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Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit

Análisis de Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit

Ash es el Príncipe de la Oscuridad. También es un conejo en descomposición. Y lo peor de todo, tiene graves problemas a la hora de contener su ira.

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Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit es un juego grotesco pero muy divertido del estudio parisino Arkedo. El protagonista no es el típico personaje de videojuegos: es un conejillo violento con tendencia a mutilar sierra en mano.

A través de una variada selección de escenarios coloridos y de muy buen ver, Ash se lanza a arrasarlo todo para saciar su implacable sed de venganza. ¿Sabes? Unos paparazzi han pillado a la criatura del demonio pegándose un baño con su patito de goma, y ahora las fotos están por toda Hellternet. La misión es sencilla: 100 monstruos han visto esas imágenes, así que 100 monstruos deben sufrir la peor de las muertes a manos de nuestro irritable conejo.

Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit

Es una premisa original y prepara el ambiente bastante bien para que nos embarquemos en una aventura de plataformas por las entrañas del infierno. La trama se va descubriendo mediante una serie de pantallas explicatorias. Arkedo pierde poco el tiempo con los preámbulos, así que pronto vamos al lío.

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Al principio, Ash está como vino al mundo, desnudito. Indefensos y cabreados, evitamos los primeros encuentros hasta que vemos a nuestro compañero constante, Nestor. Esta especie de calamar que hace de asistente nos equipa con una motosierra gigante, un arma que nos acompaña durante casi todo el juego, con el conejo dispuesto a rebanarle los sesos a cada uno de los monstruos que se crucen en su camino.

Hell Yeah! Wrath of the Dead RabbitHell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit

Gráficamente, se trata de un juego que sigue su propio camino. Se recuerdan otras excursiones por los fuegos del infierno recientemente, pero Wrath of the Dead Rabbit consigue mantener su distinción mediante una paleta maravillosa y unas animaciones bastante decentes. Existen varios tipos de decorados, desde las fogosas fosas del infierno hasta niveles espaciales inspirados en la ciencia ficción. En cada uno esperan monstruos únicos, y aunque la acción puede decaer de cuando en cuando, el ritmo de juego aguanta bastante bien.

Ese ritmo se apoya sin duda en una banda sonora ecléctica. En líneas generales encaja bastante bien, cada escenario con un estilo musical diferente, si bien es cierto que algunas melodías irritan después de un rato. No hay trabajo de voz en todo el juego, sino cuadros de diálogo en la parte inferior de la pantalla. Tener que pasar por cada texto puede ser algo frutrante, especialmente en algunos jefes avanzados que deberás probar varias veces. Lo suyo habría sido poner una opción de saltar todo esto.

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Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit

Enfrentarse al centenar de monstruos propone una variedad de desafíos diferentes. Algunos de los adversarios más complicados requieren varios reinicios hasta que los conquistas, mientras que otros caen a la primera. Es fácil seguir la pista de tu progreso, pues puedes comprobar exactamente cuántos monstruos te quedan visitando una isla-prisión donde los caídos van a trabajar.

Cada vez que te cargas un monstruo arranca un evento QTE: pulsa X o sincroniza el aporreo de un botón perfectamente para que tu enemigo explote de una forma (habitualmente) espectacular y desternillante. Los cuerpos se rajan y caen en pedacitos, los órganos explotan, enjambres de avispas pican; hay una enorme variedad de muertes. Muchas te sacarán la carcajada, pero algunas se repiten demasiado.

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Y también encontramos un montón de homenaje. En particular, hay más de dos guiños claros a Sonic. La influencia del puercoespín azul puede notarse de varias formas, especialmente en los controles del juego: directos y con buena respuesta. Ash tiene un movimiento de deslice bastante familiar que recuerda sin duda a las primeras aventuras de la mascota de SEGA. De hecho, el propio Sonic Team aconsejó a Arkedo sobre una versión temprana del juego. Hell Yeah! se juega muy bien, algo que maquilla sus pegas.

Pegas que no son significativas en tamaño o número, pero sí persistentes, y que acaban separando al producto de la grandeza.

El más notorio problema es que aunque Hell Yeah! es muy bonito, también es bastante plano. Sí, tiene su gran sentido del humor, pero la novedad se acaba pronto y te quedas con gags vacíos y con una historia que no hace lo suficiente para mantenerte enganchado. Quizás parte del humor se haya perdido en la traducción, nunca lo sabremos, pero el nivel de diversión del arranque no se mantiene después.

Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit

A un jugador dedicado no le llevará demasiado tiempo alcanzar el final, y tampoco hay mucho valor para rejugar, pues sólo tiene un modo de dificultad. Los entusiastas 'hardcore' de los plataformas que busquen un reto a su altura deberían pensárselo dos veces antes de comprarlo.

También encontramos algunos problemas técnicos que hay que destacar. Sorprende la cantidad de veces que el juego se atascó en mitad de un nivel. La acción va muchas veces a tirones cuando aparecen las tropas enemigas, o cuando se usa alguna de las armas/herramientas de la sierra de Ash. No es algo demasiado serio, pero sucede en suficientes ocasiones como para molestar.

Pegas aparte, hay mucho que admirar aquí. Arkedo ha creado una experiencia increíblemente jugable a la que solo le falta un poco de sustancia.

Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit

Si buscas un plataformas decentes para echar el rato en las próximas semanas, entonces deberías considerar Hell Yeah! Wrath of the Dead Rabbit. Es el juego perfecto para los que lo pasaron en grande con un poco de Sonic o Mario antaño, pero que luego han cambiado de géneros o consolas. Es bonito, se juega muy bien y no es tan tonto como para ensombrecer sus propios logros.

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07 Gamereactor España
7 / 10
+
Llamativo estilo visual, no se toma en serio a sí mismo, gran variedad de enemigos.
-
Poca sustancia, no invita a rejugar, el humor puede cansar.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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