Breach & Clear: Deadline - impresiones

Los fans de los shooters tácticos de temática SWAT han estado bien servidos en los últimos meses. Tanto Door Kickers como el primer Breach & Clear fueron buenas opciones para los que prefieren juegos de acción más intelectuales, menos salpicados de sesos. Si adoptamos un enfoque un poco más amplio y miramos al futuro, ya podemos ver en el horizonte a Rainbow Six: Siege, un título verdaderamente prometedor. Incluso podríamos incluir a Battlefield: Hardline. No obstante, Door Kickers y Breach & Clear son los que se parecen más entre ellos, ya que la posición en la que sitúan al jugador con relación a la acción es similar en ambos.

Deadline es el nuevo juego de Mighty Rabbit y Gun, y ya que han destacado la parte de DEAD del título (muerto en inglés), es posible que no os sorprenda oír que este título adopta un enfoque algo diferente al que es habitual en el género. Como ya os podéis esperar, ese 'muerto' del título se refiere, evidentemente, a los muertos vivientes, que actúan como objetivos en la que actualmente es la versión de acceso anticipado de la continuación de Breach & Clear.

Se podría decir que en Deadline comenzamos con los ruedines puestos, ya que lo primero que debemos hacer es completar una misión tutorial en la que se nos explican los aspectos básicos del juego. La verdad es que el sistema es bastante complicado, así que puede que a los que no estén familiarizados con este título o con el género les lleve unos minutos adaptarse al hecho de tener que detener y reanudar la acción todo el tiempo. Durante la partida, debemos darle órdenes constantemente a nuestro pelotón de cuatro soldados, pero hay muchas más cosas a las que debemos prestar atención en cada uno de los escenarios. Cada personaje cuenta con habilidades propias que podremos utilizar para enfrentarnos con éxito a diferentes situaciones. Además, muchas de ellas pueden provocan efectos devastadores si se usan en movimientos coordinados.

Después de la misión de apertura, en la que se nos presenta la amenaza zombi, procedemos a evacuar la zona. Más tarde, probablemente mientras abandonamos la fuente de la epidemia, nuestro helicóptero cae y el equipo se divide. Lo que debemos hacer a continuación es explorar los alrededores para volver a reunirnos con nuestro pelotón y largarnos cuanto antes de ese pueblo infestado de muertos vivientes.

El flujo que se produce entre los encuentros resulta muy natural y agradable. En vez de misiones individuales, la acción tiene lugar mientras exploramos el mundo que nos rodea. Después de cada encuentro, se nos valora por mediante un breve resumen emergente y volvemos al mundo 'hub' distribuidor. Desde luego, la brevedad propia de un encuentro tipo SWAT tradicional encaja muy bien con este formato.

Los encuentros suelen desarrollarse de la siguiente manera: situamos a nuestro equipo, nos ponemos a cubierto y, si es posible, adoptamos una posición ventajosa. Podemos mover a nuestros soldados de forma individual o agruparlos y movernos en masa si queremos llevar a cabo acciones más específicas. A la hora de enfrentarnos a un enemigo, podemos designar un objetivo o dejar que nuestros soldados disparen a voluntad.

En los combates, contamos con la posibilidad de dar una serie de órdenes y luego pulsar el gatillo, dejar que el tiempo avance y ver cómo se desarrollan las acciones, aunque también podemos pulsar otro botón y jugar en tiempo real, sin pausas. Cada personaje puede especializarse en diferentes áreas, como en medicina o demoliciones, lo que hace que ocupen una posición diferente en el campo de batalla. Una de las situaciones que se nos mostró en el tutorial resultó ser bastante práctica y la usamos en el modo historia. Consistía en utilizar la habilidad de represión de uno de los personajes para retener al enemigo mientras otro de nuestros soldados tiraba una mochila bomba al medio de la muchedumbre, lo que nos permitió librarnos del peligro el doble de rápido.

Lo que nos ha resultado más interesante de este título es la fusión de estrategia táctica y shooter isométrico por equipos sobre zombis con la exploración de un mundo 'hub'. Son muchas cosas, pero, sin duda, se trata de una buena mezcla de ingredientes. El fluir del juego convierte a Deadline en un título lleno de acción, mucha más de la que tendría si los encuentros se dividiesen en niveles individuales. También dice mucho el hecho de que se nos asignen las misiones en un mundo 'hub', y no a través de una pantalla con instrucciones.

Nos hemos paseado por los escenarios explorables y hemos podido observar que hay 'mazmorras' generadas de forma procedimental. No hemos jugado lo suficiente como para valorar la narrativa, pero parece ser bastante genérica. De todos modos, nos encontramos ante un juego de zombis, así que ya sabemos qué nos vamos a encontrar antes de disparar la primera bala: supervivientes, tiros en la cabeza, barricadas, 'loot' y hordas de muertos vivientes arrastrándose.

Nuestras primeras impresiones de este acceso anticipado son positivas. Es cierto que nos encontramos con un par de 'bugs', pero de ningún modo eran tan graves como para echar a perder la experiencia, y, a decir verdad, los desarrolladores han advertido desde el principio que el juego todavía no está terminado, por lo que es de esperar que surjan algunos pequeños problemas. También nos han advertido de que es posible que las partidas guardadas se pierdan en las nuevas versiones del juego y de que no deberíamos encariñarnos demasiado con nuestros personajes. Si tenemos en cuenta que, a medida que vivimos el apocalipsis zombi, vamos a ir subiendo de nivel a estos personajes, quizá sería mejor esperar hasta que el juego esté terminado para invertir tiempo en ellos, pero si no podéis aguantaros las ganas, hay que decir que lo que hay por el momento funciona bastante bien.

Desgraciadamente, no tuvimos la oportunidad de probar la demo multijugador, pero nos parece una buena opción poder afrontar misiones de forma cooperativa con un amigo al que también le gusten este tipo de juegos. Deadline también cuenta con un modo desafío, en el que aparecemos en un escenario con un equipo de personajes aleatorios y tenemos que arreglárnoslas con sus talentos particulares.

Desde luego, esta secuela presenta interesantes diferencias con respecto a la primera entrega. Los escenarios más abiertos de Deadline funcionan muy bien y constituyen un sorprendente cambio si tenemos en cuenta que Breach & Clear presentaba un sistema de movimiento por casillas. La acción es más rápida que en su predecesor y, definitivamente, el acceso anticipado es perfectamente jugable, pero como es posible que las partidas guardadas se pierdan con las sucesivas actualizaciones, quizá sería prudente que esperaseis al lanzamiento de la versión final antes de meteros de lleno en el juego. Dicho esto, no hay razón para no empezar ahora si os gusta cómo suena la idea principal de este título y no os importa encontraros con algún 'bug' o que se borre vuestro progreso a intervalos regulares.

YA VERÉIS