El fenómeno speedrunner surgió de manera progresiva como una forma de demostrar coordinación, reflejos y una habilidad sin par en los videojuegos, durante una época donde los juegos de plataformas eran la norma. El objetivo era completar sin cometer errores y en el menor tiempo posible cada fase. Esta forma de jugar se ha abierto paso hasta el día de hoy con algunos representantes en la primera plana de los medios como Mirror's Edge, aunque es en la escena indie donde más ha detonado este afán por la velocidad (sin querer ofender a Faith y su 'parkour'). Completar un nivel en tiempo récord y luego presumir de ello en la Red provoca una competición antes imposible; los juegos de plataformas tradicionales lo saben y lo ponen más fácil (por ejemplo Donkey Kong Country: Tropical Freeze) y los desarrolladores independientes lo intentan llevar a un nuevo nivel (incluso hay un juego que se llama SpeedRunners).
Cloudbuilt es un título que sigue esta dinámica de "llegar al final en el mejor tiempo posible", pero ¿cómo lo ejecuta? ¿Engancha el producto final como para recomendar su compra? Para empezar es necesario recalcar que Cloudbuilt presenta unos de los mejores acabados gráficos que se puedan encontrar en un título de su categoría y precio. El estilo cel-shaded le sienta de maravilla y el nivel de detalle es sorprendente teniendo en cuenta la naturaleza de rapidez y fugacidad del título en sus niveles.
En cuanto al ambiente o la atmósfera, destaca por su simplicidad, aunque no es necesaria mayor profundidad para disfrutar una experiencia que se basa casi en exclusiva en su jugabilidad. Unas pequeñas escenas narradas (con doblaje en inglés) se encargan de contar la historia de la protagonista, mientras trata de poner en orden sus recuerdos. ¿Y qué mejor forma para hacerlo, que correr a máxima velocidad por dichos recuerdos?
La premisa inicial de Cloudbuilt no puede ser más sencilla: llegar desde un punto A hasta un punto B en el menor tiempo posible y sin cometer errores tales como caer al cielo infinito que se encuentra bajo el jugador o ser abatido/a por los enemigos que intentarán retrasar el avance, todo en un entorno en tres dimensiones intrincado y retorcido. El elenco de habilidades es escaso, pero sus funciones son amplias. La protagonista cuenta con unos impulsores en su espalda que le ayudan a mantenerse durante un tiempo limitado en el aire o a subir por paredes verticales, y con una pistola que tiene dos modalidades de disparo: directo y de explosión en área. Con este arsenal lo único que queda es lanzarse a correr, saltar y planear buscando la ruta que más se adapte al estilo del jugador.
Y es que Cloudbuilt complementa su sencillez con la posibilidad de que cada jugador personalice su propia experiencia adaptándola a su forma de jugar. Los niveles no suelen constar de un camino prefijado para llegar a la meta, sino que ofrece alternativas que se basan en aspectos distintos, permitiendo así elegir si prefieres saltar y escalar o abrirte paso a disparos mientras planeas con los impulsores. Cada jugador buscará su mejor ruta de llegada y esto repercute en el tiempo obtenido, que naturalmente puede subirse al ranking online.
Quizá la mayor traba de Cloudbuilt se basa en la naturaleza de su mismo sistema de juego. Es una sucesión de partidas en las que hay que lidiar con bastante frustración y fracaso. Pasarse los niveles con calma y tranquilidad no es complicado, pero no estamos aquí para eso, así que el afán de apurar cada milésima de segundo suele llevar a perder vidas hasta tener que reintentar el nivel desde un principio (cosa que ocurre al quedarse a cero vidas). La esencia del speedrun es divertida, pero no está hecha para todos los jugadores, y habrá usuarios que verán en el frenesí y la velocidad frustración y repetitividad. Otro pequeño apunte que se podría hacer al título es que los escenarios se acaban convirtiendo en algo anodino, afectando a la atmósfera del juego, pero como ya decíamos, este detalle se minimiza cuando se vive la experiencia Cloudbuilt, basada casi al 100% en sus mecanismos a toda pastilla.
En definitiva: Cloudbuilt ofrece un desafío que dará muchas horas de juego a aquellos jugadores a los que le gusta sacar lo mejor de sí mismos en cada partida y dejar a los demás pasmados con sus puntuaciones en el ranking online. Aquellos que buscan experiencias más relajadas no sacarán a este juego todo el jugo que tiene por ofrecer. A grandes rasgos es una compra asequible si disfrutas de la velocidad y de los niveles que exigen aprenderse de memoria sus trazados a la antigua usanza.