LawBreakers - impresiones en la ingravidez

Hemos tenido grandes momentos de ingravidez en los videojuegos. Se nos viene a la mente rápidamente Dead Space, como también Super Mario Galaxy, Gravity Rush o Borderlands: The Pre-Sequel. También hemos tenido experiencias similares en shooters como Call of Duty: Ghosts, pero la primera vez que un multijugador se ha visto salpicado ha sido en los mapas dedicados de Halo: Reach. Ahora, años más tarde, Lawbreakers viene para llevar esta mecánica un poco más allá.

Ya os hemos hablado antes del shooter del nuevo estudio de Cliff "Cliffy B" Bleszinski, Boss Key Productions, pero ahora tenemos la ocasión de contaros más cosas gracias a la demo en alfa que lleva un tiempo accesible solo por invitación. Con lo que nos hemos encontrado esta vez es con un título que combina un multijugador basado en clases bien pulido con tiros a baja gravedad. No es solo que lo ponga todo mezclado, es que lo hace bien.

En estos momentos hemos podido probar cuatro de los roles disponibles (que se pueden asociar a ocho personajes distintos) en dos mapas y siempre en el modo Overcharge o sobrecarga. Un personaje de cada uno de los dos bandos debe coger cada uno de los roles. Y por encima una capa divisoria clásica como es el enfrentamiento entre policías y ladrones que tiene más bien poco sentido porque los personajes que se enfrentan entre sí son los mismos. Da lo mismo que sea el que hace la ley (law maker) o que la quiebra (law breaker), vas a llegar igualmente equipado al campo de batalla. Para saber más de las sensaciones que transmite cada clase os remitimos a nuestras primeras impresiones.

Nos hicimos muy rápido a Titan, que lleva un lanzacochetes, y a Vanguard con su mini-gun, pero no nos funcionó la escurridiza (y mortal en distancias cortas) Assassin con sus cuchillas. Sin embargo, si tenemos en cuenta la cantidad de veces que nos hizo escupir sapos y culebras enviándonos a la zona de respawn, no nos queda otra que reconocer que es muy potente cuando está en las manos adecuadas. Por otra parte, parece que habrá cinco clases aunque en la alfa solo tuviéramos cuatro delante, así que seguro que nos cuentan algo más tarde o temprano.

Lo más importante en estos momentos era el nuevo mapa y, especialmente, sus condiciones de ingravidez. Promenade, que llegó durante el último fin de semana en alfa, sigue al que yo os transmitimos, Grandview. Los dos están bien y su diseño abre muchas opciones para jugarlos tanto como un shooter más clásico o como un combate flotante caótico. Porque aquí la zona sin gravedad es la central, un área en torno a una esfera gigante que atrae prácticamente toda la acción.

La estatua planetaria también aloja la batería por la que compiten los jugadores en este modo. Al principio es una carrera directa por dominar la zona y hacerse con el preciado trofeo, hasta que uno de los dos equipos lo consigue y se la lleva a su base. Entonces hay que defenderla mientras empieza a cargar en busca de su 100%. Pero, y aquí está la miga, si el otro equipo la roba y se la lleva mantiene la carga, por lo que ya tendrá gran parte del trabajo hecha. Una vez que se rellena hay un breve periodo de tiempo adicional que invita a que haya un vuelco de última hora, pero no hay demasiado margen de error.

Es un modo interesante pero no es nada que consiga reinventar los shooters. Así que pasemos a hablar de lo que Lawbreakers hace mejor. Lo primero son los tiros sobre el hombre, que hubieran sido aun mejores si hubiéramos conseguido sacarles algún provecho en toda la partida. Asumimos que se trata de un truquito para que haya que llegar a cierto nivel de control para poder utilizarlo y anime así a la gente a convertirse en experto. Después están los ataques especiales, que no son demasiado innovadores pero a ver quién no se divierte disparando rayos de fuerza con sus dedos o lanzándose contra la cabeza de alguien desde una altura enorme.

Sin embargo, todos estos trucos y gadgets no son más que la línea secundaria de la acción en ingravidez. Da la sensación de que estas zonas son centrípedas, que atraen a todo y se convierten en el punto de encuentro natural al que desembocan todo tipo de túneles y pasos que llegan desde otras áreas abiertas periféricas. Los jugadores van y vienen flotando, saltando sobre las cabezas con movimientos verticales que dibujen nuevos tipos de derrotas. La acción es frenética y tiene potencial de ser aun más caótica gracias a esos poderes y armas. Los espacios son suficientemente grandes como para albergar varios combates pero no tanto como para dominar el mapa. Aunque nos preguntamos si habrá alguno que sea totalmente así.

Es este gameplay en gravedad baja lo que define Lawbreakers y lo que permite que se diferencia del resto de juegos a los que se parece tanto a primera vista. Por un lado es un arena shooter hábil con aspiraciones de convertirse en eSport; y por otro se mete en el camino cada vez más saturado de los multijugadores online de héroes. Está entrando en un terreno peligros en el que el éxito no está asegurado. Aunque lo que hemos visto nos ha gustado y ya tenemos ganas de saber qué más habrá una vez que la versión de prueba vaya añadiendo contenido.