Español
Gamereactor
avances
Assassin's Creed III

Assassin's Creed III - impresiones

Nuestra primera sesión de pruebas con Assassin's Creed III es como una mañana de regalos sorprendentes del día de Reyes. Las tres horas se pasaron volando según avanzábamos de misión en misión y disfrutábamos como enanos cada nueva tarea.

Suscríbete a nuestra newsletter

* Campo obligatorio
HQ

Nos dejan en plena Secuencia 6, algo avanzado el juego, y el conjunto de movimientos de Connor ya es enorme, con una selección de armas generosa. La breve presentación de los desarrolladores antes de la partida se dedica mucho menos al cuándo que al qué y al cómo: no esperan que progresemos demasiado dentro de la trama principal del juego, y están en lo cierto.

De hecho, casi toda la diversión de la demo de hoy llega de experimentar con todos esos extras que Ubisoft Montreal ha apretujado en el marco del juego con tanto espectáculo. Estamos recorriendo los campos después de abandonar la granja, un lugar que como la villa de Eizo se irá decorando poco a poco con trofeos de nuestros éxitos.

Assassin's Creed III

Corretear entre árboles y saltar de rama en rama dibuja una inevitable sonrisa de niño travieso en la cara. Los movimientos de Connor a través de estos nuevos caminos son fluidos, y aunque no existan indicaciones en el HUD para saber hacia dónde ir, es fácil navegar el mundo. El botón trasero solo se usa para evitar saltos indeseables, aunque el jugador puede activarlos presionando otro botón cuando llegue el borde o la cornisa de turno.

Publicidad:

También experimentamos el impacto de un ecosistema implementado por completo, pues una manada de lobos no dudó en atacarnos cuando merodeábamos por la maleza siguiendo la pista de cazadores. Un rápido y decisivo QTE aparece para permitir, si lo haces bien, que Connor se deshaga de los cuatro asesinos cuadrúpedos con unos movimientos inviables para el sistema de combate manual de un Assassin. La frontera alrededor del hogar de Connor está hasta arriba de bestias salvajes. Las sesiones de juego más largas con el producto final decidirán si estas sorpresas son emocionantemente dinámicas o molestamente intrusivas durante las misiones. De momento, hacemos alentadoras comparaciones con las misiones de caza de Red Dead Redemption.

Probamos dos sabores de combate: el sigiloso en el campo y las peleas multi-enemigo en la ciudad de Boston, unas millas al sur. El clímax del primer tipo es algo torpe, pues todavía estamos acostumbrándonos a las mecánicas modificadas, pero el tiempo de práctica es muy divertido, acechando a los cazadores desde arriba y usando la cuerda-dardo. Dispararla contra el objetivo seleccionado y pegar un tirón con el stick los colgará bocabajo en un segundo, mientras que otra combinación utiliza las ramas como punto de apoyo del verdugo al tiempo que Connor cae suavemente sobre la hierba y el cazador queda en vertical.

Assassin's Creed III

Si mantienes el gatillo derecho aparece la interfaz de armas y objetos, ambas mitades del mismo círculo, y con el stick derecho e izquierdo para ciclar entre tus favoritos. También puedes enlazar cualquiera de las direcciones a tu cruceta digital a modo de atajo, y el ítem que escojas se asigna a los botones estándar. Repasamos la lista: pistola, arco, dardo (en versiones con cuerda y envenenado), mina, cepos, anzuelo, monedas y silbar al caballo (que aparecerá desde fuera del ángulo de la cámara, cual Epona). Es una lista más que completa que se une a la vuelta de tus puños, cuchillas escondidas y por supuesto el nuevo tomahawk.

Publicidad:

Cerramos nuestra sesión con varias trifulcas en las calles de Boston. Los militares vienen en grandes grupos y llenan todos los rincones de la ciudad. Sugiere que los derribos sigilosos serán realmente complicados. O que, como descubrimos, te puedan cazar por actividades ilegales. Si te pillan, te enfrentarás a matones que se acercan a la decena.

El sistema de combate lleva un tiempo para acostumbrarse, pero promete un montón. Ya estamos muy lejos del combate rudimentario y hueco del primer juego, cuando nos enfrentábamos a un número más respetable. Esto es todo un disfrute.

Cada arma cuenta con su propio conjunto de ataques, contras y golpes letales para un sistema que ya era elaborado solo con el número de armas. Los contraataques llegan con un movimiento en cámara lenta durante un instante para evaluar el golpe entrante. Realizar el golpe letal sobre dos objetivos normales (triángulos coloreados sobre sus cabezas indican el tipo de enemigo) activa una brutal secuencia de derribo. Los mosquetes se pueden robar y usar contra su propietario.

Assassin's Creed III

Es la inclusión de ese último elemento lo que de verdad pone algo de picante al juego, revelando una sensación de peligro en tu otrora intocable assassin. Durante las peleas, los militares que se colocan en los confines de la refriega se van alineando para hacer fuego, otorgándote menos de un segundo para colocar un escudo humano en pleno flujo del combate y esquivar la descarga. Durante las secuencias de huida a toda pastilla en las largas calles de Boston, más de una vez encontrarás sin remedio un escuadrón que se dispone a apuntarte desde el otro extremo. Intenta un ataque con tu cuerda-dardo desde un tejado y lo más probable es que te llenen la cara de plomo o que te cojan unos captores mucho más tenaces que antes.

Esquivar a los peatones y subirse por los tejados pone a Assassin's Creed III de vuelta en la misma fórmula que sus predecesores, y después de la emoción de los grandes y geniales exteriores parece que retornamos a una relativa normalidad en este universo de juego. Sin embargo, hay suficientes diferencias dada la precisión histórica y los ajustes para evitar que decaiga el interés. Aquellas autopistas dibujadas en los tejados se sustituyen ahora con pequeños pueblecitos y menos tejados inclinados, lo que significa que el espacio está limitado en las alturas y hay que pasar más tiempo en las calles de ahí abajo, buscando callejones traseros y jardines para escapar de la vista de los rivales. Saltar a través de ventanas y atravesar casas lleva a secuencias cinematográficas que quedan absolutamente naturales.

Pese a estar anegada por la comida de los cerdos y las boñigas de otros animales, lo cierto es que Boston parece una ciudad más rica. Las calles ajetreadas llevan a casuchas pobres que dan a los astilleros... que a su vez están incómodamente cercanos a fortalezas improvisadas. Los recaudadores de impuestos abusan de los comerciantes, los acentos del mundo se solapan en los mercados, el indigente se sienta con su rostro vacío a la sombra del rico. Obligándote a bajar a la muchedumbre, el estudio demuestra la diversidad de un asentamiento basto y dispuesto que sigue creciendo.

Assassin's Creed III

Eso queda reflejado también en las entradas de la base de datos del Animus. Un coletazo rápido entre edificios importantes demuestra menos reverencia ante el pasado en el estilo del guión. El tono es menos estirado, más irreverente. Más real.

Puedes enfrentarte a los recaudadores, tomar parte en misiones de mensajero, perseguir coleccionables. Pero la mayor atracción de Assassin's Creed III es cuando nos plantamos ante un contenido que no ha formado parte del ADN de la franquicia en los cuatro juegos anteriores. Tres horas y una sola misión principal es un tiempo muy corto como para decidir un veredicto sobre el tratamiento del protagonista principal (el patrimonio de Connor y su rol) y sus temáticas (todo el arco de la revolución, su representación, la esclavitud). De momento, solo estamos excavando las novedades.

Como por ejemplo las misiones navales. Atractivas de ver en el E3 y en la Gamescom, meterse en alta mar demuestra que es una actividad gloriosa en su ejecución. Nos dio para una misión, y como con todo lo demás, con tan poco tiempo tuvimos algún problemilla de primeras.

Tiene cierto toque arcade, pero reforzado con suficientes mecánicas interesantes para que no quede insustancial. El control de tu galeón va dictado tanto por el viento y las olas, como por tus esfuerzos tirando del stick a ambos lados, obligándote a aprender una tarea relativamente sencilla. Aprovecha el mejor viento, acelera, frena o para para esquivar bombazos, todo ante el temperamento del océano según cabalgas las crestas de las olas.

Assassin's Creed III

Hay un trío de objetivos durante nuestro tiempo en el mar: proteger una fragata de los asaltantes, esquivar las rocas costeras y reventar naves enemigas con disparos de racimo o detonando minas cercanas. Perseguir a la escoria restante a través de la niebla para luego derribar un fuerte y su trío de torres en la costa cercana.

Esa última fue una batalla titánica, pues los cañones del fuerte martilleaban el océano una y otra vez justo donde nos debía llevar nuestra ruta, obligándonos a recoger las velas en el último suspiro para sacar nuestro gigante de la zona letal... o por el contrario izar las velas para ganar velocidad y atravesar la línea de fuego, absorbiendo los impactos.

Visto lo visto, sabemos de sobra que solo hemos rascado la superficie de lo que Assassin's Creed III guarda en su oferta. Haciendo la cuenta rápida en la pantalla de misiones parece que hay unas dieciocho rutas por seguir durante nuestra estancia en América. Por el momento, es todo lo que nos separa de la familiaridad lo que más nos emociona de este juego, eso y saber dónde pasaremos la mayor parte del tiempo. Eso está claro. La última cuestión, quizás la más importante, dice "¿ha aplicado Ubisoft la misma diversidad e inmersión en la trama principal y sus misiones? Esperamos que así sea. Si la otra mitad de la ecuación es igual de cautivadora que lo que hemos jugado hasta ahora, se avecina toda una revolución.

Assassin's Creed III
Assassin's Creed IIIAssassin's Creed IIIAssassin's Creed III
HQ

Contenido relacionado



Cargando más contenido