Análisis de Tumble VR

Tenemos que empezar con una confesión, y es que nunca jugamos a Tumblr en PS3, por lo que no vamos a fingir que lo conocemos para este análisis y pedimos disculpas por adelantado si algo redundante para quienes sí lo hicieron. Es Supermassive Games quien ha dicho que lo que se presenta como Tumble VR es el original rehecho desde las cenizas para PlayStation VR, con muchísimos niveles y modos de juego nuevos nuevos diseñados para sacar partido a los entornos de Realidad Virtual. Tanto, que debe ser suficiente como para compensar comprarlo dos veces.

Tanto uno como otro son, por decirlo rápido, como un Jenga digital. Pero en lugar de tener que quitar bloques evitando que la torre se desmorone, aquí hay que ponerlos para construirla poco a poco, o para que encajen las piezas o para equilibrar plataformas y así según el modo. Excepto uno en el que tienes que usar explosivos para echarlo todo abajo, ese es distinto. La esencia es la misma bloques de madera combinados con habilidad y paciencia.

Su alma es de juego de puzles, por lo que te propone son retos de varios tipos. Hay una selección variada y bien planteada que consigue que estés entretenido durante bastante tiempo. Desde construir una torre de bloques de un peso determinado a algunos más complejos, como conseguir que una balanza no se venza usando figuras concretas. El mérito de Supermassive no está solo en haberlo diseñado sino en cómo el juego los vas soltando poco a poco para que tenga un ritmo adecuado.

Mientras estás jugando tienes como acompañamiento los comentarios chistosos de un pequeño robot flotante. Se calla bastante poco para darle algo de emoción y trata de hacer gracia. Desde luego que no está al nivel de compañías virtuales como la de Portal, y aunque a veces es un poco pesado, más o menos funciona.

En la transición a la Realidad Virtual teníamos la duda de cómo iban a funcionar los controles, y eso ha quedado bastante bien. Sirven tanto el DualShock como los Move, y aunque para el gesto de coger y soltar parecen más cómodos los mandos independientes, nos quedamos con la respuesta del compacto. Se usan para coger y soltar las piezas y, de vez en cuando, para rotar alguna plataforma y tener mejor visibilidad. El único problema no es su respuesta sino que hay veces que la zona de juego virtual es demasiado estrecha y te incomoda para poder una pieza desde donde más te apetece.

La combinación de número de puzles y modos de juego es, como decíamos, buena y aporta variedad. Pero no hay un nivel estándar de calidad que se pueda aplicar a todos ellos y, por desgracia, hay una parte que queda olvidada más bien pronto, como por ejemplo los que requieren el uso de láseres reflectantes. Para poder avanzar es necesario ir ganando medallas en las pantallas terminadas.

También hay un modo multijugador para quienes quieran jugar con amigos. Por supuesto, estos sin un set de Realidad Virtual y como rivales. No es el modo principal, pero al menos la opción está disponible. Como ocurre con algunos juegos de Playroom VR, al menos es esperanzador comprobar que hay estudios que buscan formas de incorporar a la escena a gente fuera de la burbuja virtual para que la experiencia no tenga que ser siempre tan solitaria.

En conclusión, Tumble VR es un juego de puzles divertido y relajante. Hay situaciones más complejas que pueden ponerte un poco en tensión pero como el título no busca eso las puedes pasar y olvidarlas hasta otro momento. La perspectiva de Realidad Virtual funciona en general, pero es cierto que da ciertos fallos de control y de posicionamiento que enturbian un poco las sensaciones. Es solo el inconveniente de esta nueva versión que marca el camino de cómo usar las físicas en este espacio.