Análisis de Grand Theft Auto: San Andreas para iPhone e iPad

"I don't give a fuck if you like this or not, I'll be fucking smokin' you if not, foo."

A diálogo de este calibre te expones cuando arrancas el que podría denominarse como uno de los videojuegos 'sandbox' más queridos de la historia.

Si no te va ese tipo de vocabulario probablemente no vayas a disfrutar de Grand Theft Auto: San Andreas tanto como podría indicar la nota que puedes ver bajo estas líneas. Por supuesto, también puedes optar por no tomártelo demasiado en serio y disfrutar del resto del juego por lo que es: uno de los primeros juegos de ciudad abierta verdaderamente bien hechos.

Y me atrevo a decir esto por mucho que San Andreas también represente todo lo que está mal en la serie GTA. En Rockstar son muy buenos capturando el zeitgeist, como por ejemplo hace Grand Theft Auto V burlándose de las tendencias que vemos hoy en día. Quizá por eso encuentro mucha más diversión en otro juego 'sandbox' de R*, Red Dead Redemption, al jugarse desde otro ángulo. Porque para pasarlo genial con San Andreas debes asumir su mismo enfoque, verlo como un viaje atrás en el tiempo.

Cada episodio de la serie GTA viene con una buena ración de improperios, personajes estereotípicos e historias muy banales. Te encuentras rodeado constantemente por gente muy cabreada, el odio se respira en el ambiente y queda la sensación de que sólo puedes hacer el mal. Es un poco triste si piensas en ello. Es una cualidad de la serie que no me gusta nada, pero aun así estoy pendiente del lanzamiento de cada entrega. Desde el punto de vista técnico poco nos podemos quejar, con la excepción de que, en ocasiones, Rockstar intenta exprimir demasiado el hardware, con problemas de tasa de imágenes como resultado. Eso ha pasado con cada juego desde que la serie abandonara la presentación 2D.

GTA III fue el primer juego de la serie en ofrecer un mundo 3D. Hasta entonces, se trataba de un juego 'sandbox' de vista cenital, sobre las calles de la ciudad. La segunda entrega 3D, Vice City, tocó todas las teclas correctas con su ambiente clásico de Corrupción en Miami y su humor grotesco. Pero con GTA: San Andreas la cosa se puso más seria.

Lo que parecía actual hace una década queda ahora mucho más vacío. Los clichés de los raps de la MTV están pasados de moda. Pero sinceramente, no me hizo mucha gracia en su día y lo mismo pasa ahora. Todo esto si presto atención al diálogo y la trama. Si dejo estos elementos fuera, mi experiencia es completamente diferente. Simplemente, tienes que sintonizar esa parte del cerebro que disfruta de la letra del juego. Una vez lo consigas, te convencerá todo el parloteo de Big Smoke sobre tener hambre, y notarás cierto brillo nostálgico sobre las partes de la historia que me molestaban la primera vez.

Hablando de envejecer. Se puede señalar a la legua que los disparos suenan como petardos mojados cuando te persiguen los vecinos locos, o lo deformados que aparecen los personajes en las escenas de corte, o muchas otras cosas así, pero estaría fuera de lugar.

Porque GTA: San Andreas va de posibilidades, de procrastinación, de caprichos tontos y de bicicletas BMX. Y el juego cumple tan bien como antaño, a no ser que hoy día busques algo más profundo.

San Andreas fue el primer juego de mundo abierto de Rockstar en el que tiraron la casa por la ventana. Por fin podías nadar y bucear. Coches, motos, aviones, graffitis (¡tengo que volver a conseguir los 100!), tatuajes o elementos sacados de Los Sims (peso, condición física, atractivo sexual o respeto) venían en el paquete. San Andreas era una contundente pista de lo que vendría después; indicaba el futuro de los videojuegos. Lamentablemente, Rockstar terminó suavizando algunas de estas ideas -por ejemplo los elementos tipo Los Sims- en siguientes capítulos de la serie.

Todavía me entra la risa cuando voy a la peluquería y paso de una cabeza rapada a un estilo a lo afro con barba de chivo, mientras como una grasienta pizza que estropea mi condición física, sólo para poder asumir el hecho de que soy un paquete en las peleas y tengo que ponerme en forma en el gimnasio. Me gustan estos pasatiempos y los eché mucho de menos en el reciente GTA V. Lo mismo ocurre con la opción de ser realmente cortés con la gente que te rodea, algo que todavía puedes hacer en Los Santos.

Si pasamos por alto los aspectos negativos, hay que reconocer lo estupendamente bien que queda este juego en un dispositivo que cabe en tu bolsillo. Especialmente si tienes el hardware último modelo. En iPad Mini Retina e iPad Air encontrarás geniales sombras en tiempo real, sofisticados reflejos y ricos detalles. Luce deslumbrante. Si bien el iPad 2 ejecuta el juego adecuadamente casi todo el rato, con menos sombras y efectos de iluminación, resulta un decente compromiso para el aparato. Da igual que estés jugando en Android (aún no disponible) o en iOS, vas a necesitar los dispositivos más potentes para disfrutar del juego a tope.

Cuando notas la lluvia caer, contemplas el amanecer o conduces por calles con colores de neón con una tasa de refresco mucho mejor que la de antaño en PlayStation 2, la atmósfera te envuelve de verdad. Los marcados contrastes ambientales entre los diversos barrios siguen siendo todo un placer.

Pero es que aparte de los gráficos, las mecánicas de juego también brillan. Tienes opciones para todo, ya sea control digital arrastrando los dedos, el acelerómetro o controles analógicos relativos. Puedes ajustar la sensibilidad, mover y escalar los botones (y son unos pocos) para que te resulten cómodos, y a la hora de disparar puedes apuntar a mano o de forma automática. Puedes marcar lugares directamente sobre el mapa, con una fácil navegación con el mini-mapa. Tocando la pantalla también puedes arrastrar la cámara, mientras que un sólo toque te deja ver lo que pasa delante del personaje. Con este rango de opciones, los controles son tan buenos como cabría desear en un dispositivo móvil de este tipo, y gracias a los útiles símbolos resulta sorprendentemente fácil tener una vista general. San Andreas está muy, muy por delante de las producciones previas de Rockstar para móviles. La opción de guardar la partida en la nube con iCloud (si eres miembro del Club Social de R*) y seguirla tanto en tu iPhone como en tu iPad es la guinda del pastel.

La banda sonora sigue intacta (si bien un poco comprimida, como pasa con previas adaptaciones móviles). Si lo prefieres, puedes importar tu propia banda sonora de iTunes. Samuel L. Jackson, Chris Penn y otros nombres notables siguen apareciendo en el reparto de actores de voz. Las cadenas de radio son de las mejores en toda la franquicia, y el humor retorcido y la sátira siguen tan afilados como siempre.

Rockstar consigue ofrecer una fantástica edición móvil de todo un clásico, y volvemos a recordar que este juego se ve mucho mejor que el original de PS2, contando el framerate y las opciones disponibles.

La única cuestión que resta es si sigue siendo divertido de jugar después de todos estos años.

Y mi respuesta, tras echar unas diez horas en la historia, es un sonoro sí, pues la gran jugabilidad sigue por encima de todo. Bueno, siempre que puedas hacer la vista gorda con su floja narrativa. Y no ayuda que tengas que pasar por un puñado de misiones de tutorial durante las primeras horas. Pero sigue enganchando más que la mayoría de las súper-producciones de hoy, y quizá se trate del mejor punto de partida en la serie, del mejor "mi primer GTA".

Porque al salir de la hamburguesería del barrio con un empleado cabreado detrás de mí, no puedo evitar sonreír, sea un tutorial o no. Y desde ahí me lo paso pipa con CJ, Big Smoke, Ryder, Sweet y el resto de la pandilla. Los Santos, Las Venturas y San Fierro son tan seductores como hace una década. Incluso más.

El mundo es descomunal. Puede que palidezca comparado con ediciones más recientes, pero sigue dejando a un montón de juegos 'sandbox' por los suelos. Siempre hay alguna actividad que hacer y, sinceramente, me lo he pasado mejor jugueteando con los números y con la libertad de este juego que con GTA V y otros tantos exponentes del género, pese a un comienzo algo lento.

San Andreas es un lugar ideal para empezar tus aventuras GTA si todavía no te has atrevido con la serie o con las ciudades abiertas en general (si es que eso es posible en 2013). Permite locura y disparates, y presume de muchas de las señas de identidad de Rockstar. Dicho esto, también es uno de los títulos 'sandbox' más ricos del estudio, con cerca del centenar de horas de diversión, y ahora en tu bolsillo o mochila.

Suena genial, ¿no te parece? Aunque su historia sea un poco plana, San Andreas ha resistido muy bien el paso del tiempo.

Oh man, we gonna die!