Análisis de Hitman: Sapienza

La verdad es que hemos estado bastante ocupados con el primer capítulo de Hitman, con sus estrafalarios asesinatos por partes y el retorno a un enfoque más libre y abierto. Así, pese a que no es el clásico Hitman, sigue siendo fantástico y lo analizamos como lo haríamos con cualquier otra aventura por episodios. El problema de este sistema es que, tras jugar al segundo episodio, tenemos demasiadas cosas que decir y por eso estamos pensándonos si seguir con este formato. Esto se debe principalmente a que ocurren demasiadas cosas, se puede volver a jugar al contenido y no sería justo colocarlo a la altura de los lanzamientos de Telltale, que solo se puede jugar una vez (o dos, como mucho).

La nueva misión, el Mundo del Mañana, probablemente se acabe de convertir en una de nuestras favoritas de todos los Hitman. Es como un clásico y muestra un sorprendente contraste con la clase de desafíos que vimos en el Intro Pack.

La propia Sapienza es una delicia en lo que a exploración se refiere y, personalmente, nos gusta mucho más su retorcido y característico diseño que el concepto angular de la mansión en París. Sencillamente, hay demasiado ajetreo en este 'sandbox' y nosotros nos lo pasamos pipa explorando la ciudad. Además, es bella y ofrece una increíble cantidad de detalle que no podrás apreciar hasta que le dediques unas cuantas horas. A medida que exploras y te internas en el lugar, conviene que eches un ojo a las cornisas y a las esquinas y que busques otras posibilidades. La verdad es que hay formas muy divertidas y creativas de asesinar a tus objetivos y los aficionados a encontrar todo el contenido se lo pasarán como nunca explotando todas las posibilidades y viendo todos los asesinatos.

Por otro lado, la ciudad es mucho más grande de lo que debería para la misión de la campaña, lo que da a entender que IOI planea ofrecer otras actividades en este 'sandbox' (como pasó con París, por si no te has enterado). El principal desafío actual de Sapienza está en eliminar a dos objetivos, uno de ellos un eminente bioingeniero y aislado millonario llamado Silvio Caruso, y destruir un tercero: un nuevo virus muy mortal que está en un laboratorio de alta seguridad por debajo de la ciudad.

Nosotros nos lo pasamos genial averiguando qué queríamos hacer y cómo queríamos hacerlo, además de anotando nuevas idas para el futuro. Lo curioso es que tras varias horas, seguíamos encontrando habitaciones nuevas y distintas posibilidades para aprovechar. Además, la ciudad ofrece una cantidad bastante impresionante de rutas alternativas en todo el mapa y eso hace que nos veamos obligados a felicitar a los desarrolladores por este gran trabajo.

Todo el mundo abierto tipo 'sandbox' ha sido diseñado para ofrecer más cosas a los usuarios, y no solo la misión de la campaña, hasta el punto de que aquellos jugadores que quieran crear contenido se encontrarán con un auténtico montón de cosas para disfrutar. Es cierto que no tocamos demasiado los contratos en nuestro primer análisis, pero IOI le ha dado mucha más chicha a esta parte del juego, por lo que ahora podréis acceder a nuevos desafíos en París y pronto también en Sapienza.

En nuestra humilde opinión, este nuevo episodio es un claro paso adelante en comparación con el primero, pero eso no significa que esté exento de problemas. La escena de corte de la historia con la que te encontrarás al terminar la misión es ridículamente corta y el enfoque por episodios sigue sin hacernos gracia en términos de narrativa. Otro aspecto que nos ha molestado bastante es la decisión de incluir un nivel para acceder a ciertos objetos, como las Silverballers. El principal problema de esto es que para poder acceder a todas las posibilidades tienes que subir de nivel y, si solo quieres jugar un par de horas, esta decisión de diseño le quita un poco de diversión a la experiencia. Aparte de todo esto, los tiempos de carga (a pesar de que los han mejorado) siguen siendo un tanto largos y las antiguas críticas que recibía Hitman por tener una IA de la que no te podías fiar siguen estando muy presentes.

Ahora bien, en general, nos lo pasamos genial explorando Sapienza y, aparte de un par de fallitos, hemos de reconocer que ahora estamos disfrutando a tope con el nuevo capítulo de IOI. Este nuevo 'sandbox' ofrece una serie de momentos clásicos para la franquicia y la flexibilidad y la variedad están a la orden del día. Cada pasillo oscuro os proporcionará una plétora de opciones y cada ventana abierta significa una nueva oportunidad. Como punto negativo, nos hubiese gustado tener más herramientas desde el principio, pero, aparte de eso, estamos más que satisfechos con lo que hay en Hitman: Sapienza. IOI empezó fuerte con París, pero Sapienza le ha dado mil vueltas y nos morimos de ganas por empezar con los contratos en este segundo 'sandbox' durante las próximas semanas.

Si te lo perdiste, puedes leer el análisis del primer episodio aquí.