Análisis de Star Trek - opinión de un fan

Cuando Chris Pine y Zachary Quinto se pusieron en la piel y trajes de James T. Kirk y Spock, para algunos pareció demasiado. ¿Tiene que ser Kirk tan temerario todo el rato? ¿Y Spock tan cerrado de mollera? Sus personajes parecían terriblemente planos. No obstante, el resultado final fue realmente fuerte. El film que hacía de 'reboot' contó con varios grandes momentos y el proceso de redescubrir a la tripulación resultó un placer. Este juego construye sobre aquel reinicio, pues revela un nuevo episodio en las aventuras del famoso dúo, y por tanto la trama se centra completamente en la dinámica Kirk/Spock. Es un intento por hacer algo más atractivo que la típica licencia para sacar tajada, un esfuerzo por conseguir una gran aventura cooperativa protagonizada por dos héroes icónicos.

Pero ya nos hemos plantado ante una contradicción. ¿Cómo puedes contar una historia contundente ambientada en el universo Star Trek centrándote tanto en sólo dos personajes? Algo no encaja. Y lo que es aún más raro, los dos miembros más importantes de la tripulación van a todas estas misiones peligrosas solitos, mientras que el resto espera cuidando la Enterprise. Por supuesto verás a Scotty, Bones, Uhura, Chekov y Sulu en el juego, pero sólo están ahí para rellenar, de fondo.

Pese a todo esto, Paramount Pictures y Digital Extremes consiguieron montar una historia verídica. Devolver a los Gorn puede no haber sido un escandaloso momento de genialidad, pero los personajes resultan creíbles y la actuación vocal es excelente. Todo el encanto de Star Trek se ha capturado realmente bien en este aspecto. Por desgracia, es lo único en lo que sobresale este juego, y como seguidor apasionado de Star Trek quería de veras darle una oportunidad, pero al final terminé del todo decepcionado.

Los personajes de Star Trek solo lucen bien mientras están quietecitos. En cuanto empiezan a correr o a gesticular con sus rostros, caen en el saco del humor involuntario. Claramente, hace falta algo más que unas instantáneas decentes y unas secuencias pre-renderizadas para darle a un videojuego la sensación cinematográfica que persigue el estudio. Las caras parecen unos trabajos de botox chapuceros con incómodas y repelentes expresiones faciales como resultado. En cuanto el juego intenta transmitir emociones fuertes o tensión, vuelve a convertirse en el festival del humor.

Mi 'glitch' favorito en el peor de los sentidos es el empeño constante de tu compañero co-op manejado por la IA por intentar seguirte el paso. A veces corre en la dirección equivocada, otras contra las paredes y en una ocasión se quedó encajado en el techo, dando patadas al aire. Los comportamientos de la IA me recuerdan a unas hormigas correteando despavoridas. Es un rollazo esperar a que la máquina se percate de que nos encontramos en su camino o de que hay un muro en medio. Pero casi todo el rato el compañero de la IA se queda atrás y evita tu ruta, y sólo viene corriendo cuando le reclamas.

Porque, gracias a Dios, al menos tu colega obedece tus órdenes. Hay acciones específicas co-op en las que te hace falta, y aparece de la nada para acatar tus comandos. Si es una tarea un poco más complicada, el compañero hace su parte sin que tengas que preocuparte por nada. Imaginamos que en estos casos sigue un script en lugar de IA real. Si bien no acabamos frustrados o enfadados por una IA desastrosa en estas acciones, sigue siendo muy decepcionante por seguir un guión.

Naturalmente, también puedes jugar con un colega humano. Si lo haces en la misma consola, sin embargo, no puedes escoger misiones individuales, sino que tienes que seguir la aventura completa sí o sí. Si juegas online vas capítulo por capítulo, pero no fuimos capaces de encontrar una partida durante nuestras sesiones de juego para este análisis; es completamente posible que el juego en línea estuviera desactivado. Respecto al juego a dobles y las situaciones, siempre imaginé que tendría mucho más peso y aliciente que lo que he encontrado aquí, ya sea con un humano o con un compañero de IA.

El juego presenta acción y mecánicas bastante variadas. Parece que Digital Extremes quería seguir el ejemplo de Naughty Dog y la fórmula de Uncharted, mezclando a partes iguales historia, acción y habilidad. Sin embargo, cada uno de los componentes se queda muy corto y fracasa. Las escaladas son increíblemente lentas, y en ocasiones el juego se queda tonto y no se entera de qué estamos haciendo, reaccionando de forma extraña o haciendo caso omiso a nuestras pulsaciones. Y cuando intentamos saltar precipicios, las cosas se ponen mucho más feas. Aun así, existen algunos mini-juegos bastante buenos sobre descifrar códigos y 'hackear' ordenadores, y podemos usar el Tricorder para escanear y en ocasiones interactuar con objetos.

Entonces no es que haya falta de ideas, sino que estas ideas no se han realizado, explotado y pulido por completo. Y en cuanto empezamos a celebrar la introducción de un mecanismo de portal bastante majo, un agujero en el suelo muestra su feo rostro y por alguna razón irrita tanto a nuestro personaje que directamente se niega a bajar la escalera. Entonces, cuando por fin podemos probar las armas de la Enterprise, descubrimos que mejor se habrían quedado en poder de Pavel Chekov.

Aquí es cuando la decepción te impacta del todo. Considerando todo el potencial, es una pena. Tanta variedad, tantas ideas... y ninguna de ellas aprovechada. ¿Cómo nos podemos ilusionar con una función de fase que desintegra los cuerpos de nuestros enemigos para que no nos detecten, si podemos ponernos delante de sus narices sin que se enteren?

Hay momentos tan absurdos en Star Trek que mejor los olvidamos cuanto antes. Los Gorn, por ejemplo, suelen tener cola. Como un perro inocente, estas colas suelen quedarse fuera de la cobertura, delatándoles cuando se esconden y poniéndoles a tiro. Y si de verdad te pones serio e intentas plantear una aproximación sigilosa y pasar una sección sin que te pillen, ten claro que tu compañero IA pasará completamente de tus esfuerzos. Ah, y algunos enemigos sólo reaccionaron cuando les dimos un tiro...

Con la ayuda del Tricorder podemos registrar lo alarmado que está un enemigo. Esto viene bien cuando intentas colarte inadvertido; escóndete unos segundos y mira cómo los enemigos vuelven a un estado normal. Pero en una ocasión no fue posible, pues ni siquiera nos habían visto, como estábamos ocupando el conducto de ventilación encima de ellos. La suerte quiso que se quedara atascado en una pared, así que Kirk y Spock pudieron bajar desapercibidos. A veces, dos errores suman en un acierto...

Además de la penosa inteligencia artificial y los controles incómodos, los gráficos mediocres directamente nos parecieron del pasado. Los Gorn vienen de la serie original, pero aunque tuvieran un papel importante entonces, su estética simplona sesentera es un bajón hoy en día. En cierto modo, su look encaja con las rígidas animaciones de los personajes. Hay un ambiente agobiante de principio a fin, y los tiempos de carga son un completo pelmazo.

Star Trek disfrutó de un regreso estelar a la gran pantalla en 2009. El 'reboot' con un reparto joven interpretando a personajes familiares en un universo modificado fue una sorpresa bienvenida. Paramount Pictures se atrevió a ir donde muchos otros han ido antes, pues trabajaron durante tres años en un videojuego -al menos es lo que el productor Brian Miller nos ha repetido en las entrevistas una y otra vez-. Con el juego final en nuestra consola, es complicado creer que este haya sido el caso realmente. Un montón de ideas con un potencial desaprovechado y unos problemas bastante graves e ignorados han estropeado la experiencia.

Este último videojuego de Star Trek tiene tantos fallos que al final es complicado no tildarlo como otro churro de videojuego licenciado. Me fastidia decirlo, pero si eres un Trekkie, será mucho mejor que pruebes Star Trek Online si no lo has hecho ya: una sólida experiencia free-to-play.