Las consolas de Sony se han querido caracterizar desde hace tiempo por alojar juegos experimentales y hasta cierto punto extraños bajo su tejado. Esta inclinación ha derivado en bastantes ocasiones en experiencias únicas y maravillosas. Puppeteer es uno de esos experimentos, desde hoy disponible para PlayStation 3.
Se trata de un plataformas de desarrollo lateral que cuenta la historia de un chaval cuya alma ha secuestrado el malvado Rey Oso de la Luna. Little Bear, que es como se llama el nuevo monarca, se las ha arreglado para derrocar a la Diosa de la Luna y aprovechar sus nuevos poderes para robar las almas de los niños, convirtiéndolos en marionetas de madera. Este malo malísimo se dedica a absorber la energía de las almas robadas y luego pone a trabajar a los títeres en su ejército personal. Pero todo esto va a cambiar pronto, pues Kutaro, nuestro héroe, se hace con las tijeras mágicas de la Diosa de la Luna (las Caliburs), y con la ayuda de las Brujas de la Luna, los Piratas de la Luna y las Princesas del Sol, se aventura en un viaje por salvar la luna, su alma y el resto del universo de los perversos planes del Rey Oso de la Luna.
Como podrás imaginar, es un trabajo en el que estaba permitido que los desarrolladores desmadraran su imaginación. Recuerda a un libro clásico de aventuras para niños con un toque oscuro, y esto es justo lo que pretendía el Sony Japan Studio. El juego sucede sobre un escenario en el que la utilería, el decorado y los personajes se presentan de la forma más teatral. Los efectos son muy acertados y convincentes, en ocasiones sorprendentemente buenos, y si tienes la suerte de contar con una TV con 3D, podrás sacarle algo más de jugo a esta presentación. Las marionetas saldrán de la pantalla y en ocasiones tendrás que pensar dos veces si no estás viendo un espectáculo de títeres de la vida real.
Aparte de un argumento que recuerda a alguna joya de los libros para niños, es evidente que todo el juego se ha creado con la idea de que lo pueda disfrutar toda la familia. A Kutaro le sigue un ayudante durante la aventura, un personaje que puedes controlar tú mismo con el analógico derecho o un segundo jugador con otro DualShock 3 o con un mando PS Move. Este ayudante no puede recibir daño, y por lo tanto se convierte en un candidato ideal si un miembro de la familia más pequeño quiere apuntarse a la experiencia sin entorpecer al jugador principal. Funciona muy bien, si bien los jugadores experimentados verán que esta especie de juego cooperativo reduce aún más el reto de lo que ya es un juego bastante facilón.
Pero la duración no está nada mal. En total, existen siete actos que consisten en tres niveles cada uno, que a su vez nos llevaron media hora por cabeza. Los niveles cuentan con una longitud ideal para jugar por la noche antes de que sea la hora de ir a la cama para los más peques. Una vez se completa la historia, la oferta esconde un buen puñado de razones para volver, en forma de objetos coleccionables y libros de ilustraciones para conocer el trasfondo de los personajes.
Puppeteer es un juego genial. La historia es emocionante, repleta de humor y encanto para todas las edades, y su forma de juego también aguanta el tipo y nunca se pone demasiado frustrante ni provoca dudas sobre qué hacer a continuación. Es una elección excelente para las familias que buscan una experiencia para compartir, y también muy indicado para jugadores poco experimentados. Dicho esto, los jugadores veteranos no deberían dejarlo pasar, pues sólo su historia y presentación bien lo merecen.