Análisis de Zack Zero

Cualquier producción española es una buena noticia, y más aún si viene acompañada de buenas ideas y una cuidada producción como este Zack Zero. Sin embargo, a medida que avanzamos en el título y le dedicamos más horas de juego, los fallos de desarrollo y diseño se van haciendo más evidentes y lo que es un astronómico comienzo acaba (demasiado pronto) por caer en barrena.

La presentación es excelente, aunque te abruman un poco al principio con los controles, debido a que nos encontramos ante un título estilo "ahora lo tienes todo, pero luego te lo quitamos". Efectivamente, el primer nivel es un tutorial en el que nos enseñan cómo controlar a Zack y los poderes de los diferentes trajes que tenemos a nuestra disposición. En nuestra forma normal nos limitaremos a atacar de lejos y de cerca y a asestar un gran golpe en zona mientras saltamos. El traje de hielo nos permite ralentizar el tiempo y congelar enemigos, el de fuego nos permite aturdir a muchos enemigos, quemarlos o planear en el aire y, por último, el traje de roca nos hace más pesados y nos permite accionar palancas, empujar objetos y destruir elementos del escenario.

De pronto, y una vez que lo sabemos usar (más o menos) todo, nos lo quitan y tenernos que recuperarlo mientras subimos de nivel y recogemos unas gemas verdes, que están escondidas por todas partes. No podremos elegir cómo mejorar el traje, ya que los niveles están predeterminados, mejorando nuestras aptitudes y consiguiendo poderes nuevos por defecto.

El juego es muy bonito y está lleno de color y personajes simpáticos. Los escenarios son sólidos y tienen cierto grado de profundidad, pudiendo acceder a plataformas al fondo de la pantalla y en primer plano simplemente yendo hacia ellas, aunque manteniendo el desarrollo 2D. Los escenarios son lineales, con pequeños puzles de interruptores, palancas y pasadizos escondidos y muchos enemigos con los que acabar.

Pero a los pocos minutos de estar jugando comenzamos a darnos cuenta de los defectos, que son de cierta importancia. En primer lugar, es increíblemente molesto que cada veinte segundos nos recuerden quién tiene el record de puntos del nivel que estamos jugando, del juego completo, nuestro ranking... Aparecen bocadillos que tapan parte del escenario y se quedan ahí un buen rato, sin opción a eliminarlos o que no salgan. En segundo lugar, el stick no es todo lo certero que cabría esperar de un juego de plataformas en 2D. Tal vez es que esté malacostumbrado a los plataformas de Wii, que son canela fina, pero no se consigue precisión en los saltos, muchas veces no está claro si lo que tienes delante es una plataforma o parte del decorado y a la hora de apuntar para disparar o girarnos rápidamente cuando nos rodean muchos enemigos la mitad de las veces acabamos disparando en dirección contraria a la que queremos.

Pero, sin duda, la peor parte de todas es cuando te encuentras directamente fallos de código, producto de una fase de testeo muy corta que dan sensación de juego poco pulido y mal acabado. Desaparición de ciertas texturas, mensajes de nuestra compañera que tapan elementos del escenario y no nos dejan ver, fallos visuales al superponerse elementos de primer plano y, la peor de todas, que fallen al cargar efectos visuales clave, como corrientes de aire que nos impulsan en los saltos o no nos dejan pasar por una zona. Nos quedamos un rato sin saber qué hacer ya que no hay forma de atravesar un barranco y, de pronto, dando un salto desesperado, nos damos cuenta que dicha corriente de aire no se ha cargado gráficamente, aunque al saltar somos impulsados por ella. Y este error no es sólo puntual, sino que nos ha ocurrido tres veces en una partida de dos horas y media. Esto es, sencillamente, tener suerte en que el juego cargue bien gráficamente el juego, y un fallo garrafal que no debería haber pasado los controles de calidad.

Y es una pena, porque Zack Zero tiene muchas cosas buenas y un planteamiento entretenido. Y además es español, que para uno ya sería un motivo más que suficiente como para plantearse su compra. Pero por mucho juego descargable que sea, si me voy a gastar 12€ quiero que el juego sea jugable.