Análisis de Portal Knights

Portal Knights es un título desarrollado por Keen Games que vio la luz hace unos meses en PC. Los usuarios de consolas han tenido que aguantar un poco más, pero la espera ha llegado a su fin. Portal Knights se suma a un género muy en boga, pues nos ofrece acción y construcción inspiradas en títulos como Minecraft o Stardew Valley.

Desde el principio, queda claro que el juego está destinado a un público infantil. Sus gráficos con colores vivos y el tamaño de la letra lo hacen ideal para los más pequeños de la casa. Las traducciones, por otro lado, no son precisamente buenas, aunque se agradece el esfuerzo. El aspecto sonoro, no obstante, no está a la altura del visual: la mayor parte del tiempo hay silencio; lo único que oímos son los efectos de sonido que se producen al realizar acciones. El juego tampoco incluye doblaje, así que leer resulta imprescindible.

Sin embargo, en contra de lo que propone su aspecto visual, es muy posible que los más pequeños tengan un problema con la estructura del juego. Como no hay un registro de misiones, son los propios jugadores los que tienen que buscar la forma de divertirse. Además, conseguir los ingredientes que necesitamos para crear distintos objetos requiere de una planificación que probablemente vaya más allá de la capacidad de un niño. Por ejemplo, los ingredientes que necesitamos para construir una mesa de trabajo están a tanta distancia unos de otros que es improbable que los encontremos si nos limitamos a seguir el camino principal tan difuso que nos marca el juego.

El universo donde se desarrolla Portal Knights está formado por pequeños mundos hechos de cubos que se conectan entre sí mediante portales de teletransporte. En cada uno de estos mundos, podremos enfrentarnos a los malos, escavar, cortar madera, construir cosas nuevas y realizar trabajos que nos encargará algún que otro personaje no jugable. Es cierto que prácticamente no hay límites, pero tampoco se nos dan instrucciones suficientes como para saber adónde ir y qué hacer. Es verdad que, para algunos, deambular por los mapas y encontrar objetos forma parte de la diversión, pero nos habría gustado que el modo historia estuviese mejor estructurado. A lo largo del juego también nos enfrentaremos con un puñado de jefes. El hecho de que no sean muchos es algo positivo en este caso por lo simples que resultan los combates. Se nota que los desarrolladores no han puesto tanta atención en ellos como en la parte de construcción.

Portal Knights cuenta también con un sistema de mejora de personajes. Antes de nada, debemos elegir el aspecto de nuestro protagonista y asignarle una de las tres clases disponibles. Los personajes de la primera clase emplean fundamentalmente la espada; los de la segunda, un arco, y los de la tercera son hechiceros. A medida que vamos ganando experiencia, podremos usar también armas y equipo de otras clases. De esta forma, nuestra elección inicial no limita la experiencia a largo plazo.

Además de jugar solos, el juego también nos permite pedir ayuda a nuestros amigos para construir y luchar juntos. Esta función nos parece genial y es la forma en la que recomendaríamos jugar, ya que, al carecer de un registro de misiones, estar solos acaba volviéndose monótono y aburrido.

Portal Knights es un juego de aventura y construcción entretenido, pero en el que son los propios jugadores los que tiene que buscar la forma de divertirse. Los gráficos y la localización dan a entender que es un título destinado a los más pequeños de la casa; sin embargo la estructura del juego en sí hace que resulte un poco complicado para los niños.