Análisis de Lawbreakers

El género arena shooter es un hueso duro de roer. A lo largo de los años, muchos pequeños estudios han intentado hacerse un hueco en este género que tiene el potencial para enaltecer con él al desarrollador que consiga dominarlo. Es, por tanto, la mezcla de los gigantes con mucho presupuesto y las ofertas indie potentes lo que hacen que haya competencia en el mercado. Es justamente ahí donde Cliff Bleszinski, de Boss Key Productions, ha decidido poner la primera piedra como desarrollador independiente tras dejar Epic Games (aunque en este caso con el respaldo de Nexon). Basándonos en lo que hemos visto hasta ahora del juego debut del estudio, Lawbreakers, tenemos todas las esperanzas puestas en que este shooter de ciencia ficción sobreviva y prospere.

Decimos "lo que hemos visto hasta ahora" porque a estas alturas es difícil hacer declaraciones con certeza. Los juegos pueden crecer en el entorno de los shooter online, como ha sido el caso de Rainbow Six: Siege, o al contrario de lo que le ha pasado a Battleborn, un éxito aparentemente seguro que acabó hundiéndose. El éxito reside en las manos de las comunidades que se construyen alrededor del juego. Lo que sí podemos decir estando el juego en esta etapa es que los cimientos que ha sentado Boss Key deberían asegurar que Lawbreakers no pierda oportunidad de mantenerse a flote, porque el estudio ha creado un buen juego, a pesar de que la propuesta se ha quedado un poco corta en el lanzamiento.

La obviedad de la que nadie habla es, por supuesto, el comienzo a medio gas que ha sufrido el juego tras lanzarse. Aún no hay muchos jugadores y esto repercute a la velocidad en la que se forman equipos. Aunque te asignen una partida rápidamente, seguramente te encuentres con que tienes que calentar un poco mientras esperas a que se unan más jugadores para cuadrar números. Es una pena, porque aparte de la relativa falta de contenido (de la que hablaremos en seguida), esta es la única queja seria que tenemos. Boss Key ha preparado un gran buffet, pero parece que a nadie le apetecen los sándwiches de gravedad cero.

De alguna manera nos recuerda al debut de Tintanfall, en el sentido de que parece estar aún en cueros si se compara con la calidad general de la producción. Al igual que en el primer título de Respawn, vemos el trabajo de un estudio capaz que está intentando encontrar su sitio. Boss Key hace su primera aparición con un lanzamiento que ofrece nueve clases jugables y solo siete mapas. No tiene modo oleada, no tiene campaña, solo multijugador por equipos basado en objetivos en cinco modos de juego diferentes. Para los que estén buscando algo un poco más "completo", puede que se encuentren con un problema.

La clave está en que el combate se desarrolla en zonas de los mapas donde las leyes de la gravedad se han visto trastocadas para permitir batallas flotantes y saltos de larga distancia. La fuerza de la gravedad es normal en muchas zonas, pero más o menos en el centro de cada mapa encontramos un área donde este cambio gravitacional obliga a hacer un cambio de estrategia. Es una mecánica inteligente, basándonos en los que hemos visto en otros shooters anteriores (se nos viene en seguida a la mente el coqueteo con el concepto de Halo: Reach) y cambia la sensación de la acción al mismo tiempo que ayuda a que Lawbreakers se desmarque de sus contemporáneos.

Las clases son muy importantes a la hora de definir la personalidad del juego. Hay nueve donde elegir, desde tipos innovadores en la lucha cuerpo a cuerpo a tanques descomunales con armas potentes. Nosotros tendimos más a las clases más robustas mientras íbamos cogiéndole el tranquillo, pero hay opciones más débiles para los que sean más expertos que nosotros. Creemos que habrá algo para el gusto de la mayoría de los jugadores, independientemente de la función que les guste cumplir en el campo de batalla.

Al igual que otros shooters de estilo similar como Overwatch y Quake Champions (por nombrar dos), cada clase tiene sus propias armas, únicas y bien compensadas, y hay emoción tras cada disparo (o patada, si es que consigues dar una). Hay pistolas, rifles y lanzacohetes muy gratos, todos complementados con un trío de habilidades que diferencian todavía más cada rol. Insistimos, todo parecía estar muy bien equilibrado en las partidas que jugamos, aunque no se puede negar que hay un meta que ya está evolucionando entre los mejores jugadores.

Todos los personajes tienen buena pinta. Hay dos divisiones y cada una tiene su propia versión de los roles. Además puedes personalizar a los personajes con skins desbloqueables con cajas de botín (que consigues cuando subes de nivel o que puedes comprar con dinero real). Aunque no haya nada especialmente particular o atrevido en cuanto a los diseños individuales, la calidad general es alta y todos los personajes están bien animados. Habrían tenido más personalidad y metas de haber contado quizás con un trasfondo más contundente, pero el juego no se llama 'Lorebreakers' y si quieres descubrir más de los personajes fuera del campo de batalla (algo que Blizzard ha hecho de maravilla con Overwatch), no encontrarás aquí los mismos ganchos.

Aunque hay un montón de estadísticas que seguir y cajas para abrir con el tiempo, lo que te mantendrá entretenido, o no, según sea el caso, es la variedad que encontrarás al jugar con los mapas, modos y clases. Los modos en Lawbreakers se basan en los tipos de juegos ya existentes con pequeñas alteraciones para casar con el escenario de gravedad cero, pero todos son directos y fáciles de usar. No cuesta mucho aprender los cambios tácticos de cada modo y la sensación que trasmite el mapa cambia ligeramente con los objetivos. Nuestro favorito ha sido seguramente Blitzball; el rey de la colina, dominación y las variantes de captura/defensa también eran buenas, y aunque normalmente nos gusta un modo todos contra todos directo, no lo hemos echado de menos.

No habría estado mal que hubieran lanzado el juego con un par de mapas más, pero esto es una cosa que Boss Key está planeando expandir a posteriori, y el hecho de que todos los futuros mapas (y modos y clases) no vayan a tener un coste adicional es una buena estrategia que seguramente debería de ayudar a que crezca la base de jugadores a la larga. Incluso queríamos más porque lo que ya tenemos es decente, con muchos niveles, un buen balance entre zonas abiertas y cerradas y características integradas para acentuar la jugabilidad de la gravedad cero. Las variaciones trasversales de las habilidades de las diferentes clases también influyen en el diseño inteligente del mapa, cambiando cada campo dependiendo del personaje con el que estés jugando. Es algo más en lo que pensar y a lo que acostumbrarte conforme juegas.

Gracias a esa implementación sensata del combate que desafía a la gravedad y algunas mecánicas de shooter muy gratas y receptivas, hemos disfrutado del tiempo que hemos pasado con Lawbreakers hasta ahora. Aunque huelga decir que aún hay mucho margen para que el juego crezca y se convierta en algo más grande y pulido de lo que es nada más lanzarse, lo que realmente necesita ahora es que lleguen más jugadores. Por supuesto hace falta más contenido para enganchar a los jugadores y que el juego encuentre su sitio en este espacio competitivo, pero esto no ocurrirá si no entran nuevas personas. Boss Key ha sentado las bases para este shooter ligero de ciencia ficción, pero para que tenga éxito y consiga una buena comunidad, necesitará construir por encima de esas bases.