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Windforge

Análisis de Windforge

Contra se junta con Terraria y Starbound en esta aventura steampunk de desplazamiento lateral.

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Las primeras impresiones de este título, las que tuvimos antes de pulsar una tecla o hacer clic en el ratón, fueron muy prometedoras. Todo apuntaba alto: la premisa central del juego, el buen hacer que había detrás del concepto, la estética y la jerga usada a la hora de promocionar el juego y darle fama en Kickstarter y en Steam Greenlight.

Desafortunadamente, Windforge no ha terminado siendo así. En pocas palabras, no se ha aprovechado demasiado el potencial del juego y sigue siendo una tentadora posibilidad más que un artículo terminado que merezca tu tiempo y tu dinero.

Todo empezó de una forma bastante ilusionante. Con reminiscencias de Contra y Terraria poblando nuestra mente, empezamos la aventura llenos de optimismo. Los primeros intercambios fueron un poco vagos, pero no nos importaba, porque pensamos que, en esta clase de juego, eso es parte del reto y de la diversión. Empezamos en un viejo templo, pero, ¿por qué? Una introducción nos reveló que somos, básicamente, un agente secreto en busca de una fuente de energía, en un mundo dominado por las reservas menguantes de aceite de ballena (ballenas que, conviene añadir, flotan en el cielo).

Nos fuimos moviendo por el templo, colgándonos de nuestro gancho o disparando la pistola. Hay que matar bandidos y bestias y saltar a través del nivel. Por el momento, todo bien. No obstante, en cuanto encontramos nuestra primera reliquia, las paredes empezaron a venirse abajo y tocó salir por patas.

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La primera vez que lo intentamos, morimos, por lo que tuvimos que reiniciar y hacerlo todo de nuevo. La segunda vez conseguimos salir con vida. Sin embargo, durante la huida y como parte de la historia, nuestro transporte recibió algo de daño y nos quedamos encallados mientras los reparábamos.

Windforge
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De hecho, este transporte es en realidad una de las partes más interesantes del juego y su mayor gancho. En Windforge vuelas entre las islas flotantes del cielo en enormes globos-barco completamente personalizables. Puedes mejorar los sistemas del barco, las armas y mucho más. Es tu hogar aéreo y móvil y, a través de la misión, explotas el mundo a tu alrededor como un minero y creas nuevos objetos para mejorar tu embarcación.

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Para empezar, hacía falta repararla antes de poder volver con nuestros clientes y darles la reliquia. Lo bueno es que contábamos con una herramienta mágica que podemos seleccionar y mover por encima de las zonas dañadas de la madera de nuestro barco para que las repare automáticamente. Más tarde, descubrimos que esta herramienta vale su peso en oro porque, aunque pueda quitarle un poco de efecto a las consecuencias, lo cierto es que un arreglo rápido nunca está de más.

Por desgracia, nuestra varita mágica no era suficiente para reparar los motores y el otro equipamiento necesario para volver a volar, por lo que nuestra compañera de tripulación nos envió en una misión a una mina cercana para extraer los minerales necesarios; y en ningún momento nos dieron instrucciones, sino que, más bien, nos dejaban rebuscar entre los menús para averiguar qué necesitábamos y dónde encontrarlo. De nuevo, esto no es necesariamente un problema, especialmente cuando la felicidad del descubrimiento es parte del diseño del título. Aunque nosotros no diríamos tanto de Windforge, lo cierto es que encontrar los materiales tampoco fue una tarea titánica.

Usando el martillo neumático que teníamos a mano conseguimos encontrar los diferentes minerales en la mina y extrajimos piedra, madera y cobre. Nos llevó un tiempo saber qué pinta tenía el hierro (aunque al final también lo encontramos) y extraer todo lo necesario para crear nuestra mesa de trabajo (y después el panel de control) que necesitábamos para poder escapar.

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No obstante, después de colocar todo el equipamiento encontrado, incluyendo las hélices y los motores que nos proporcionaba nuestra compañera de viaje, nuestro personaje volvió a morir, cortado por una de esas hélices (en lo que resultó ser una de las muchas, muchas muertes imprevistas causadas por los peligrosos entornos del juego). Además, al no haber guardado durante algún tiempo, tocó reempezar después de escapar de las ruinas... Afortunadamente, esta vez ya sabíamos cómo es el hierro y no nos llevó tanto tiempo juntarlo todo.

Después de conseguir repararlo, nuestro barco pudo volar de nuevo y nos dirigimos de vuelta a la civilización con la reliquia en nuestro poder. Al llegar a nuestro destino, descubrimos una ciudad flotando en el cielo; nuestra misión era llevarle el artefacto a unos personajes, pero no nos dieron ninguna indicación de quiénes son (solo sus géneros y un marcador que desaparece) y nos dejaron vagabundear alrededor de la ciudad hablando con extraños para dar con ellos.

Desafortunadamente, ninguno de los PNJ con los que hablamos tenía nada interesante que decir y muchos de ellos eran clones de otro con el que ya habíamos hablado. Aunque es cierto que alguno de esos personajes y sus frases le añaden un poco de sabor al título, por lo general, no merece la pena recordarlas. Por otra parte, atravesar los paisajes, incluso en las ciudades, no es fácil: las trampillas te permiten moverte entre los pisos y, a veces, moverse entre ellos puede llegar a ser innecesariamente exigente. No obstante, en la ciudad hay un montón de lugares en los que buscar y muchos objetos que recoger; y también puedes hablar con varios tenderos para comprar cosas y conversar con algunos PNJ para que entrenen a tu personaje y aumenten tus estadísticas.

Quizás es solo cosa de nuestra vista, que estaba cansada, pero atravesar el nivel supuso un gran esfuerzo para nuestros ojos y, la mayor parte del tiempo, tuvimos que centrarnos únicamente en nuestro personaje e ignorar el resto para poder evitar el dolor de cabeza que nos estaban provocando los fondos borrosos.

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Afortunadamente, entornando los ojos, encontramos a nuestro objetivo, le dimos la reliquia y, después de hablar con algunos de sus asociados y de conseguir unas cuantas misiones secundarias, volvimos al barco y le añadimos algunas (muy necesarias) mejoras. A partir de este punto, empezamos la siguiente parte de nuestra aventura: viajar por el cielo a bordo de nuestro globo-barco armado.

Por desgracia, poco después, el archivo de guardado quedó dañado. Sobra decir que esto no hizo que quisiésemos más al juego, pero estas cosas ocurren de vez en cuando. Vuelta al principio.

De todas formas, ahora que sabíamos lo que había que hacer avanzamos a toda mecha por la primera parte del juego y, al poco tiempo, ya estábamos de aventura de nuevo. Mejoramos nuestro barco correctamente, dándonos tiempo para proporcionarle el mejor sistema de armas posible, y hélices adicionales para mejorar la velocidad. Desde ahí empezamos a explorar el ancho mundo. Entonces, nos encontrarnos con los piratas y pudimos experimentar el combate de barcos, que es uno de los aspectos más emocionantes del título. Los únicos problemas que nos molestaron fueron la dificultad de los retos en algunos casos y que, regularmente, los enemigos a los que nos enfrentábamos iban mejor armados y acababan echándonos a patadas del cielo.

En las batallas típicas de este juego, tus oponentes se presentan con una ráfaga de balas fuera de la pantalla. Entonces, los dos barcos se ponen en guardia, evaluando quién tiene mejores sistemas y hay que fijarse en que los miembros de la tripulación adicionales pueden complementar las armas del barco con sus propias armas. Aunque algunos de nuestros oponentes pilotaban barcos inferiores al nuestro y fueron fáciles de eliminar, la mayor parte de ellos eran bastante más fuertes que nosotros y morimos muchas veces a manos de varios enemigos diferentes. Por supuesto, si no quieres morir, la otra opción que te queda es huir, algo que tuvimos que hacer en más de una ocasión.

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No obstante, las pocas veces que pudimos vencer a los piratas y a los bandidos y explorar los entornos, nos divertimos bastante. El gancho de agarre es una buena incorporación y atravesar los niveles es bastante agradable. A veces el diseño de los niveles no es muy bueno y hacer que tu personaje atraviese una trampilla con el gancho puede ser horriblemente difícil, sobre todo cuando te disparan las torretas de plasma que dejaron atrás la antigua civilización que estás investigando. Todo parecía poco pulido y, a veces, excesivamente difícil y frustrante.

Lo cierto es que los combates contra las criaturas y los enemigos humanos no son muy brillantes y los proyectiles que te atacan desde ambos lados parecen caracoles, pero tiene cierto encanto que nosotros, personalmente, apreciamos. No obstante, cuando empezamos las misiones de la historia, nos encontramos con picos de dificultad que nos desmoralizaron y nos obligaron a repetir una y otra vez varias misiones. ¿El resultado? Morimos mucho.

De hecho, dependiendo de dónde mueras, tienes dos opciones: cargar una partida guardada o volver a la ciudad y moverte de nuevo hasta el punto donde moriste. Sin embargo, si mueres mientras caminas, tendrás que recomenzar desde el último punto guardado y continuar desde ahí. Por el contrario, si te emboscan los piratas o cualquier otra bestia aérea te aplasta en el cielo, lo único que tienes que hacer es reaparecer en la ciudad más próxima. Gracias a todas estas decisiones (y a la herramienta mágica de reparación), los errores no suponían demasiado castigo, más allá de la molestia de tener que desplazarte por los mismos caminos una y otra vez.

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Al final, fueron los picos de dificultad y los problemas de equilibrio los que realmente nos frustraron en Windforge. Lo cierto es que queríamos que el título nos gustase y, aunque hay mucho que admirar en su diseño, no conseguimos dejarlo sintiéndonos satisfechos. Eso no quiere decir que no merezca tu tiempo, sobre todo si no te importa que haya mucha dificultad y si estás preparado para pasar por alto algunas inconsistencias. Hay mucho contenido por jugar en este título y, al respecto, creemos que un explorador devoto lo apreciará mucho.

Sin embargo, el escenario del juego, es decir, el mundo en el que se desarrolla la aventura, es uno de los más interesantes con el que nos hemos encontrado: rebosa estilo steampunk y aventura al más puro estilo Julio Verne. El mapa por el que te mueves es un mosaico de secciones con baldosas que hay que explorar. Nosotros pudimos investigar unas pocas de las diferentes áreas del mapa, pero hay tanto por descubrir que nos dio la sensación de que solo habíamos arañado la superficie; por eso, para un aventurero dispuesto a explorar, este título representa una propuesta muy tentadora. Aun así, para poder llegar a los buenos aspectos (los barcos, las batallas aéreas y las ballenas voladoras), primero tienes que superar unas situaciones menos acogedoras. Por eso, tu habilidad para tolerar estos factores resumirá tu experiencia con este juego.

En unos pocos meses, con parches y mejoras, Windforge puede emerger todavía como la experiencia que puede y debe ser. En este momento, aún está muy verde y poco desarrollado y, a menos que tengas la paciencia de un santo, deberías pensártelo bien antes de comprarlo.

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06 Gamereactor España
6 / 10
+
Una grandiosa ambientación, plataformas bastante divertidas, diferentes opciones de fabricación, naves personalizables, ballenas flotantes.
-
Problemas de equilibrio, algunas decisiones de diseño bastante frustrantes y un archivo de guardado dañado que nos puso muy tristes.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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ANÁLISIS. Autor: Mike Holmes

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