God of War: Ascension - primer contacto

Los rayos del sol hacen que su complexión parezca de oro puro, destacando las marcas pintadas en rojo. Su respiración indica que está listo para la batalla.

Un horror de un ojo aparece frente a él, la monstruosa boca babeando. Hasta el hombre más valiente se habría retirado. Nuestro héroe le planta cara él solito. Levanta la espada, se encaja un casco forjado con los restos de otras criaturas derribadas. Aprieta los dientes y se dispone a cargar.

Pero entonces ocurre algo inesperado. Algo que no se había visto o contado en anteriores aventuras. Aparece otro héroe armado, así que ahora lucharán codo con codo contra el enemigo común. Unos segundos después, la sangre y las tripas cubren el suelo embaldosado.

Esto aún es God of War. Aún se trata de una de las interpretaciones más crudas y brutales de la mitología griega. Pero algo ha cambiado. Ninguno de estos héroes es el guerrero atormentado Kratos. Estos 'fichajes' son anónimos, dos 'avatares' controlados en directo por miembros del Santa Monica Studio de Sony.

God of War se acababa de convertir en una experiencia multijugador.

Lo primero que me vino a la cabeza fue que el juego cooperativo por fin había llegado a la serie God of War. Pero estaba muy equivocado. Los guerreros que se abren camino a través de desfiladeros y pasillos dilapidados aparecen en un campo de batalla mayor, donde aparecen otros dos más, también vestidos de rojo. Al otro lado esperan otros cuatro luchadores, ests de azul, igualmente dispuestos a luchar. Comienza una nueva batalla épica.

Estas valientes almas no se encuentran solas en la arena. En medio de la traicionera tormenta de arena acecha un horripilante y tremendo ser, capaz de plantar cara a un titán.

Es nada menos que Polyphemus, el Cíclope. Por suerte, a esta bestia la encadenaron los dioses, pero no es suficiente para evitar que ataque a los soldados insensatos que se acercan demasiado.

Polyphemus, además de una presencia imponente, también es el objetivo de la partida: los dioses recompensarán al que consiga quitarle la vida. Para conseguirlo, primero habrá que domarlo un poco más, aprovechando dos puntos claves en el escenario. Uno de los rojos carga hacia uno de estos puntos y comienza a levantar una palanca gigante para ceñir las cadenas un poco más, debilitando a la criatura monocular momentáneamente.

Mientras tanto, al otro lado sigue la batalla. Muchos blanden unas espadas que se pueden convertir en pequeñas dagas y que, atadas a unas cadenas, pueden lanzarse como las legendarias hojas de Kratos. Otros se arman con tremendos martillos cuyo impacto hace retemblar el suelo. Algunos héroes combinan sus ataques para infligir el mayor daño posible a sus rivales. Es todo un caos. Un caos controlado.

El equipo de azul lucha como puede para no perder la primera posición, pero ya es demasiado tarde. Los rojos han alcanzado los dos puntos y han captado la atención del todopoderoso Zeus, que invoca un trueno que puede emplear el equipo.

Uno de los hombres de rojo se hace con el arma encantada y los cuatro guerreros se aproximan al debilitado Polyphemus. El hombre con el 'thunderbolt' salta sobre la bestia, los otros sujetando las cadenas. Una secuencia que podría llamarse 'QTE cooperativo' termina con el rostro del cíclope hecho pedazos, la sangre brotando cual spray en todas direcciones.

Y así toca a su fin una ronda normal del modo de juego Team Execution (Ejecución por equipos) de God of War: Ascension. Dos equipos de cuatro integrantes batallan por dos puntos del mapa, sólo por asegurarse las ganancias que reporta derrotar al cíclope en el centro de la arena. Y es sólo un pequeño bocado de un componente multijugador realmente ambicioso denominado Champion of the Gods (Campeón de los Dioses).

Como Kratos hizo en la trilogía original, esta modalidad traza la historia de un soldado letal que se convierte en dios invencible, pero en este caso describiendo su viaje a través de combates a muerte multijugador online. Después de una breve introducción para someterte a uno de los cuatro dioses (Zeus, Poseidón, Hades o Ares), tu lealtad deriva en armaduras, hechizos, mejoras y ataques especiales únicos.

Por ejemplo, el dios de la guerra ofrece armas y ataques mucho más poderosos, mientras que Hades te especializa en la magia oscura. Más opciones van apareciendo según te acercas a tu lugar en el Monte Olimpo, y según vas confeccionando a tu héroe, irás obteniendo algo parecido a una clase en los juegos RPG. Digamos que consigues magia que puede subir la salud de tus camaradas: entonces te convertirás en un dios-médico.

El multijugador, especialmente uno competitivo como este, parece la progresión lógica de la serie, según explica el diseñador líder Mark Simon. God of War III marcó la escala más grande con la idea de los titanes, así que la única forma de hacerlo aún más impresionante era permitir que otros jugadores experimentaran la épica en compañía.

Polyphemus es un ejemplo de estos momentos. El estadio estaba diseñado con él en mente, y también habrá otros escenarios con peligros completamente diferentes. Algunos varían dependiendo de la modalidad de juego escogida.

Sin embargo, adaptar las batallas distintivas de la serie al multijugador aún requería demasiado trabajo. El objetivo es que todos los jugadores se sientan tan poderosos como Kratos, pero sin perder el equilibrio entre sus habilidades.

Está claro que no todas las armas pueden ser tan capaces como las Blades of Chaos, así que deberán tener usos específicos. Una espada puede hacerle mucho daño a un solo enemigo, mientras que un martillo tendrá menos impacto, pero sobre más rivales de forma simultánea. El sistema presenta la misma profundidad que los jugadores esperan de la serie, y sin duda esconde el potencial necesario para que los más talentosos se planten ante situaciones abrumadoras y salgan victoriosos. El director de juego Todd Papy, que lleva en la serie desde que comenzó, asegura que lo más importante es que Ascension siga pareciendo un God of War.

Entendemos que Sony decidiera hablar únicamente del multijugador en esta ocasión. La compañía quería dejar claro que el cambio no degradará la experiencia de juego general. Todo lo contrario. Santa Monica Studio ha crecido mucho desde God of War III, concentrando gran parte de su esfuerzo en este nuevo componente multijugador. La idea es que todos se centren en lo que mejor saben hacer, y sin duda parece que lo han hecho como debe hacerse.

Pero que quede claro que el juego no es solo multijugador. Ahí estará la campaña en solitario que contará con todo lo que triunfó en las entregas anteriores (Kratos y toda una mitología de criaturas a despedazar en nombre de la venganza). Ya no es un Dios, pero eso no quiere decir que no pueda liarla parda.

Este nuevo God of War, según Mark Simon, es solo el comienzo de lo que tienen planeado para el futuro de la serie. Aún le queda mucho por decir al amigo Kratos. Del mismo modo, tengo la sensación de que, lo que vimos hoy en San Francisco, es únicamente la punta del iceberg de lo que será God of War: Ascension. El potencial y la promesa podrían llegar hasta el mismísimo Monte Olimpo, pero hasta que no nos peleemos con nuestras propias manos, mantendremos nuestras expectativas encadenadas a niveles más realistas.