Análisis de Just Cause 3

Rico Rodríguez vuelve al lío. Si lo que estás buscando es un héroe capaz de disparar con un lanzamisiles mientras está colgando del patín de un helicóptero mientras por debajo se desata una guerra con tanques y soldados, este es tu hombre. Just Cause 3 es una locura completa en cuanto a lo que puede ser un título de acción en tercera persona, es una película de James Bond dirigida por Michael Bay en forma de videojuego.

Es más divertido cuanto más avanzas, y quizá la mayor crítica que se le puede hacer es que no es muy sutil que se diga. Pero, volviendo a lo mismo, cuando un juego te da la opción de enganchar varios objetos y montar algo gordo, pedir apoyo aéreo incluso de tanques y helicópteros, y en el que hay explosiones gigantesco a cada rato, entonces no hay que darle muchas vueltas a por qué sus creadores no han sido sutiles.

Just Cause 3 es estruendoso, eso está claro, ¿pero es divertido? La respuesta es, que sí, totalmente. Avalanche ha montado una aventura de mundo abierto que rebosa acción y lo han coronado con un sentido del humor bromista que nos tiene con la risa floja durante su rara campaña de unas 20 horas.

La historia es muy entretenida y no tan flojucha como se podría esperar. Va en la misma línea que otros como Far Cry 4, pero mientras la franquicia de Ubisoft se desarrolla en primera persona y tiende un poco más al realismo, Avalanche sube un poco más de revoluciones y le mete una o dos explosiones en cuanto ve un hueco. El argumento va de rebelión y tiranía, en el que Rico y sus aliados combaten por liberar el archipiélago Medici del dictador que lo oprime.

La narrativa se va sirviendo a base de cinemáticas que se van colando entre las más de 20 misiones que tiene, por supuesto creadas también en clave de humor. Hay un reparto con cierto tirón y Rico sigue siendo un líder enigmático que habla lo justo como para no parecer autista, pero suficientemente poco como para comprobar que es un asesino en serie que se deshace a sangre fría de tipos morenos.

El archipiélago está formado por varias islas de distintos tamaños, con multitud de edificios organizados entre pequeñas ciudades, pueblos y bases militares que piden a gritos ser "liberadas", ya sea a base de bombas por todas partes o cumpliendo objetivos más sencillos. No está todo abierto desde el principio sino que se van desbloqueando diversos retos de cada zona a medida que se conquista. Este contenido es el que consigue alargar Just Cause 3 y por suerte, lo que viene siendo relleno en la mayoría de juegos de este género aquí está al mismo nivel que la campaña principal. Porque todo parte de la misma idea, una muy sencilla: echarse unas risas.

La diversión llega especialmente gracias a las armas con las que va equipado el protagonista desde el mismo inicio. Con su gancho puede recorrerse este mundo de cabo a rabo sin despeinarse y sobre todo cuando consigue el chisme que te permite ir de isla en isla con ayuda de ese paracaídas infinto que da todo el sentido a la jugabilidad.

Rico también tiene la habilidad de empalmar ítems, o rediseñar la superficie con sus bombas inagotables. También tiene un traje de hombre pájaro con el que recorrer grandes superficies rápidamente, que es perfecto para combinar con el gancho y con el gancho y con el paracaídas. También puedes desbloquear unas cuantas modificaciones para ir mejorando tu equipamiento. El sistema parece bastante profundo, y eso que ya desde el primer momento vas bien completo. Más cosas, también puedes invocar un "suministro rebelde" que consigue que te traigan munición, armas o vehículos ahí donde las necesites, y que viene muy bien sobre todo cuando estás tratando de conquistar los campamentos más grandes.

En cuanto a las opciones que te da el juego de ir por ahí haciendo el tonto para divertirte sin mas, nos está costando encontrar alguno, ¿quizá Saints Row IV?. Just Cause 3 es un autentico mundo a tus pies, con multitud de cosas que hacer, o que destruir, y otras tantas con las que divertirte entre el caos y la destrucción. Incluso una vez terminada la campaña y todos los retos secundarios (y de haber soportado sus tiempos de carga), te queda la opción de jugar sin más en busca de diversión libre. Por el momento no tiene multijugador pero la verdad es que vendría bien que le metieran algo como el mod que apareció para la segunda parte.

Otra forma de completar misiones, o de enredar si quieres, es con los actividades, casi todas basadas en vehículos. Van desde conducir por el paraíso rompiéndote el cuello por caminos en busca de algún objetivo a cosas tan sensatas como completar un tramo sin bajar de una velocidad determinada o el coche explota, como en Speed. En otras la cosa va de combate con tanques, o de atravesar círculos en el aire con el traje pájaro o sencillas prácticas de tiro. Para darle un poco de sentido hay unos rankings online en los que podéis comparar vuestro resultado con el de otra gente.

Por cierto, que por esta vía viene nuestra mayor queja con el título, y que esperamos que sea solucionada bastante rápido con un sencillo parche. Está relacionada con la conexión a los servidores de Square Enix y es una horrorosa pantalla de carga que aparece al pasar del mundo abierto a los menús porque le cuesta enganchar y hace varios intentos de conexión. Para lo que sirve, hemos comprobado que es incluso mejor apagar el WiFi y no tener que estar soportando esto. También podría ser un fallo que solo tengan nuestras versiones para análisis, pero sea como sea, era un fastidio tonto. También hay esperas más largas de lo que uno quisiera a la hora de reaparecer tras morir.

También parece estar bastante bien optimizado. Nosotros hemos estado jugando en un portátil para gaming y rara vez hemos visto bajar la tasa de refresco de los 30 fps, ni siquiera con todos los bombardeos y los efectos de partículas e iluminación que producen. Eso sí, hemos escuchado que alguna gente sí ha tenido estos problemas con la versión de consola. Así que, entre unas cosas y otras, es muy probable que escuchemos más pronto que tarde acerca de un parche.

Más allá de pequeños fallos, el juego es técnicamente bueno. Luce y suena muy bien, con su vegetación abundante y sus islas llenas de vida que crean un mundo vibrante. Las explosiones dan un resultado satisfactorio aunque algunas reacciones en cadena se les han ido de las manos. Por detrás está todo el tiempo acompañando una banda sonora heroica que sujeta y completa las secuencias de acción. Y lo mejor de todo es el trabajo de doblaje original, al inglés, que al fin y al cabo llevan gran parte del peso del humor.

Hemos pasado mucho tiempo deliberando sobre su nota. Después de haber jugado y analizado Mad Max a principios de año creemos que es el título con el que compararlo. Y desde ese punto de vista, Just Cause 3 es mejor juego, por eso lleva esta nota. La vuelta de Rico ha sido satisfactoria, y esta nueva aventura en la que tiene que liberar Medici es para disfrutar, sobre todo destruyendo. Tiene algunos altibajos de vez en cuando y se echa en falta un multijugador con el que explotar este mundo que nos ofrecen, pero este paraíso del Mediterráneo tiene suficientes barriles rojos para reventar como para no ponerle ni una pega.