Análisis de 007 Legends

Me encanta 007. Tengo todas las películas. Me he leído un par de novelas. Me gustaría ir al cine a ver Skyfall esta semana, de estreno. Por lo tanto, soy el tipo de persona que más fácilmente podría interesarse en adquirir 007 Legends, el nuevo juego FPS de James Bond realizado por los veteranos ingleses de Eurocom y producido por Activision.

Los créditos de apertura prometen. A Bond le dispara una colega por error, y acaba cayendo desde su precaria posición en un forcejeo sobre un tren de alta velocidad. De ahí, al agua y a un profundo coma. Con este juego buceamos en el subconsciente del agente, dejándonos llevar por la promesa de reencuentros refrescantes con viejos adversarios. Puede sonar como una premisa simplona, pero al principio aguanta sin problemas.

A través de cinco misiones basadas por encima en cintas clásicas, Bond se enfrenta a una colección de enemigos desde la tradicional perspectiva en primera persona. Films favoritos de siempre como Goldfinger y Moonraker se unen a pelis de segundo nivel como Muere Otro Día, Al Servicio Secreto de Su Majestad o Licencia para Matar (una sexta misión, inspirada en el largometraje Skyfall que se estrena pasado mañana, se podrá descargar como DLC en unos días, después del estreno). El Bond actual, el actor Daniel Craig, pone la cara a todas estas versiones del agente secreto más famoso de Gran Bretaña. De este modo, suplanta los papeles que Connery, Moore, Lazenby, Dalton y Brosnan interpretaran en su día.

Los puristas (como yo) pueden fruncir el ceño ante algunos de los cambios realizados en los diversos relatos. La idea que hay detrás de Legends es tentadora, pero la ejecución parece demasiado deshilvanada. Quizás han intentado condensar demasiado contenido en un solo disco. Es cierto que las líneas argumentales son reminiscentes de los films en los que se inspiran, pero se ha cortado o alterado mucho material para que encajen en el concepto del juego.

Las primeras apariencias no son nada desalentadoras. Los gráficos, aunque no son particularmente impresionantes, mantienen el tipo en un mercado plagado de shooters de estilo similar. El parecido de los personajes está genial. Pussy Galore tiene un aspecto estupendo, Goldfinger es un glotón y Odd Job parece... pues eso, Odd Job. Y es una tendencia que se mantiene hasta el final, cuando Michael Lonsdale repite en su papel de Drax y volvemos a ver a Jaws.

El diseño de niveles es bastante directo y sencillo, pero no ocurre nada especialmente dramático. Todo parece al pie de la letra y calculado al centímetro. La acción en rara vez se separa de la secuencia "ve allí, dispara, escanea, ve allá, dispara, repetir". Los decorados recuerdan a las localizaciones de las pelis, pero los objetivos en sí son simplones, y pese a contados momentos diferentes como un tiroteo en gravedad cero y una secuencia esquiando, no hay mucho que invite a re-jugar más allá de las misiones secundarias que se te escaparan en la primera vuelta al juego.

La acción típica con armas de fuego se complementa con unas partes de sigilo bastante básicas. Son pasables, pues te pegas a las sombras y te dejas los riñones para que no te pillen, y en ocasiones aparecen diversas rutas en el mismo escenario. Sin embargo, no parece que hayan explotado esta idea lo suficiente, porque el diseño de niveles no parece preparado del todo para este particular estilo de juego. Unas tropas miopes y una implementación demasiado sosa se cargan unas ideas interesantes.

Un detalle positivo es, al igual que Eurocom estrenó en GoldenEye 007, la forma en la que puedes recuperarte de un error cuando intentas pasar desapercibido. No funciona todas las veces, pero en ocasiones tropiezas con una patrulla y si actúas a toda velocidad puedes derribarlos antes de que suene la alarma. En estos momentos con el corazón a mil es donde emociona 007 Legends. Una pena que haya tan pocos.

Si bien es cierto que los tiempos de carga son considerables, el primer problema de calibre que interrumpe la diversión es el fenómeno 'screen tearing' (cuando la imagen se corta en tiras horizontales). Recibimos la versión Xbox 360 del juego y tuvimos problemas constantes con la calidad de la imagen. Si nos fijamos en la proximidad de la salida de 007 Legends respecto al estreno de 007 Skyfall, es evidente que aquí hubo prisas por salir antes de pulir ciertos asuntos técnicos esenciales.

Antes de que arranque la campaña hay que tener en cuenta varias cosas. Además de poder ajustar el nivel de dificultad, puedes adoptar un sistema de salud a la antigua (también como en GoldenEye), de esos en los que la 'vida' que te quitan no se recupera y para curarte debes encontrar botiquines. Para los fans de los shooter de la vieja escuela, es una opción muy interesante. Está bien que la ofrezcan aunque luego no se atreva todo el mundo a probarla.

Durante la primera misión nos introducen al combate cuerpo a cuerpo. Básicamente, se trata de una secuencia de QTE (mover los sticks en la dirección correcta y en el momento clave garantiza que golpees a tu rival en el punto débil). A veces te atacan con un arma, lo que requiere esquivar y contraatacar antes de poder desarmar al enemigo y seguir con los puños.

La primera vez que sucede este intercambio de golpes, queda bien. La segunda vez, un poco menos. A partir de ahí, cada vez que tienes que pasar por esta rutina banal se va haciendo más y más tediosa. La metedura de pata es que aparece una variante de este tipo de encuentros cada vez que te topas con un jefe y unas cuantas entre medias. Así, las peleas míticas con los villanos clásicos son aburridas, repetitivas y sin imaginación. Es uno de los fallos más graves y molestos del juego.

Las cinco misiones clásicas no son especialmente largas, y más allá de algunos momentos divertidos de acción sigilosa y el tiroteo frenético ocasional, no pasan demasiadas cosas en 007 Legends que no encuentres en otros shooter mejores, sobre todo en Call of Duty. Menciono esa franquicia porque parece que Eurocom toma nota de ella en muchas cosas. Si quitas las cosas únicas del universo Bond, queda una copia de CoD no demasiado buena.

Si aun así pretendes hacerte con 007 Legends, probablemente donde pases más tiempo es en los modos multijugador y en los desafíos. Cuando funciona, el multiplayer sube la calidad general del paquete un escalón. El combate recuerda sin duda a la locura que consiguió GoldenEye 007 Reloaded, y aunque hay mejores FPS ahí fuera, siempre encontrarás diversión arcade en los servidores de Legends. Eso sí: tendrás que sudar para encontrar partidas, pues de momento no hay mucho movimiento, ni siquiera en las playlists más populares.

Los modos de juego incluyen marcas de la casa como el Golden Gun y versiones del género como Conflicto y Conflicto por Equipos. Puedes jugar con algunos de los personajes legendarios que aparecen en la campaña, y es verdad que los mapas están bastante bien diseñados, si bien faltos de imaginación. No podemos decirte mucho sobre otros modos como Icarus o Escalation: por mucho que esperáramos, no llegaba nadie para jugar. Pero hay un buen puñado de modos, y si la gente se anima de verdad hay potencial para echar bastantes horas.

Los desafíos completan la oferta multijugador y campaña. Imagina las Spec Ops de Call of Duty y tendrás una idea sobre lo que persigue Eurocom. Hay misiones de escapatoria, defensa, infiltración y asalto listas para desbloquear, tanto para Bond como para las leyendas, y sacarlo todo te llevará mucha dedicación.

En las tres formas de jugar a 007 Legends, las armas de fuego están bien recreadas y pesadas. Hay una decente selección en el arsenal y además se pueden mejorar de varias formas. Cada una presenta un manejo definido, con unos cambios notorios según avanzas en el nivel. De hecho, otra vez como pasó con GoldenEye, las armas son uno de los puntos fuertes del juego.

Pero luego la Inteligencia Artificial enemiga no se decide. A veces parece que los malos están trabajando en equipo para engañarte, atacarte desde los flancos o retenerte con fuego de supresión, pero en otras ocasiones son increíblemente imbéciles, corren hacia las paredes como locos u ofrecen poca resistencia.

Estudiando todo esto, se hace complicado recomendar 007 Legends a su precio de salida. Es una 'build' hecha con prisas de un juego más bien mediocre, que encima se enfrenta a ofertas mucho mejores en el género. Quizás habría tenido piernas si hubiera salido en formato y precio digital, pero sigue estando demasiado roto y descuidado para justificar una inversión sustancial.

007 Legends termina siendo un juego decepcionante. Puede que a los fans de Bond les emocione recordar lugares clásicos del pasado de la franquicia, pero la mayoría, como yo, se quedarán fríos con los cambios narrativos y las sosas piezas bajo guión. Mientras esperamos el estreno de la misión final Skyfall poco después de la nueva película, lo único que podemos hacer es juzgar lo que viene en el disco: un trabajo mal acabado, peleas con los villanos que son un insulto y una experiencia multijugador con pocos activos.