Análisis de Joe Danger: Special Edition

Hay algunos entre nosotros que carecen de esa vocecilla dentro de su cuerpo que siempre nos dice "esto podría no ser una idea muy inteligente" cuando vamos a hacer algo peligroso. Durante los 70, uno de esos hombres, Evel Knievel, llegó a la fama con sus saltos mortales y su capa, y el videojuego equivalente a lo que hizo Knievel se llama muy apropiadamente Joe Danger.

Es un amiguete que lleva una moto que controlas a través de niveles coloridos y con un diseño de locos. Ese es el concepto principal. Joe ha sido víctima de un accidente laboral, pero ha llegado la hora de su retorno, un tour encima de enormes autobuses, trampas para ratones descomunales o piscinas repletas de tiburones.

Al principio, los controles son facilísimos: aceleras en las rampas con el gatillo derecho, pero más pronto que tarde se van añadiendo nuevas capas al control hasta que has usado casi todos los botones del mando, pero sin que parezca demasiado complicado. El manejo recuerda a Trials HD, pero nuestro colega temerario es mucho más fuerte y realiza aterrizajes de lo más increíble.

Mientras que Trials HD requiere atención al detalle, equilibrio y mucha paciencia, Joe Danger: Special Edition levanta mucho más la mano. Los controles pronto se hacen familiares e intuitivos. Y aunque tiré el mando más de una vez, siempre tenía más que ver con mi habilidad como temerario arcade que con un manejo realmente preciso.

Si Evel Knievel aún posee el Guinness por los 433 huesos que se rompió durante su carrera, el virtual Joe Danger tiene poco que envidiarle. Hay algo de prueba-error en este juego, un factor que podría no gustarle a algunos, pero los elementos adictivos lo ocultan rápidamente, por lo que hasta los más impacientes (como el que escribe) re-jugarán los niveles más complicados hasta 'clavarlos'. Es una función bienvenida eso de re-comenzar el nivel con sólo pulsar el botón Atrás, algo que harás muchas veces en los últimos niveles.

Según conduces, vas recogiendo distintos elementos como nueces, cartas y monedas, que se traducen en estrellas al finalizar cada prueba. ¿Para qué las quieres, dices? Pues para liberar aún más niveles.

La moto de Joe tiene un turbo que se activa con el botón A. Con este impulso puedes atreverte con saltos gigantes en los que puedes ejecutar largas cadenas de trucos. El turbo necesita recargarse, algo que también consigues haciendo pequeños truquitos, como los caballitos. Algunas veces sólo podrás acabar el nivel si usas el turbo como es debido.

Además del modo carrera, puedes probar tu habilidad en la modalidad multijugador, por desgracia limitada al juego local en pantalla partida. Con más de diez niveles hay mucha diversión con colegas, aunque habría estado genial que incluyera juego online con Xbox Live.

Otra función a destacar es el editor de niveles, con el que puedes crear desafíos extremos para disfrutar con un amigo. Hay un montón de objetos para construir los niveles y, esta vez sí, se pueden compartir online.

Joe Danger vio la luz por vez primera en junio de 2010, para PlayStation Network, como oferta exclusiva, así que ahora viene con algunos extras. En esta ocasión puedes acceder al Laboratorio, básicamente una zona de juego libre donde aprender nuevas habilidades. Pronto te retarán con nuevos niveles de puzle, en los que usas este editor para reconstruir los desafíos de forma que puedas terminarlos y recolectar todos los objetos de bonus. Es una aportación genial para un paquete que ya era excelente.

¿Hay puntos negativos? Bueno, después de la primera hora de juego con colegas, pronto surgieron los comentarios sobre la banda sonora. Al principio no me lo tomé muy en serio, pero después de jugar con auriculares y escuchar los sonidos retro de los 70 durante un buen rato, es cierto que agobia. Secuencias de sonido cortas y repetitivas, y no creemos que quieras pasar mucho tiempo en los menús.

Knievel murió mientras dormía a los 69 años en Florida, en 2007, pero Joe Danger ha muerto mil y una veces en nuestras manos. Es un juego descargable increíblemente bien realizado y muy adictivo, un nuevo esencial para los usuarios de Xbox 360.