

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