Bombshell - impresiones GDC

Todo empezó con Duke Nukem. Después, con la legendaria serie de Wolfenstein y la del ya mencionado personaje creado por Todd Replogle, 3D Realms construyó buena parte de su éxito con franquicias groseramente divertidas e impactantes. Sin embargo, después de los años dorados y recientemente, el estudio se ha dedicado principalmente a títulos menores, que no han sido particularmente brillantes (incluso de la serie de Duke Nukem, cuya últimas entregas no pasan de decentillas) y eso ha ido empañando su glorioso pasado. Hasta hoy. Durante la GDC de San Francisco, tuvimos la posibilidad de participar en una sesión de prueba de Bombshell, el nuevo título de acción con elementos RPG que está en desarrollo en Interceptor (para PC y PS4). Nos hemos quedado muy sorprendidos porque, a pesar de nuestras expectativas, ha demostrado ser un título con mucho potencial, listo para proporcionar una experiencia testosterónica al más puro estilo Duke Nukem, pero, en esta ocasión, con una protagonista con falda. ¡Y vaya falda!

Puede que el concepto subyacente a Bombshell no sea el más original de la historia de los videojuegos, pero no cabe duda de que desempeña un buen papel a la hora de crear la acción que se espera de un juego de este género. En el título, os pondréis en la piel de Shelley Harrison, una ex agente militar cojonuda con una particular predisposición a los explosivos, a la que, por un trágico accidente, le falta un brazo. Dicho accidente es uno de los principales motores narrativos (¡si se le puede llamar así, claro!) del juego, y después de eso, podremos ver como la decidida Shelley "Bombshell" (pibonazo), ahora armada con un brazo mecánico ultraequipado y muy letal, busca saciar su inmensa e inconmensurable sed de venganza hacia aquellos que la convirtieron en una 'semi-cyborg', pero sobre todo, podremos ver la determinación con la que quiere salvar al Presidente de los Estados Unidos que, como siempre, ha sido raptado por un ejército alienígena.

Por si todavía quedaba alguna duda, la fuerza de Bombshell reside principalmente en bombear adrenalina constantemente y en interminables ráfagas de proyectiles. Con un punto de vista isométrico y con un guiño a la buena de Samus Aran de Metroid, Shelley demuestra ser una verdadera bomba de relojería, que con la misma habilidad y maestría te da una patada certera o saca armas que compiten con las del viejo Duke (Nukem) con el que, sexo aparte, las comparaciones son inevitables.

No obstante, como decíamos al principio, Bombshell hereda ese toque grosero que hizo que la serie de 3D Realms fuese tan popular desde sus inicios: ríos de sangre y formas creativas y humillantes de infligir el golpe de gracia al enemigo (durante la partida de prueba, los mismos desarrolladores nos han dicho que se han imaginado las formas más absurdas e impensables de "rematarlos")... Es decir, si teníais miedo de que el nuevo título de Interceptor no estuviese a la altura de su predecesor, podéis respirar aliviados.

Sin embargo, esto no es más que la superficie, aspectos puntuales que los desarrolladores añaden para hacer la experiencia aún más divertida. De hecho, el núcleo de Bombshell reside en un estilo shooter salvajemente divertido, que ofrece una gran variedad de armas y coleccionables (estos últimos pueden actualizarse con un sistema especial de puntos de experiencia). Un aspecto que el estudio ha destacado durante toda la presentación es el hecho de que el título, aunque parezca acción/shooter, posee elementos tomados del género RPG. Por ejemplo, además de sistema de mejora de armas, los jugadores podrán mejorar las habilidades de Shelley que mejor se adapten a su estilo de juego o a sus inclinaciones. De todas maneras, es una pena que el toque RPG no vaya más allá de lo que os hemos contado, porque estamos seguros de que a la experiencia le hubiese venido muy bien y le habría aportado más originalidad y más detalle (más cercano al fantástico sistema visto en Diablo).

Por último, pero no por ello menos importante, tenemos que resaltar el buen trabajo que han llevado a cabo en el apartado gráfico. Aunque es cierto que la experiencia no es una maravilla visual, el esfuerzo de Interceptor en este campo merece todo nuestro respeto y se ve que han mostrado una especial atención a los detalles (a veces demasiada, como cuando pudimos leer una frase que estaba grabada en una de las pistolas de Shelley) y les ha dado buenas resultados, sobre todo en cuanto a iluminación y la física de fluidos. Está claro que ahora lo que el juego necesita es una fase de pulido (todavía quedan pequeños 'bugs', aparte de alguna imperfección en las animaciones), pero, así tal cual, la experiencia visual que ofrece Bombshell es, sin lugar a dudas, satisfactoria.

En suma, nuestra sesión en compañía de Shelley Harrison ha resultado ser un rato genial. A pesar de que no puede compararse con la experiencia de Duke Nukem, el nuevo título desarrollado por Interceptor está muy bien hecho, es divertido y está lleno de un humor grosero que ha conseguido sacarnos unas cuantas sonrisas durante toda la prueba. Desde luego, seguimos intrigados por el juego y nos morimos de ganas por saber más, aunque tendremos que esperar a verano, porque Interceptor prevé el lanzamiento de Bombshell para la temporada estival.