Bedlam - Impresiones

Hay algo de baja fidelidad en Bedlam que, en última instancia, define el juego, para bien y para mal. Estamos hablando de las primeras dos horas del título, pero por lo que hemos visto hasta ahora, esto es todo lo que tendrás de vieja escuela sin decir adiós a los polígonos.

La premisa tras el juego nos llamó la atención la primera vez que lo anunciaron a principios de 2014. Está relacionado con la novela de Christopher Brookmyre, el escritor de ficción escocés. Al igual que la novela homónima, es una exploración centrada en diversos recursos narrativos de los videojuegos, sobre todo en los shooters multijugador de los 90. Sin embargo, hay unas sutiles diferencias entre el libro y el juego; son piezas complementarias en lugar de ser una sola.

No hemos leído el libro (todavía), pero, por lo que hemos visto, la novela tiene un protagonista, mientras que el juego se centra en otro, Heather, conocida aquí por su nick para jugar de aquel entonces, Athena.

En Bedlam, o al menos en la primera parte, Heather/Athena está atrapada dentro del cuerpo de un enemigo del videojuego, en medio de dos bandos enfrentados entre sí en un shooter que recuerda a los inicios de Quake.

No hay secuencias de vídeo. Se ha eliminado todo lo innecesario. La narración del juego se presenta mediante el doblaje, con la voz de la actriz Kirsty Strain, quien hace un gran trabajo y hace comentarios sobre los shooters de la vieja escuela. El guión es muy divertido y aquellos de vosotros que hayáis jugado a shooters para PC en la época dorada de los años 90 detectaréis varias referencias cómicas.

Bedlam es un viaje a la nostalgia con montones de guiños a los juegos de antaño. No entraremos en detalles sobre los homenajes que se presentan después del inicio, ya que descubrirlos por primera vez es sin duda parte del encanto de este título particular; pero tras ver el estilo Quake de la primera misión, es fácil imaginar va en conjunción con niveles que se centran en otras licencias recientes (hay algunas misiones con temática de la Segunda Guerra Mundial ahí), y, por el camino, hay pequeñas desviaciones a áreas más pequeñas, cada una con un enfoque más específico.

Conceptualmente, es una gran propuesta, incluso en su fase de acceso anticipado. Sin embargo, se desvía un poco. A nivel de mecánicas, tiene menos dispersión; se puede centrar más el tiro. Bedlam todavía se maneja como un viejo shooter, con un bajo centro de gravedad y movimientos rápidos, pero no diferencia mucho entre estilos y géneros.

En cuanto a las armas, hay un poco de todo. Pero los fans de los shooters de la vieja escuela fliparán haciendo un tour a través de las armas con un estilo ambientado en los 90. El hecho de lanzar cohetes y predecir caminos está teñido de nostalgia, como lo estaba la configuración de los diferentes niveles. Los tipos de enemigos no son especialmente variados, pero los proyectiles acaban con ellos de forma satisfactoria. Los sosos pasillos de metal están cortados por habitaciones llenas de barriles, mientras que los espacios abiertos con escenarios con forma de garra están vinculados con pasarelas y grandes rampas.

Al jugar durante un par de horas, lo primero que nos encontramos es el cariño por la temática que se ha puesto en este proyecto. Se trata de un título particular con un atractivo muy particular. Está limitado en muchos sentidos y el diseño antiguo implica que algunas partes del juego encierran frustraciones de la vieja escuela. Está poco pulido, de ahí que todavía lleve el sello de acceso anticipado. Pero, por lo que hemos visto hasta ahora, es bastante divertido y, para aquellos que recuerden con cariño los primeros años de los shooters en 3D, Bedlam será una proposición interesante.