Shenmue 3, la mayor celebración del sector

Lo que ha ocurrido este E3 es casi una lección de vida. Están muy manidas en el refranero español frases como "la esperanza es lo último que se pierde", "la paciencia es una virtud" o "no hay mal que cien años dure", entre muchas otras. Todas ellas tienen el enfoque de concienciar al oyente de que no hay que apurar las cosas ni perder nunca la fe, porque todo llega y todo puede hacerse una realidad. Desde luego, parecía casi imposible que Shenmue pudiese volver a estar de actualidad y aún somos muchos los que, a estas alturas, todavía nos pellizcamos cuando lo vemos en la portada de las revistas.

Cuando, en la conferencia de Sony de este E3 2015, sonaron las notas de Shenmue, fueron muchos los usuarios y periodistas de todo el mundo que rompieron a llorar de la emoción. Era una campaña Kickstarter para financiar Shenmue III, sí, pero era una luz al final de un túnel que había sido demasiado largo. El Kickstarter, que está percibido por el público como un globo sonda para que Sony invierta en él si hay interés por parte de los usuarios, cumplió su primera cuota de 2 millones de dólares a menos de 9 horas de iniciarse la campaña. Todavía se respira mucha incredulidad en el ambiente ante el hecho de que esta campaña haya sido un éxito tan arrollador, pero las cifras están hablando por sí solas. 14 años han pasado desde el lanzamiento de Shenmue II y, ahora que Shenmue III ya está financiado en tiempo récord y va quemando metas poco a poco, estamos ante un renacer de la franquicia que significa muchas cosas positivas.

En primer lugar, estamos ante la posibilidad de que uno de los mejores juegos de toda la historia conozca el final que se merece. Sí, hablo en singular, ya que Shenmue es una gran obra única dividida en diversos capítulos. El llamado Shenmue I es el primer capítulo, el segundo capítulo se eliminó para abaratar costes y el llamado Shenmue II sería los capítulos 3, 4 y 5. El total de once capítulos previstos puede continuar tras haber vivido apenas la mitad de la historia, justo cuando al final del capítulo 5 se nos dejaba con uno de los 'cliffhangers' más intensos de la historia de los videojuegos, ya que la ruptura radical y el salto de fe que daba el usuario dejaban entrever que todo cuanto habíamos visto hasta el momento no era más que unos pequeños matices de un universo mucho, mucho más amplio y con muchísimas más implicaciones de lo que cabría esperar.

Y juegos como Shenmue son necesarios en esta industria. Shenmue es un juego de sentimientos y sensaciones, de cogerle cariño al gato de al lado de casa, acostumbrarte a las rutas y rutinas diarias y profundizar en tu relación con otros personajes, de entrenar más en nuestro tiempo libre o de dedicar cada rato a los recreativos y luego sufrir en los combates. En definitiva, Shenmue es un juego de decisiones de la vida real, con consecuencias tan sutiles como perdernos una secuencia de vídeo preciosa o un evento importante para profundizar en nuestra relación con alguien. Se decía por la época que algún día, todos los juegos serían como Shenmue. 14 años después, nadie fue capaz de imitar, ni tan siquiera arañar, la escala exagerada alcanzada por Shenmue, su argumento tan complejo e intimista, su recreación obsesiva de la realidad o el carisma de sus personajes. Todo ello, acompañado con una banda sonora espectacular que ha sobrevivido al paso del tiempo como pocas. Y aunque nadie consiguió igualar a Shenmue, su legado es innegable en infinidad de producciones posteriores que han cogido alguna idea u otra de la obra maestra de Sega.

El regreso de la franquicia con esta tercera entrega es una gran noticia para jugadores de antaño, para los que la descubrieron durante esta larga pausa y para los neófitos que puedan llegar a descubrir una franquicia que les dejará una huella imborrable. En este aspecto, es de suponer que una reedición de los capítulos anteriores (una especie de Shenmue 1&2 HD) estará más que estudiada y preparada (si se consiguen resolver los problemas legales de su motor gráfico).

En segundo lugar, estamos ante el triunfo del usuario. Este E3 2015 ha sido una constatación de que las empresas escuchan a sus compradores potenciales e intentan satisfacer sus deseos en la medida de lo posible. En el caso de Shenmue III, la probabilidad de que llegase a ser una realidad era baja por culpa de una serie de mitos que nuestro compañero Bengt Lemme recopiló en el reportaje que se publicó aquí en Gamereactor antes del E3, sobre 9 juegos que no iban a estar en Los Ángeles. Seguro que primero se emocionó con el anuncio y luego se hizo un 'facepalm'.

Para empezar, toda la industria del videojuego minimizó mucho el impacto que podían estar teniendo los movimientos de #SaveShenmue, Team Yu, Shenmue 500k y otras dinámicas similares que apoyaban a la franquicia en las redes. De hecho, todos los días 3 de cada mes se organizaban para acosar a todas las empresas y creativos con sus deseos de ver continuada la franquicia. Incluso en la lista Bulding the List de Sony, Shenmue solía ser una de las primeras peticiones de los usuarios, del mismo modo que solía estar entre los primeros puestos de las encuestas de Microsoft (casi siempre por debajo de Halo y Gears of War).

Durante años, los directivos de todas las empresas hacían referencia a este fenómeno como "la gran contingencia de Shenmue". También se exageró mucho con el tema del presupuesto, puesto que se inflaban las cifras de lo que había costado realmente desarrollar el primer juego. Se hablaba de 70 millones de dólares (60 millones de euros, unos 84 teniendo en cuenta los valores de 2015) pero Yu Suzuki aclaró hace unos años que en valor real de la producción estaba en torno a los 47 millones de dólares (unos 40 millones de euros, unos 57 millones ajustándolo a precios de 2015). Aparte de esto hay que tener en cuenta que es un presupuesto en el que se incluye el desarrollo original para Sega Saturn, el salto a Dreamcast, la creación de un motor propio, el tener escrito, diseñado y planeado todo hasta el final del juego... En definitiva, que el coste de una nueva entrega puede llegar a ser muy inferior a esas cifras al tener un sistema de juego, un guión, unos entornos y unas ideas ya establecidas desde 1996, y al contar con abundantes herramientas en cuanto a motores de juego como para que no sea necesario empezar de nuevo desde cero.

Existía una negatividad ante Shenmue que era inmerecida, tal y como demuestran las cifras del Kickstarter que tenemos todavía activo. El mercado pedía Shenmue y no ha desaprovechado la oportunidad de hacer realidad su sueño tras tantos años de espera. Y con Shenmue III todavía no veremos el final de la historia; seguramente haya que esperar a un Shenmue IV, tal y como dijo el propio Yu Suzuki en las entrevistas que concedió a lo largo del último año. Pero donde antes había brumas de negatividad, ahora se respira optimismo ante las cifras que se están manejando. A buen seguro, si Shenmue III sigue la hoja de ruta marcada, ese Shenmue IV llegará por sí solo de la mano de alguna publicadora. En cierto modo, resulta incomprensible que Sony haya lanzado este cebo de Kickstarter en vez de haberse arriesgado directamente apoyando la producción, ya que sin duda la hubiera rentabilizado desde el día 1. Pero Yu Suzuki quería trabajar directamente con los fans, lo que nos lleva al siguiente y último punto.

En tercer lugar, que Shenmue III sea una realidad es una gran alegría no solo para los millones de aficionados de la franquicia, sino también para su creador, Yu Suzuki, que ya reconoció el año pasado a GR que estaba preparado para el proyecto, por no decir deseando. Uno de los nombres más importantes de la industria de los videojuegos, que revolucionó el mercado en infinidad de ocasiones con títulos como Space Harrier, Hang-On, Outrun, After Burner, Virtua Fighter (au juego preferido), Virtua Cop, Ferrari F-335 o este propio Shenmue. Tras el fracaso condicionado de Shenmue (la elevada piratería y la muerte de Dreamcast lastraron las ventas del juego, como es lógico), Suzuki desapareció de los focos. Es un hombre perfeccionista, que se obsesiona con alcanzar todas sus metas, y Shenmue se hizo una piedra en el zapato que por fin puede sacarse. La felicidad que lucía en la conferencia de Sony hacía tiempo que no se le veía. Un hombre que hizo tanto por esta industria, se merece terminar su última gran obra y sentirse orgulloso de ella.

En definitiva, Shenmue III es un triunfo de la industria del videojuego que, si todo sale bien, volverá a dejar una huella imborrable en este sector. Quedan todavía dos años para saber si el juego será rompedor, si estará a la altura, si los sueños de 16 años superaron a la realidad, si dejará buen sabor de boca o si Suzuki todavía mantendrá su toque, o si será un juego solo para los jugadores de antaño o será capaz de apelar a los nuevos usuarios.

Pero todo eso da igual. Shenmue III no es un juego sin más, es un sueño que ha unido a una gran comunidad de jugadores, que ha hecho movilizarse a las grandes compañías y que ha involucrado a los usuarios para llevar la batuta en la financiación y creación de la producción vía micromecenazgo. Por todas las ilusiones renovadas que supone este título para muchos millones de usuarios, ya merece la pena su existencia. La travesía por el desierto se antoja ahora un cómodo paseo en espera del momento adecuado de marcar la diferencia.

Bienvenido de nuevo, Shenmue.