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Gears of War 3

Gears of War 3 - La Horda

Cinco amigos contra el mundo. Un concepto sencillo, pasado por el filtro de Epic Games, resultó en un modo de juego realmente convincente que viene copiándose desde entonces.

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Y aún así pocos han conseguido acercarse a la intensidad, caos o asociaciones que nacieron de Horda, un modo de juego que se suponía debía ofrecer diversión breve para después de los créditos, no el monstruo absorbe tiempo en el que se convirtió. Es cuestionable si siquiera Epic sabía lo que tenía entre manos.

Cinco amigos contra oleadas y oleadas de enemigos, con la cooperación como única barrera entre ellos y la muerte. Esto es lo que reside en el corazón del modo más intenso de Gears of War 2 y lo que nos tiene volviendo a jugar una y otra vez pese a sus fallos.

¿Pero qué hay después? Sentados en las oficinas americanas de Epic, flota el pensamiento de que no hay nada realmente nuevo que ver. Pero pronto nos damos cuenta no sólo de lo equivocados que estábamos, sino de que Horda en su estado primitivo no era más que el pilar de un concepto con enorme potencial, y de cómo ahora crece hasta convertirse en algo realmente ambicioso. No hablamos de un modo de juego separado, hablamos de algo que podría dar para un juego completo separado.

Rod Fergusson, productor ejecutivo de la serie Gears of War, comenzó su presentación repasando lo que quería el estudio mejorar en el nuevo "Horde 2.0".

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"Lo más importante era llevar el modo de juego al siguiente nivel sin alejarse de los que pasaron un montón de horas con él en Gears of War 2. Todo lo nuevo debía sentirse natural. En el proceso era esencial mirar bien cómo jugaba la gente a Horda", explica.

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Un buen equipo de Horda eligió un lugar en el escenario que era fácil de controlar y defender. Se convirtió en su base, y cada jugador asumía un rol casi de forma instintiva. Scout, Sniper, Defence... y el pobre bastardo que hacía de la mula suicida del escuadrón, cargando en mitad del campo de batalla para conseguir nuevas armas y munición.

Y así las reglas no escritas de las bases y las clases se hicieron algo mucho más concreto. Ahora puedes construir bases de verdad, donde hay mucho margen para que cada jugador juegue su rol individual. Y aún así reclamar una base solo es la esencia de la nueva mentalidad del modo de juego: tienes que fortificar tus ocupaciones. Aunque tu primera base es gratuita, deberás pagar para la protección adicional. Los créditos ganados durante el curso del juego pueden invertirse para comprar mejoras como señuelos, ametralladoras automáticas y barreras, que a su vez se pueden ir actualizando (y también requieren mantenimiento), y puedes salir volando para conseguir más bases defensivas. Una buena economía es la clave para sobrevivir. Civilización con motosierras, por llamarlo de algún modo.

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El primer aliciente es un señuelo de Cole Train a escala 1:1. No es más que un maniquí, pero es capaz de distraer el asalto Locust con una eficacia sorprendente. Pero tienes que llegar hasta el cebo de nivel cuatro: un maniquí blindado y armado con una caja explosiva.

Las barreras también ofrecen combinaciones interesantes. Cualquiera que haya jugado a Horde sabe que es importante bloquear algunos pasillos para "arrear" los movimientos enemigos. Por lo tanto puedes poner alfombras de clavos en tu base que se actualizarán a alambre de espino, luego a campo electrificado y al final a rayos láser. Los Locust pueden atravesarlos, pero se verán ralentizados, impactados o dañados físicamente.

Parece importante aprender cómo funcionan las diversas fortificaciones para usarlas de forma efectiva. Pensar de forma creativa deriva en las mejores recompensas, como poner una granada detrás de un señuelo para deshacerse rápidamente de cualquier enemigo que esté en el radio.

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Según se van complicando las oleadas de enemigos, también se hace cada vez más difícil actualizar la base al mismo ritmo y mantenerla en buenas condiciones. Si algo se rompe completamente y no se repara cuando acabe la ronda, desaparecerá del todo, obligándote a comenzar desde las fortificaciones de nivel 1. Es importante recordar que siempre es más barato reparar que comprar algo nuevo.

Sin embargo, no solo tus bases y fortificaciones se desarrollan: cuanto más juegues Horda, más pueden crecer las habilidades de tu personaje. Llevará un tiempo ates de que siquiera tengas la opción de actualizar tus barreras al segundo nivel, pero hagas lo que hagas, obtendrás puntos de experiencia que te dan acceso a más objetos para tu base. Esta sensación de desarrollo y progresión personal mejora toda la modalidad de juego, de forma que nunca parece que estés comenzando desde cero aunque te metas en un juego nuevo con jugadores nuevos.

Repara con frecuencia y los costes se reducirán. Esto puede llevar a roles específicos dentro del equipo, y es un sistema que premia a los que realmente le sacan provecho. Cada jugador tiene su propio banco del que tomar los fondos, y por lo tanto es muy importante trabajar cuando toca construir, reparar y mejorar los objetos más grandes, empujando a los que tienen menos costes hacia las construcciones más grandes.

El dinero también se puede gastar en otras cosas. Las armas y cajas de munición que están repartidas por el escenario pueden adquirirse por una pequeña suma, ¿y por qué no comprarlas de nuevo si mueres rápido? Los jugadores que son rápidos ayudando a sus compañeros de equipo cuando reciben mucho daño también serán recompensados con algo de dinero extra, lo que lleva a la gente a tomar el papel de un sargento dentro del grupo.

O puedes ahorrarte esos créditos y guardarlos para el item más destructivo del juego: el Silverblack. Se trata de un traje de batalla enorme que tiene acceso a ametralladoras, misiles y pisotones mortíferos. No quedan claros los requerimientos para adquirir esta bestia bruta mecanizada, pero que no te sorprenda si lleva unas cuantas semanas de juego duro para poder pilotarla.

Aunque las fortificaciones y las mejoras de personaje son noticias muy bienvenidas, había algo más que nos llamó la atención. Cada diez hordas aparece una frenética batalla contra un jefe. Como dos berserkers, o una pareja de Reavers. ¿O qué tal un Brumak de cuatro pisos que tiene ganas de hacer el Godzilla con tu fuerte tamaño Lego?

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Impacta pensar en el progreso que ha realizado la serie desde el original. Antes estábamos acostumbrados a ver estas bestias en escenas pregrabadas. Ahora están demoliendo barricadas en nuestros modos de juego multijugador junto a docenas de otros enemigos y los compañeros de equipo. Arrasan el campo de juego, literalmente. Pero significa que necesitas constantemente invertir dinero en reconstruir.

Y lo creas o no, estas criaturas son simples esponjas de balas que sólo están ahí para absorber nuestra munición. Para cargarte un jefe sin demasiadas dificultades es necesario un enfoque único, y en muchos casos, el trabajo en equipo. Un Berserker sólo puede ser dañado cuando está caliente, lo que significa que alguno del grupo debe mantenerse cerca y atacar con armas como el lanzallamas. Otro (¡hola Donkey!) debe llamar la atención del gigante sobre sí antes que se fije en esas barricadas tan caras.

Los nuevos jefes, combinados con una variedad de enemigos totalmente asombrosa tendrá a los jugadores de la Horda bien ocupados. Ya no son las mismas diez oleadas que se repiten una y otra vez. En lugar de eso, Epic ha creado diversos conjuntos que incluyen todos los tipos diferentes de enemigos de la campaña. Muchas están dedicadas a las tropas Locust, pero también están aquellas en las que entran en juego los nuevos monstruos Lambet infectados. Las dos facciones requieren tácticas completamente distintas para conquistar, de forma que ninguna partida de Horde es igual a otra.

Y hay más. Para dotar de una profundidad adicional al concepto, ahora hay hordas de bonificación en las que hay que realizar tareas específicas en el grupo. Matar un número específico de enemigos sólo con la motosierra, o cargarse una horda entera dentro de un límite de tiempo. Hazlo y el grupo recibirá un botín en forma de objetos que pueden hacer la siguiente horda mucho más divertida. ¿Qué tal munición completa para todos los del equipo o un lanzacohetes para cada uno?

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Puedes aderezar la experiencia de juego activando bonus setups. Estas configuraciones cambiarán el juego de tres formas distintas. Algunas lo hacen más fácil, otras más difícil y también están las que son simplemente estrafalarias, como las flores en lugar de la sangre cuando tronchas a un enemigo.

Ir escalando y las mejoras traen consigo su propia horda de problemas, de esos que dejarán a los jugadores una noche en vela intentando dar con la solución posible. ¿Merece la pena arriesgarse a atacar para reclamar otra base durante una partida? Con el dinero dividido, las fortificaciones se hacen más difíciles de mantener y mejorar. Con el equipo dividido, los rescates heroicos podrían derivar en matanza por la exposición y menor número del equipo. Pero también están las ventajas. Más bases, la posibilidad de más fortificaciones, mientras el número de enemigos por base se queda en la mitad.

Aunque esta modalidad de juego parece hasta arriba de contenido por todos lados, la esencia no ha cambiado. Aún son cinco amigos contra la Horda. Solo que la situación es mucho más compleja, y si nos permitís... Épica.

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