No me considero un experto de los juegos tipo lightgun. En cualquier caso, el truco para ganar siempre era el mismo, de Operation Wolf a Time Crisis: meter una moneda, coger una pipa de plástico y liarte a tiros a toda velocidad para sobrevivir (hasta que sale eso de 'RELOAD'). Todo, menos apuntar, disparar y recargar, es automático (de ahí lo de shooter 'sobre raíles'). De los salones recreativos pasaron a tu salón, como los juegos puramente "de tiros".
Ahora que no quedan muchos salones abiertos, uno puede echar en falta uno de sus géneros más emocionantes. SEGA publicó de los mejores y más conocidos, así que llega ahora al rescate rescatando el que Headstrong Games produjo para Wii recientemente, House of the Dead: Overkill, con novedades y adaptado al control por puntero de PS Move. Lo que pasa es que el trabajo de renovación es tan limitado que sólo advertirán la diferencia los que miren esta nueva entrega con muy buenos ojos.
Aparte de eso, Overkill se merece bastantes elogios, principalmente por esa presentación tan única y apropiada.
Desde os menús hasta los filtros de cinta de cine antigua y estropeada, todo huele a peli de serie B y a Grindhouse / explotation / sexplotation, el tipo de parodia que rozó Left 4 Dead, pero en este caso mucho más consistente. House of the Dead: Overkill está pensado, por lo tanto, para ser desagradable y barato.
Las misiones aparecen como pósteres de películas títulos asquerosos como Papa's Palace of Pain, Naked Terror, Ballistic Trauma... mientras que son introducidas con una voz ridícula que deja frases para partirse la caja como "este lugar se parece a las horas de cierre de un sábado noche". Parodia y humor 100%.
Aunque los usuarios de PS3 le dan uso a su PS Move, lo cierto es que el sistema de juego es preocupantemente simple, invitándote constantemente a apuntar, disparar... y repetir. Aun así, el estudio ha hecho un buen trabajo a la hora de engordar el juego con elecciones opcionales como llevar dos pistolas, el modo clásico y el nuevo 'hardcore' y algunos mini-juegos y desafíos que se echaron en falta en el original. El modo cooperativo permite a un segundo jugador sumarse sobre la marcha, por si un colega quiere echarte una mano en la matanza y no hay tiempo de salir a los menús.
Por el resultado final, no hay duda de que Overkill se queda en mitad de la tabla. Como juego de Wii, en su día, fue un shooter on-rails divertido para dos personas, pero poco ha cambiado después de dos años y con una consola distinta. Te dará para una tarde de chorradas y cerebros desparramados, además de ostentar el genial honor de contar con la palabra "f**k" pronunciada más veces que cualquier otro juego.