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Retrospectiva: historia de los videojuegos de terror

El género que ha conseguido con sus sustos y tensión que el mando acabe sudando. Repasamos su mutación desde su nacimiento hasta el espeluznante futuro.

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El terror y los videojuegos siempre han ido de la mano. A pesar de que las compañías no le muestran el mismo amor que hace una década, está claro que hay una conexión intrínseca: mientras existan los videojuegos, seguirá habiendo títulos de miedo.

El primer juego de terror de la historia fue Haunted House, que salió para la Magnavox Odyssey. ¿Que cómo sabemos que fue el primero? Porque Magnavox Odyssey fue la primera videoconsola del mundo (adelantando incluso al mítico Pong de Atari) y Haunted House, un título muy alejado del terror desgarrador que vivimos hoy en día, fue uno de sus primeros juegos.

Haunted House se trataba de un juego para dos jugadores, curiosamente contrario al hecho de que los títulos de miedo suelen consistir en experiencias solitarias para poner los pelos más de punta. Los gráficos eran simples: dos luces parpadeantes y una capa de plástico para la pantalla de la televisión. En él, un jugador desempeñaba el papel de 'detective' y el otro de 'fantasma'.

La persona que jugaba como detective tenía que salir de la habitación para que el jugador-fantasma 'escondiese' su luz parpadeante. Entonces, el investigador tenía que explorar y descubrir dónde se escondía el fantasma. No era muy terrorífico pero ya poseía un elemento de persecución gato-ratón que podría ofrecer mucho potencial si lo repasásemos en la actualidad.

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Saltemos una generación hasta la Atari 2600 y veremos que el género adquirió un claro toque de ciencia-ficción. Si hoy en día volviésemos la vista atrás al clásico Space Invaders de 1978, sería complicado sentir temor por sus constantes hordas de alienígenas. Sin embargo, en aquel momento, el inexorable descenso de los enemigos, los bloques que servían de protección cada vez más destruidos y la ominosa música con aquel tono bajo tan siniestro, se juntaban con el pánico del jugador a medida que la muerte se cernía sobre él.

Durante aquella década salieron más títulos con mala leche basados en la ciencia-ficción. En 1982, Demon Attack abandonaba a los jugadores en un planeta helado con la única defensa de un láser para matar a los demonios que los atacaban desde arriba y desde los lados. Otro ejemplo es Panther, lanzado en 1986 para la Commodore 64, en el que tenías que deambular por unos páramos desolados recogiendo a los pocos supervivientes que quedaban después de una invasión alienígena (y que contaba con una banda sonora que te ponía en tensión ante la amenaza).

Posteriormente, en 1990, Atari publicó Xenophobe, un título inspirado en la franquicia de Alien, en el que los jugadores tenían que limpiar zonas de asquerosos 'Xeno aliens'. Los marcianos podían ser de tres tipos distintos y, a medida que progresabas, los gráficos se volvían más sangrientos y el juego se ponía mucho más intenso.

Retrospectiva: historia de los videojuegos de terror
Xenophobe no tenía muy buenos gráficos, pero conseguía mantenernos pegados a la televisión.
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La tercera generación vio como Sega y Nintendo se peleaban en una guerra de videoconsolas protagonizada por Master System y NES. Así comenzó la era en la que películas como Viernes 13, Pesadilla en Elm Street y Drácula de Bram Stoker tuvieron su propia versión para videoconsola.

El título más destacado de ese tiempo fue Castlevania, de Konami. En él, explorábamos un castillo espeluznante, luchábamos contra todo tipo de monstruos y nos encargábamos del señor oscuro en persona. Tuvo tanto éxito que incluso Sega creó su propia versión: Master of Darkness, un clon sorprendentemente divertido.

No obstante, es fácil mirar a estos títulos y reírse de sus gráficos 8-bit si los comparamos con Siren: Blood Curse. Y aun así, debemos recordar que, en aquel momento, eran videojuegos muy bien elaborados e incluso con las limitaciones de formato, los desarrolladores consiguieron una música que, al momento, ponía los pelos de punta.

A principios de los 90, las videoconsolas de 8-bit dieron paso a la tecnología de 16-bit. Durante esta época, Sega provocó mucha controversia con títulos violentos y sin censura como Night Trap (un juego de puzles con vídeos que tenían escenas de películas peores que las de serie B) y Mortal Kombat (un título de lucha en 2D con salpicaduras de sangre y escandalosos ataques finales, los 'fatalities'). Es cierto que estos dos títulos no daban mucho miedo, pero representaban el 'gore' de una forma que nadie había visto antes.

De todas formas, fue la generación de Pointfear, de Pesadillas y de otros títulos, como Decap Attack (un juego de plataformas y zombis fruto de un lavado de cara de un título con estilo árabe que salió en Japón) y Zombies Ate My Neighbours (una aventura cenital e irónica a través de unos barrios llenos de horrores), que seguían la moda de mostrar un terror dirigido a los niños. De hecho, también salieron versiones para videoconsola de películas como Jurassic Park (ese T-Rex era aterrador) y Alien 3. Por otra parte, la serie de Castlevania seguía fuerte y construía su propia leyenda a través de las generaciones con la historia del clan Belmont y su lucha contra Drácula.

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Zombies (Ate My Neighbours) - gameplay retro

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Splatterhouse - gameplay retro

Entonces, Splatterhouse se internó en lo macabro. Se trataba de un beat 'em up arcade que se inspiró en algunas películas como Viernes 13 y Evil Dead 2 y consiguió mucha fama por su violenta naturaleza y por sus inquietantes enemigos (como los bebés sin piel). Al intentar evitar algunas de las críticas negativas, o quizás simplemente como estrategia de marketing, el editor del título, Namco, puso un aviso en la caja del juego que rezaba "el espeluznante tema de este juego puede no ser apropiado para niños pequeños... ni para cobardes".

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Castlevania: Rondo of Blood - gameplay retro

Retrospectiva: historia de los videojuegos de terror
Castlevania sigue estando en forma después de tantos años.

En la siguiente generación, PlayStation se presentó como la nueva consola de moda. Con esta máquina, que fue diseñada para llegar a mucha más gente que a los típicos fans jóvenes de Sega y Nintendo, Sony consiguió sacar juegos más maduros que los que sacaban sus competidores. Entre los más famosos, contamos a Clock Tower, Hellnight y OverBlood.

No obstante, los aspectos más importantes de esta época fueron los nacimientos de las franquicias de Resident Evil y de Silent Hill, títulos que son los predecesores del 'survival horror' que conocemos hoy en día.

El concepto principal de estos dos juegos era explorar y resolver rompecabezas a la par que soportabas los terroríficos entornos. Resident Evil se basaba en los típicos shocks terroríficos (con un vídeo inicial de bajo presupuesto, unas voces muy pobres y algunos sustos auténticos) y Silent Hill se centró en una dirección más inquietante, jugando con los diseños de criaturas horribles y un pueblo de pesadilla que conseguían una experiencia única.

Ambos ofrecían combate también pero era más un aspecto secundario de la partida. En la mayor parte de las situaciones lo mejor que podías hacer era correr. Sin embargo, estos dos títulos demostraron que una buena historia y algunas escenas terroríficas podían ser tan divertidas como saltar plataformas y conseguir la puntuación más alta. Después de estos dos éxitos, las dos franquicias perdieron el norte con los juegos posteriores: Resident Evil favoreció la acción por encima del terror, mientras que Silent Hill perdió su fama por quemar demasiado su estilo de juego, puesto que las siguientes versiones usaron esa misma fórmula hasta la saciedad, sin renovarse. No obstante, durante mucho tiempo, estas dos series nos dieron unos buenos sustos.

En la sexta generación de videoconsolas, el 'survival horror' ya era un género popular entre el público. PS2 nos ofreció unas cuantas experiencias terroríficas con Fatal Frame y Siren, que usaron el terror japonés como inspiración y añadieron más combate a las partidas.

Esta consola vivió también el lanzamiento de Silent Hill 2, un título que podría considerarse como el mejor videojuego de terror de la historia. A medida que el género ganaba popularidad, incluso Nintendo se unió a las otras videoconsolas con el título de terror y 'thriller' Eternal Darkness (los fans aún piden una continuación de este juego) y el tan laureado Resident Evil 4 (la mejor entrega de la serie, que aunaba escenas agobiantes con unas mecánicas de combate estupendas) que salieron para Gamecube.

Entonces apareció un nuevo competidor en el mercado de las videoconsolas: la Xbox de Microsoft lanzó Silent Hill, Fatal Frame y Manhunt. Mucha gente opina que esa generación de títulos de terror supuso la "edad de oro" del género. Los gráficos y los audios se habían desarrollado tanto que los programadores podían crear sustos mucho más realistas, pero para los fans no era suficiente y, por desgracia, los desarrolladores empezaron a desarrollar contenidos cada vez menos innovadores y los fans perdieron el interés.

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Dead Space fue un título muy importante de su generación.

Entonces, la generación más reciente de juegos de terror sufrió unos cuantos cambios muy interesantes. Seguía habiendo buenos títulos de miedo como Dead Space y F.E.A.R, pero muchos se pasaron al género de acción. La serie de Resident Evil, aún en curso, fue un claro ejemplo de este cambio con el énfasis que se puso a los tiroteos en Resident Evil 5 y 6.

Afortunadamente, no todo estaba perdido. Algunos títulos como Siren: Blood Curse, que se podía descargar desde PlayStation Store y que reinventaba la franquicia de Siren, nos recordaban que el 'survival horror' aún era un género interesante.

Sin embargo, el mejor terror no llegó para las videoconsolas, sino que, con la escena indie, empezaron a aparecer juegos de terror fantásticos para PC. Estos títulos se centraban en la exploración, la historia y en la atmósfera y supusieron la oportunidad de los programadores indie de exhibir sus habilidades sin necesitar un gran presupuesto para mejorar sus mecánicas; y lo cierto es que, de todos los programadores indie de títulos de terror, la compañía que más sobresalió fue Frictional Games. Esta compañía creó la memorable serie de Penumbra y el título, que está considerado como uno de los videojuegos más terroríficos del mundo, Amnesia: The Dark Descent, usando su propio sistema, el HPL Engine.

En la actualidad, con las nuevas Wii U, PlayStation 4 y Xbox One, podemos ver unos cuantos títulos de terror muy interesantes en el horizonte. Daylight se sitúa en un hospital abandonado donde el protagonista no puede utilizar armas; Dying Light es un juego de supervivencia con zombis que se centra en buscar suministros entre la basura y en que hagas tus propias armas a mano; Alien: Isolation parece el mejor homenaje a la peli original; Nintendo recupera la serie Project Zero; y The Evil Within, dirigido por el creador de Resident Evil, Shinji Mikami, hace que los jugadores luchen en un mundo misterioso de muerte y locura. Esperamos que estos títulos solo sean unos pocos de la próxima generación de videojuegos de este tipo. Con suerte, durante los próximos años veremos el renacimiento de los videojuegos de terror.

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¿Nos conducirá The Evil Within a una nueva era de los juegos de terror?
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