Análisis de Rez Infinite

Esto de que un juego de Dreamcast vuelve a ser editado en una consola de nueva generación no ocurre todos los días, y cuando uno consigue dar el paso es fácil asumir que hay una buena razón para retomarlo. Rez Infinite nos ha dado la oportunidad de (volver a) jugar uno de los shooter rítmicos maestros, pero esta vez en PlayStation 4 y, si lo tienes, en Realidad Virtual con PSVR.

Esto, por sí mismo, será motivo suficiente para algunos jugadores o incluso una justificación para comprarnos el headset, porque Rez tiene un encanto particular. Muchos fans llevan años enamorados del estilo único de este clásico moderno de Tetsuya Mizuguchi. En este shooter on-rails rítmico hay detalles únicos que van saltando a la vista constantemente, pero sobre todo su estilo visual hipnotizante y su banda sonora activa, que te hace mover el pie sin darte cuenta.

La actualización llevada a cabo para PS4 ha sido a conciencia. Sigues siendo un cuerpo flotando en un paraje digital etéreo. Hay muchos tiros, pero Rez utiliza unas mecánicas en que te permite marcar hasta ocho enemigos y soltar solo una vez el gatillo para acabar con todos ellos al mismo tiempo. Hay poco movimiento, la mayor parte del tiempo te la pasas en un camino marcado, transpirando la ambientación mientras no dejas de gastar balas.

No es un título demasiado difícil y te lo puedes terminar en menos de dos horas, aunque una vez que llegas a la pantalla de créditos desbloqueas un modo de récord de puntuación por las cinco fases, un contenido extra en forma de modo de asalto directo y la "zona perdida", otro nivel que a su vez desbloquea la misión trance y un modo boss rush. Al final han logrado encadenar varias alternativas en torno al modo original que dan cierta profundidad y mucha rejugabilidad. Por último queda la pantalla nueva, Área X.

Pero, aun así, el juego base sigue siendo lo que de verdad importa. Incluso después de tantos años continúa dejándose jugar sin esfuerzo. Este shooter suave como la seda fue un adelantado a su tiempo y por eso hoy está al día. Aunque sea tan corto, su elegante diseño y su capacidad de inmersión invitan a volver a él una y otra vez, para empaparte un poco más de su atmósfera mientras buscas un récord un poco más alto.

Y en Realidad Virtual también funciona. En algunas secciones vas a tener que estar meneando la cabeza para poder fijar bien los objetivos, e incluso por la espalda, pero la mayor parte del tiempo solo tienes que preocuparte de buscar a tus víctimas en la parte delantera y, por tanto, de hacer pequeños giros de cuello. También puedes usar un mando Move si quiere o mover la retícula por la pantalla con el joystick analógico del DualShock. Sin embargo, el trabajo de movimiento mediante el sensor del headset es tan bueno y el sistema de descarga de artillería ha quedado tan afinado que nuestra recomendación es utilizar el primer formato. Es mucho más cómodo de lo que suena.

La otra novedad es ese Área X, que se puede jugar con o sin PSVR, como el resto del juego. Aun así, se nota que lo han hecho para demostrar lo que podría ser el futuro de Rez en esta nueva era y esta tecnología. La parte sobre raíles del original despeja el camino para un control más libre, puedes saltar adelante y volar por entornos 3D. Como en las secciones viejas, visualmente es intrigante a la vez que satisfactorio, por lo que encaja como un guante en el contexto.

Sin embargo, no podemos negar que nos quedamos con la campaña del original, sobre todo porque la naturaleza dirigida de sus cinco niveles hace que todo esté mucho más atado. Hubo un par de ocasiones durante la sesión de pruebas que perdimos el rumbo, e incluso en los momentos de orientación durante el vuelo aparecieron algunos síntomas de mareo y náusea. Pero lo conseguimos terminar y no fue un problema, ni por asomo como en otros juegos. En realidad, hay muy poco de lo que quejarse en este título, al contrario, su nuevo esquema de control invita a pensar en lo que podría ser Rez 2. Lo que sí nos cuestionamos es esta estrategia de lanzarlo con el hardware y a un precio tan caro, porque por mucho que nos guste el contenido es escaso.

El juego de Mizuguchi que tanto dio a este género ha envejecido de una forma fascinante y quienes nunca lo hayan probado lo sentirán actual y fresco. La mezcla de la banda sonora clásica con la música de la nueva zona combina a la perfección, y explota en tus oídos si tienes una buena salida de audio que aproveche el sonido 3D de PlayStation VR. Es ideal para mover el cuello en busca de objetivos y sin complicaciones por ese mundo fascinante. Rez Infinite es un gran juego y pega de forma sensacional con la Realidad Virtual.