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Kôna - impresiones

Kôna significa 'nieve' en el lenguaje clisteno.

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Nos situamos en Quebec, en una oscura noche de octubre durante la década de los 70. Carl Faubert no consigue imaginarse a W. Hamilton, un rico propietario de fincas atiborrado de trufas y Chardonnay, sentado entre las botellas de aceite y los periódicos en una tienda. Sin embargo, en ese escenario es donde ha quedado y donde conocerá a su cliente... si consigue encontrar la tienda en la tormenta de nieve.

Carl usa su cámara Polaroid para sacar fotos de las pruebas con las que se encuentra y, a medida que reúne las piezas del puzle, la cámara le ayudará a unirlas todas.

Es el comienzo de una larga noche del otoño de, recordamos, hace cuarenta años y Hamilton, aparentemente, espera que encontremos la tienda en los territorios salvajes del norte de Quebec, décadas antes de que los GPS fueran algo común en los coches.

Al parecer, los miembros de la comunidad local clistena no están muy contentos con Hamilton, ya que protestan porque les ha quitado su sagrada tierra para aprovecharse de las minas de cobre. Poco después de recibir estas quejas, la residencia de verano y la mansión de caza de los industrialistas sufren actos de vandalismo y robo, por lo que Hamilton le pide al veterano de guerra e investigador privado, Carl Faubert, que encuentre a los culpables.

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Cuando nos acercamos a la tienda y aparcamos cerca de los surtidores de gasolina, nos extraña la ausencia de coches en el aparcamiento. Sin embargo, al entrar por la puerta, observamos los cristales rotos y las marcas de garras en el quicio de la puerta.

Echando un vistazo, descubrimos que la puerta trasera está abierta, muy cerca de un generador diésel que provocaba que se formasen carámbanos de hielo en el techo, antes de que lo apagasen. En las estanterías de la tienda, podemos ver garrafas de gasolina vacía, latas de maíz, tomate, cangrejo... y coca cola en botellas de cristal. A medida que exploramos, escuchamos el sonido de cristal roto bajo las suelas de nuestros zapatos.

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"Carl debe darse cuenta de que no hay nadie aquí", comenta una voz masculina en un francés condescendiente. De este modo, el narrador introduce observaciones ingeniosas y aporta profundidad a través de los comentarios que, según el estudio indie Parabole, dependen de dónde te encuentres y de tus acciones. La desarrolladora promete que habrá un narrador inglés junto al francés, pero aseguran que será un reto imitar el encanto peculiar del narrador original (por el tema territorial).

Después de que Hamilton no se presente a la cita, Carl empieza a llamar a las puertas de las casas colindantes, solo para darse cuenta de que los vecinos también se han ido. De nuevo, depende de ti investigar estas desapariciones.

Carl se dedica a sacar fotos dignas de Instagram de las pruebas con las que se encuentra y, con las suficientes fotos, puede revivir escenas del pasado. Cuando sueña despierto, nuestro protagonista vuelve en el tiempo y averigua lo que ocurrió.

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Los elementos de tu alrededor también ayudan. Por ejemplo, los trozos de papel con letra cursiva ilegible pueden contener información que te ayude a resolver los puzles y, si apartas la cama en alguna cabaña abandonada, quizás descubras un agujero por el que bajar. No obstante, para destapar el misterio de las desapariciones, la exploración no será suficiente: debes conseguir que las piezas encajen.

Cuando activamos el interruptor del generador de detrás de la estación, se enciende un panel de control y nos permite llenar una garrafa con gasolina. No tenemos que pagar y nos lo llevamos pensando en encontrar algo donde echarlo, hasta que encontramos una moto de nieve al lado de una cabaña.

Os explicamos la situación: la moto hace eslalon entre los pinos. No hace más ruido que un susurro en la tormenta de nieve. Delante de nosotros aparece un puente de madera. Vemos una manada de lobos pasar, pero están demasiado lejos para perseguirnos. Por desgracia, nos damos cuenta demasiado tarde de que el puente se ha caído; no nos queda más opción que pisar el acelerador a fondo y confiar en que la bestia de metal que cabalgamos consiga llegar al otro lado. En cuanto los esquís delanteros dejan de sentir el suelo, advertimos que no lo lograremos: hemos saltado con un ángulo con el que seguramente consigamos llegar al otro lado, pero demasiado bajo como para que la moto de nieve aterrice sobre el extremo. Justo antes de que Carl se choque contra el puente, la pantalla se cubre de negro. La demo ha acabado.

Esto es lo que hay hasta ahora. El curioso Kôna también se puede jugar en Oculus Rift. Básicamente es un juego de 'survival horror' en primera persona que saldrá en cuatro partes. La gente ya ha financiado la primera en Kickstarter durante el mes pasado y cada parte dura alrededor de una hora (dos si te gusta explorar). Durante el segundo trimestre de 2015 saldrá a la luz el primer episodio, pero podéis hacer la espera más corta jugando a la demo que os hemos contado (disponible en Kickstarter).

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Kôna multiplicará la inmersión con Oculus Rift.

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