Nintendo nos la ha colado, Switch es Wii U Pro

Sony ha lanzado PS4 Pro y Microsoft ha prometido Xbox Scorpio, ambas con el aumento de potencia y de resolución de imagen emitida como puntos fuertes, es decir, como ventaja frente a sus predecesoras. Y Nintendo, en el mismo margen de tiempo, presenta Switch, que destaca por la mejora de la conectividad entre mando-pantalla y televisión, que era el punto fuerte de Wii U.

La nueva máquina de Nintendo se puede entender como una revolución en términos de movilidad, porque jamás habíamos tenido la ocasión de desplazarnos con tanta calidad de hardware y de una forma tan ágil con una videoconsola tradicional. El ingenioso diseño que ha conseguido la compañía de Mario te nubla la percepción al tratar de enfocar qué es lo que tenemos delante, porque en cuanto empiezas a pensar en sus posibilidades como sobremesa y su catálogo saltas a lo espléndido que resulta eso en portátil. Y cuando comienzas a verla como una máquina de viaje salen sus manditos para jugar a dobles y te recuerdan que puedes convertir el asiento de atrás de un coche en tu sofá de toda la vida.

Pero si nos quitamos los pájaros de la cabeza podemos ver la realidad. No era tan complicado, tan solo había que preguntar.

- Señores de Nintendo, ¿qué es Switch?
- En primer lugar y sobre todo es una consola de casa -responde un portavoz de NoA.

Efectivamente, estamos ante la máquina que va a sustituir a Wii U, directamente y sin ambages, aunque se haya tratado de tapar para evitar mencionar el fracaso comercial que ha supuesto. No se puede perder de vista que ha sido la consola menos vendida de su historia, excepto por un hardware muy adelantado a su tiempo como la Virtual Boy. Si no hay nada en su catálogo más allá de Paper Mario: Color Splash es porque todos los trabajos en marcha están saltando hacia la nueva plataforma. Quedará corto (aunque repleto de grandes exclusivas) y eso siempre enfada al comprador.

Pero no es solo cuestión de orgullo o de desencanto del consumidor. Nintendo también está tratando de evitar manchar aún más la imagen de Wii U porque en realidad con Switch no hay un cambio de concepto, no es un nuevo paradigma. El marketing se encargará de hacer que todo parezca distinto, desde la forma de presentarse hasta el nombre y los colores corporativos, pasando entre medias por esta presentación en diferido que quiere significar un nuevo kilómetro cero de la maratón que supone cada lanzamiento.

Sin embargo, y a falta de conocer las especificaciones técnicas, no parece que estemos ante un cambio de generación. Como tampoco lo ha dado PS4 Pro ni parece que lo vaya a hacer Scorpio con su catálogo 100% compartido con Xbox One. No hay más que mirar el catálogo para comprobar que cinco de los seis juegos conocidos, todos menos el nuevo Super Mario de Nintendo Switch, ya existen. Solo nos queda comprobar si visualmente están más cerca de las consolas de la competencia de lo que estaba hasta el momento su catálogo, algo fácil de comprobar con los títulos multiplataforma.

Switch es Wii U Pro, pero en el mejor sentido que jamás se le pueda encontrar a esta nomenclatura. Especialmente en tiempos en los que la tecnología se ha convertido en un sacacuartos y cualquier mínima mejora estética y técnica sirve para sacar un modelo más y presentarlo como la iteración que realmente no es. Lo vemos especialmente en móviles, ese mercado al que ahora desde la industria del videojuegos se mira tanto de reojo, y también en consolas con una PS4 Pro que sufre para justificar su existencia, incluso para distinguirse de la pequeña Xbox One S que Microsoft ha lanzado sin malicia a la espera de tener una máquina que, si nos fiamos de sus palabras, sí será capaz de defenderse desde el escaparate.

Como modelo revisado, Switch parte del mismo fundamento que Wii U: poder jugar en la televisión o en tus manos indistintamente. Sin embargo, la evolución tecnológica de estos cinco años y una revisión de las prioridades entre sus propias funcionalidades han permitido redefinir el producto por completo. Nintendo Switch es lo que tuvo que ser Wii U desde el primer día.

Para empezar, no se renuncia a la característica de mayor éxito de la no-tan-vieja consola, loada por sus compradores, el Off-TV. En la nueva máquina la partida pasa de la televisión a la pantalla del mando con tan solo desacoplarse de su soporte y viceversa. Es inmediato y rápido, aunque no tanto como antes. Pero a cambio se ha ganado en ahorro de recursos puesto que ya no hay dos pantallas encendidas de forma simultánea emitiendo lo mismo. Esa es, al mismo tiempo, la gran renuncia de Nintendo en Switch, el multijugador asimétrico. ¿Cuántos títulos han aprovechado realmente las dos pantallas? Ni siquiera Shigeru Miyamoto ha logrado convencer de su idoneidad y ha tenido que tragarse el gran esfuerzo mental que supone Star Fox Zero.

Uno por uno, empate a uno entre ganancias y sacrificios. Pero a partir de ahí todo parecen ventajas para el nuevo modelo (excepto para el comprador que tiene que pasar dos veces por caja). La más obvia es la movilidad, porque pasamos de un radio de acción de 7 metros a otro infinito gracias al traspaso del procesador de la unidad televisión a la unidad mando, por llamarlas de alguna manera. Esta novedad por sí mismo justifica toda la estrategia y es capaz de hacer que ese comprador que va a pagar dos veces no se sienta engañado: ahora considera que se está llevando algo más.

La otra gran mejora es ese diseño. Lo que antes llamábamos mando tableta ahora lo consideramos una portátil con mandos versátiles, por lo que parece que te estás llevando un dos por uno y te deja satisfecho. Su estilo es actual, a la moda, semejante a las tablets que todo el mundo conoce y no tan fácil de asociar a un juguete. Se comporta con tanta libertad de acción que hasta invita al multijugador local en modo portátil, en red local o en una sola máquina, lo que en sí mismo es una innovación dentro de su falso segmento. Incluso su nombre y su logo tienen gancho, lo que le ha servido para causar una muy buena impresión.

Nintendo ha hecho el mismo movimiento que sus dos rivales porque ni es tan distinta ni es tan independiente de la industria como quiere hacernos ver. Pero como su punto de partida era mucho peor, ha tenido que hacer una revisión de su modelo mucho mayor. Y puestos a enmendar el error, qué mejor que empezar por ese nombre tan mal escogido y darse a sí misma el privilegio de tener una segunda campaña de comunicación, de volver a empezar desde cero cuando realmente estaba en negativo. Pero a nosotros no nos la cuelan, Nintendo Switch es Wii U Pro cambiada de nombre. Y nos alegramos mucho de que así sea, porque significa que se han mantenido fieles a sí mismos.