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The Elder Scrolls V: Skyrim

Análisis de The Elder Scrolls V: Skyrim - Dragonborn

La nueva expansión de Skyrim pisa terreno de Morrowind para descubrir algo desconcertante y a la vez desafiante: hay otro Sangre de Dragón, y es increíblemente malvado.

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Después de varios meses de 'abstinencia', decidí volver a las tierras gélidas de Skyrim. La penúltima expansión, Dawnguard, extendió la experiencia durante algunas horas, pero la novedad no era tan grande. De Hearthfire, más bien un juguete, ya nadie se acuerda. Con Dawnguard recibí muy pocos lugares adicionales para explorar, mientras que la vida como vampiro no era especialmente satisfactoria, algo debido en parte a la necesidad de alimentarse. Además, las quest se centraban principalmente en el tema de los chupasangre, dejando de lado todos los aspectos inspirados en la mitología nórdica que caracterizan el mundo de Skyrim.

Por esto y por otros muchos sentidos, Dragonborn es una especie de renacimiento. Como el título de la expansión sugiere, nos encontramos una vez más en el centro de la saga del Sangre del Dragón. La campaña principal nos dejó con algunos personajes únicos: según el mito narrado por los Barba Grises, solo hay un Sangre de Dragón. Pues no, en esta última expansión de The Elder Scrolls V: Skyrim descubrimos que no es así: existe un segundo Sangre de Dragón, y es increíblemente malvado.

Y también poderoso como el que más. Un ex-sacerdote Draugr, siervo de los dragones, que se rebeló contra sus amos. Decidido a conquistar el mundo, este antihéroe nos envía un grupo de matones que intentarán poner fin a nuestra existencia. Después de derrotarlos descubrimos que vienen de Sostheim, una isla situada en el mar de la frontera norte de Skyrim, pero que pertenece al territorio de Morrowind.

The Elder Scrolls V: Skyrim
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Nuestra aventura, por lo tanto, comienza con un viaje a esta isla, donde encontraremos las típicas tierras gélidas de Skyrim acompañadas de arquitectura extravagante y una flora y fauna bien distintas a las del continente.

Es evidente que algo está cambiando en Solstheim. La gente se comporta de forma extraña y algunos habitantes tienen la intención de rezar y reconstruir los grandes templos, como si se encontraran bajo los efectos de alguna droga. Pronto queda claro que esa droga no es sino el hechizo de nuestro enemigo, por lo que el compromiso también se extiende a salvar a estos habitantes.

La premisa, sin duda, es tentadora. La trama es interesante y está bien hilada; no lo pasaba así desde la trama principal de Skyrim. Solo imaginar que hay un villano con nuestros mismos poderes es contagiosa, y reduce nuestro ego de "ser todopoderoso imparable" acumulado durante los dos últimos cientos de horas de juego a la de un niño perdido en el supermercado.

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Esa capacidad de hacernos "volver a empezar" es tal vez el aspecto más conseguido y destacable de esta nueva expansión, también aplicable a algunas pequeñas pero importantes novedades. En primer lugar, existe la posibilidad de adquirir nuevos gritos, uno de los cuales -ya muy debatido antes del lanzamiento de Dragonborn- libera la posibilidad de montar un dragón.

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Y lo cierto es que esta posibilidad no es tan grande como se esperaba. Puedes subirte a las criaturas, pero su trayectoria viene dada de forma autónoma por el dragón. En otras palabras, es como viajar en un avión con piloto automático, aunque exista la posibilidad de mirar hacia el suelo y escupir fuego. Es una novedad que, para muchos, seguro que resulta suficiente. Sin embargo, no habría que esperar la opción de jugar con un "simulador de vuelo de dragón", porque no lo es. Además, este nuevo grito no se puede usar en Skyrim, sino únicamente en Solstheim. Una pena.

La misión principal necesita un buen número de horas de juego para llegar al final. Además se ve acompañada de una gran cantidad de misiones que pueden extender la experiencia con la expansión más allá de las 30 horas. Nada comparable a los cientos de horas echadas en Skyrim, pero aun así es un buen resultado.

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Dragonborn es la mejor expansión de Skyrim. Cierto es que replica la calidad del juego principal, aunque el precio de 1600 puntos Microsoft se antoja bastante caro para un DLC así. Sin embargo, si quieres vivir una nueva aventura con un guión muy interesante y crees que ya se agotó tu largo tiempo en Skyrim, Dragonborn y su isla te satisfarán.

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08 Gamereactor España
8 / 10
+
La nueva historia está genial, nuevos gritos por aprender, una nueva tierra que explorar.
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Relación cantidad/precio al lado del juego principal, el vuelo de los dragones es algo decepcionante.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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