Heavy Bullets - Impresiones

Seis balas. Eso es todo cuanto tienes para jugar. Si las pierdes, estarás acabado. Si las disparas a lo loco por el escenario, estarás acabado. Si fallas demasiados tiros, ya sabes, estarás acabado. Heavy Bullets puede que tenga una premisa muy sencilla, pero eso no implica que no pueda ser bastante complejo.

Es un juego en el que puedes realizar seis disparos. Las balas que dispares podrán ser recuperadas y podrás recargarlas en tu pistola. No dejan de rebotar en el lugar en el que caen, ya sean los restos de un enemigo o frente a una pared lejana, en caso de que falles. No hay recarga automática, así que la muerte suele ser la consecuencia inevitable de no conseguir reabastecer a tu arma de munición en el momento adecuado. Esas seis balas son el eje central en torno al cual se equilibran todos los demás elementos.

Lo primero que te sorprende al iniciar la partida son los gráficos tan austeros. Los niveles están decorados con neones y otras fuentes fluorescentes de color. Es algo simple pero que tiene un toque encantador; al menos, en un primer momento. Se podría decir lo mismo del apartado sonoro, con melodías simpáticas en un primer momento, pero que acaban agotando con el paso del tiempo. Todo tiene un marcado estilo retro intencionado que, en general, nos ha gustado y nos muestra un uso muy inteligente de los limitados recursos del estudio. Es evidente que esta obra no ha sido creada por un equipo muy numeroso.

Pero tanto da la cantidad de gente que haya trabajado en el juego si hay potencial en él; ese es, precisamente, el caso de Heavy Bullets. No es una obra maestra y puede que nunca lo sea, pero ofrece un desafío importante y presenta un concepto muy bien llevado.

Cada uno de los ocho niveles se genera de forma aleatoria; es decir, que cada visita a este caleidoscopio letal será diferente, aunque no tardarán en hacerse familiares todos los niveles. En general, el script usado para generar esas fases es bastante digno, aunque puede acabar siendo un tanto frustrante cuando las zonas que rodean las salidas están muy pobladas de enemigos (no puedes avanzar al siguiente nivel hasta que hayas acabado con todos los enemigos de la zona, algo que puede ser muy molesto y hay muchas torretas esperándote y a ti te queda poca vida).

Hablando de los enemigos, en los niveles que hemos probado nos hemos encontrado con una buena selección de rivales (aunque "buena" no sea la mejor palabra para definirlos), desde las típicas bestias esféricas y torretas láser hasta las serpientes que se esconden entre la vegetación, criaturas con forma de araña y catapultas que lanzan granadas. Estamos convencidos de que hay más de los que hemos visto, sin duda esperándonos en niveles más avanzados.

Los distintos enemigos tienen diferentes virtudes y debilidades, algo que no sorprende a nadie; pero el lenguaje visual de todos ellos es bastante revelador. Serán pocas las muertes que no veas venir y, precisamente por eso, planificar metódicamente y conocer bien el entorno es casi tan importante como tener el arma llena de munición.

La muerte es, por lo general, una bestia cruel. No hay continuaciones ni reinicios. Cada vez que mueres tienes que volver al principio. Heavy Bullets, pese a todas sus pretensiones en el terreno de los shooter en primera persona, es más bien un dungeon crawler que se presenta en forma de flashback a los 80. El objetivo del juego es atravesar sus ocho niveles y reiniciar una red de ordenadores infectada, pero poco más se puede encontrar a nivel narrativo.

Al acabar con un enemigo se nos recompensa con un puñado de monedas que podremos recoger y reciclar en alguna de las estaciones que tendremos a mano. Algunas ofrecerán suministros médicos; otras, munición y granadas; y no faltarán las que servirán de banco para nuestros fondos, en las que podremos guardar dinero y acceder a él en sucesivas partidas. Hay un gran número de objetos coleccionables y objetos pasivos que se podrán recoger en cada misión, desde minas hasta pociones y misiles. Estos objetos también se podrán guardar en el banco para usarlos posteriormente.

En general, Heavy Bullets está en buena forma para contar con acceso anticipado. No nos parece que falte mucho más por hacer, más allá de pulir algunos detalles y corregir errores. Con eso en mente, es fácil recomendarlo si lo que buscas es un shooter atípico, aunque sea con la etiqueta de acceso anticipado. Aunque transmite una buena primera impresión, no hay muchos cambios en lo que respecta a los apartados visual y sonoro, así que es poco probable que para muchos sea una compra atractiva. Pero si buscas un juego que ofrezca partidas rápidas y una experiencia diferente, sin duda este título merece que se pague el precio del acceso anticipado.