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Battlefield 4

Análisis de Battlefield 4

DICE cumple y ofrece su "campo de batalla" más épico hasta la fecha. Probamos varias versiones del juego para decidir un veredicto.

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Es el año 2020. Los Estados Unidos y Rusia no dejan de lanzarse ataques en un conflicto bélico que dura ya seis años. Una China corrupta está a punto de unir fuerzas con los rusos, al tiempo que el hostil almirante Cheng pretende asumir el poder. Parece el final de los EEUU de América tal y como los conocemos. Una fuerza de misión especial denominada Tombstone termina destinada a Asia para garantizar la supervivencia del honrado líder Jin Jié. Aquí entramos en acción.

En la piel del sargento Daniel Recker, me enfrento a medio continente a pie, en tanque o en barco, liberando mi capacidad para el gatillo fácil. Chinos y rusos muerden el polvo conforme mi escuadrón encara situaciones a priori insuperables. Atacamos buques que se hunden o edificios que se desploman, atravesamos campos patrullados por montones de tanques, nos fugamos de una prisión rusa, combatimos contra feroces helicópteros en mar abierto durante la campaña. Por cada minuto tranquilo que pasa, llega una escena de acción extremadamente intensa para volver a subir la adrenalina.

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Así es como se desarrollan las campañas de los juegos Battlefield. Acción pura y dura, con elementos que cabría esperar en el género emparejados con pequeños y superficiales pedazos de sigilo en lo que al final se percibe como un mero calentamiento antes de la hora de la verdad: el multijugador. Battlefield 4 no es una excepción en este sentido. La campaña entretiene como esperábamos; es divertido pegar tiros y volar cosas por los aires, pero a la experiencia no le habría venido mal una narrativa más contundente o unas mecánicas refrescadas. De hecho, deja cierta sensación de déja vù de principio a fin, y no es muy difícil adivinar qué va a ocurrir a cada momento.

Suele haber tiempo para reconocer una zona antes de ejecutar la ofensiva. Gracias a unas gafas muy sofisticadas, puedo detectar las posiciones de los enemigos y marcarlos, de modo que aparecen en el mini-mapa. También tengo la opción de ordenar a mi escuadrón que centre su atención en un grupo concreto de enemigos, algo que tiene el potencial de ser realmente útil, pero no tanto durante la fase de planificación, pues los enemigos no mueren de un tiro, sino que se esconden en las coberturas cuando comienza el tiroteo. Olvídate de jugar a esto como jugarías a Ghost Recon: Future Soldier. Estos comandos sirven para cuando estás en un embrollo o cuando el fuego de cobertura desde una dirección concreta te servirá para avanzar en retirada.

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La naturaleza lineal y bajo estricto guión de la campaña en solitario se hace evidente cuando se supone que debes emplear el sigilo y colarte de forma sigilosa. Cuando dos soldados enemigos entablan una conversación y uno de ellos sale andando, está demasiado claro que DICE me está pidiendo que me cuele y me cargue al que se ha quedado solo con mi cuchillo. No hay demasiada recompensa cuando te das cuenta de que estás ejecutando una pieza preparada.

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Y cuando me meto en algún problema, rara vez supone más reto que esconderme en alguna cobertura durante unos segundos para recuperar la salud. Hay montones de munición en cajas que están muy a mano, con las que también puedo cambiar de arma. Hasta el final de la campaña no encuentro desafíos que realmente pongan a prueba mi conciencia táctica. Eso quitando una misión de tanque al principio en la que caigo una y otra vez hasta que juego con extremo cuidado.

Ya sé que todo esto sobre la campaña suena muy negativo, pero como me lo pasé bastante bien, tengo que acabar con un punto positivo. Cumple con su cometido, ofrece unas siete horas de ocio rimbombante y sirve de buen calentamiento para el multijugador, y eso no está nada mal. Si hubiera presentado un diseño de juego más experimental, quizá habría sido a costa del multijugador, por mucho que me hubiera gustado encontrar algo un poco más inesperado.

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El multijugador, por otro lado, es tan sólido, épico y grandioso como puedas soñar. DICE no miente cuando dice que tiene algo para todo tipo de jugador, y se nota que han invertido una tremenda cantidad de atención a cada detalle, por minúsculo que sea, que conforma estas descomunales batallas. Las opciones abarcan desde pequeños ajustes, como silenciar tu arma o escoger el color de tu camuflaje, hasta la realmente transformadora posibilidad de volar toda una presa que evita que un pueblo quede inundado. Todo esto, mientras 64 jugadores experimentan las consecuencias de tus acciones visualizando 60 imágenes por segundo y escuchando un paisaje sonoro sin parangón.

Si te gusta el estilo de Battlefield, no te decepcionará Battlefield 4. Encontrarás todo lo que esperas y más. El arsenal de armas es completamente personalizable y parece bien equilibrado (hasta el momento no hemos notado desequilibrios injustos), con una selección de instrumentos letales que presentan sus propias ventajas e inconvenientes. Algunas de estas diferencias en comparación se notan a la primera, mientras que otras van apareciendo con las horas, pero en toda la colección hay una o dos armas favoritas para cada jugador. Y todos los sonidos que producen se ven afectados por el entorno, lo que presta algo más de autenticidad a la experiencia si cabe.

Y que no se nos olviden los vehículos. Como ya sabrás, hay transportes de todo tipo, y junto a los múltiples modelos de tanques, jeeps, todoterrenos, helicópteros y cazas aéreos, se ha invertido un esfuerzo especial en las embarcaciones. Es algo que encaja muy bien con la franquicia, tanto que, tras el primer derribo de un bombardero desde una barca armada, cuesta imaginar cómo había sido Battlefield hasta ahora. Los vehículos también son personalizables en todos sus aspectos, desde el color hasta el armamento y el blindaje. Es un proceso rápido y fácil de hacer en medio de una partida, de modo que ofrece potencial para buenas réplicas tácticas.

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Los diez mapas disponibles con la edición estándar se adaptan al modo de juego que estés jugando. Modalidades épicas como Conquista, Dominación o Asalto aprovechan la totalidad del mapa casi todo el rato, mientras que modos más intensos como el inspirado en Counter-Strike Desactivación se despliegan sobre áreas más reducidas. Sin importar la forma de juego escogida, los escenarios destructibles alcanzan un nuevo nivel en Battlefield 4. Ahora hay oportunidades mucho mayores que volar edificios o derribar muros. En Flood Zone puedes derribar una presa para inundar un pueblo hasta tal punto que tiene más sentido subirse a una barca que a un tanque. Abrirte camino entre edificios a pie también queda descartado, pues las calles están completamente cubiertas por el agua.

En varias ocasiones me encontré sobrepasado en potencia de fuego mientras me cubría en un edificio, para luego saltar al agua y, encima, vérmelas cara a cara con un capitán y su fiel ametrallador. Para sobrevivir, decidí bucear y luego nadar hasta la casa al otro lado del río. Conseguí subir hasta el piso superior y disparar con el lanzacohetes contra la embarcación, ahora convertida en una enorme desventaja. Todo sucede de forma orgánica, para todos los jugadores al mismo tiempo, y esta escena escena podría resumir lo que puede ser Battlefield en pocas palabras. Nunca alcanza las mismas proporciones épicas en PlayStation 3 o Xbox 360, algo que lamentablemente tiene que ver con la cantidad de extras que se encuentran en PC y PS4. No sólo es algo que se aplica a los gráficos -también, lógicamente- sino por ejemplo al número de jugadores, la mitad en las consolas 'viejas' (32 en lugar de 64).

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Lo que sí comparten todas las versiones es el Modo Comandante, que se puede controlar desde un ordenador o tableta. Es una modalidad de juego en la que tienes más influencia sobre el resultado que el típico soldado, pero no gastaré ni un segundo en este modo hasta que no cuente con un montón de amigos en el equipo que tengo que comandar. Durante mi sesión de review di órdenes, envié vehículos aéreos no tripulados, contrarresté los UAV enemigos y lancé misiles con mi iPad mientras contemplaba la devastación en las pantallas de mis camaradas. Si hubiera jugado sentado en casa tranquilamente no habría significado ni la mitad de diversión, pero cuando juegas con amigos en la misma sala aporta una nueva dimensión a la experiencia.

La novedad de esta entrega con el modo Desactivación parece dirigida a los jugadores que prefieren el ritmo más alto de la serie Call of Duty. Equipos de cinco se enfrentan en rondas rápidas en las que hay que plantar o defender una bomba, y sólo cuentas con un intento, pues no hay reaparición. Las partidas breves e intensas se despliegan en zonas reducidas y sirven de 'break' respecto a los otros modos de juego más estratégicos y épicos. En mi opinión, creo que el diseño de niveles no es el idóneo para este tipo de partidas. Te suele pillar desprotegido algún aburrido 'camper' que lleva todo el rato escondido en una caseta, y luego hay que esperar otra oportunidad para vengar tu muerte, cabreado y con el orgullo herido.

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Prefiero jugar al parecido (y nuevo) modo de juego Obliteración, en el que equipos de 32 jugadores resuelven a tiros y puñaladas el control de una bomba que se usa para volar diversas posiciones del mapa, que a su vez hay que defender o atacar dependiendo del equipo que te toque. Aquí es donde el lazo con mi equipo es más fuerte, de modo que probablemente sea el modo al que me veáis echando más horas a partir del lanzamiento. Ir a toda prisa con la bomba, rodeado de 31 compañeros que trabajan en pos del mismo objetivo, es sencillamente diversión de alto nivel. Aquí es donde viene muy bien el Modo Comandante, pues por ejemplo un certero misil o la opción de caer en paracaídas en un punto concreto del mapa desde el menú de reaparición puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota.

Ya ha tenido mención, pero merece una segunda. El sonido es del mayor nivel que hemos encontrado en un videojuego, lo mejor que puede ofrecer el sector hoy en día. Battlefield 3 fue igualmente impresionante en este sentido, y ahora Battlefield 4 se erige como candidato al mejor audio de 2013. El apartado sonoro es de enorme importancia cuando 32 rivales se ciernen sobre tu posición desde todas direcciones. El excelente sonido me permite tener todo bajo control. Escucho inmediatamente si un tanque se aproxima por la espalda, si un vehículo amenaza desde tierra o mar, si en realidad va a por mí o simplemente resulta que se dirige hacia la misma dirección. Puedo notar la diferencia cuando Flood Zone queda inundada por el agua... incluso puedo notarla en cada disparo de mi Scar-h, cuando el viento arrecia en Paracel Storm. Es un gran avance desde Battlefield 3, y eso es ya mucho decir. Impresionante.

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También supone un salto en cuanto a gráficos. Quizá no nos sorprenda tanto como Battlefield 3 hace dos años, pero está claro que DICE está sacando todo el jugo posible de su tecnología Frostbite 3 al tiempo que la evoluciona. El contraste en los escenarios -antenas color terroso rodeadas por bosques verde oscuro y sombrías cuevas con brillante nieve blanca- tienen mucha culpa de nuestro asombro. La versión PlayStation 4 es la que más impresiona, y con ella advierto la importancia de la transición generacional en el salón de casa. Pero hablando objetivamente, la versión de PC triunfa en el apartado visual.

Podría seguir y seguir hablando sin parar de los méritos de Battlefield 4. Describir los mapas al detalle, recordar cómo me tiré una hora combatiendo por la mejor posición en un edificio en ruinas, o contaros cómo partí la pana (o al menos eso es lo que me gusta pensar) cuando piloté un helicóptero sobre un punto crítico en Shanghái con cuatro compañeros de equipo a bordo disparando contra los enemigos en tierra. Pero no hace falta explicaros todo eso, ni nada más. Baste con decir que Battlefield 4 propone la experiencia mejor acabada y con mayor capacidad de inmersión en la historia de la franquicia. Nadie puede salir de este juego decepcionado, a no ser que se centre en el modo en solitario.

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09 Gamereactor España
9 / 10
+
Gran variedad. Gráficos deslumbrantes. Asombroso sonido. Geniales opciones para personalizar tu experiencia. Muy bien equilibrado.
-
Campaña en solitario bastante floja.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Oskar Nyström

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