Gears of War: Judgment - impresiones

Durante mis años como periodista de videojuegos me he vuelto bastante bueno a la hora de identificar esos pequeños detalles que separan el hogar de un estudio desarrollador de videojuegos de una oficina normal y corriente. Hablando de Epic Games, estas pequeñas sutilezas adquieren la forma de un soldado de plástico de siete metros, un mostrador hasta arriba de réplicas de Lancer y otras armas del universo Gears, el tobogán que baja desde el piso de arriba y la nevera con bebidas Sun Drop. Con estas pistas me doy cuenta de que no he llegado por error al despacho de un bufete de abogados.

Sun Drop, un delicioso refresco con sabor cítrico y niveles de cafeína similares a los de la Jolt Cola, se convirtió en mi mejor compañero durante las largas sesiones que pasé con Gears of War: Judgment. El hecho de que el juego lleve un subtítulo en lugar de un número 4 despierta unas cuantas preguntas. Las secuelas no numéricas son cada vez más comunes hoy en día, con diversos niveles de ambición. Pero no hay de qué preocuparse si se trata de Judgment.

A la altura de Gears of War solo está Halo como la franquicia de acción más importante de la consola de Microsoft, de modo que el fracaso no es una opción para ninguna de las partes implicadas. Lo que separa principalmente a Gears of War: Judgment de entregas anteriores es que estamos viviendo una sección anterior cronológicamente en la historia, en lugar de una continuación de las aventuras de Marcus Fenix. Esta historia aparte también alberga un mayor apetito por la experimentación, algo que no suele ocurrir por regla general en una continuación tradicional.

Un cambio que se nota inmediatamente es la revisión que han dado a los controles. Un soldado puede ahora llevar consigo dos armas de cualquier tamaño, además de una granada. Estos proyectiles manuales se lanzan con un toque en uno de los botones traseros, en lugar de obligarte a cambiar de armas de fuego a granadas con la cruceta digital. Por razones que tocaremos ahora después, aprovechar la cobertura no es tan crucial como antes, algo que otorga al juego un ritmo más intenso.

Según comienza la campaña queda claro que los cambios introducidos se cuentan por mejoras, casi sin excepción. Es una opinión que estoy seguro no compartirán muchos fans de toda la vida. La nueva mirilla seguro que levanta incluso más críticas negativas, pues ahora aparece de forma permanente, no sólo cuando aprietas el gatillo izquierdo. Es una forma evidente de hacer el juego más accesible.

La trama argumental, de la que compartieron algunos detalles, trata sobre el Kilo Squad, incluyendo a los personajes favoritos de los seguidores Baird y Cole, así como a los nuevos fichajes Garron Paduk y Sofia Hendrick, pendientes de juicio por crímenes de guerra. Los primeros cuatro capítulos dejan diversos eventos relatados mediante el testimonio de uno de estos personajes. Mentiría si dijera que el concepto resulta fresco o ingenioso, pero Gears of War siempre se ha centrado en la acción, no en sus instrumentos narrativos o en el desarrollo de sus personajes.

No hay muchos más cambios en el campo de batalla, más allá del mayor ritmo de juego. Es todo un placer cargarse a un Locust detrás de otro, y rara vez te puedes tomar un respiro entre oleada y oleada.

La imparable crueldad e instinto asesino es algo que Epic quería subrayar en esta ocasión. Daba igual con quién charlara, desde guionistas hasta productores, todos tenían el mismo mensaje: los Locust van a volver a dar miedo. Después de seis años, tres juegos y una cifra enorme de muertos, es hora de rebobinar y recordar el pavor que sufrió el Killo Squad cuando se enfrentaron a la nueva amenaza de ahí abajo justo un mes después del día E.

El único problema con esta idea es que, por mucho que Baird se enfrente a un Boomer por primera vez, la mayoría de los jugadores ya lo habrán hecho mil y una veces a estas alturas. Parece un error intentar inyectar impacto y shock de esta forma, pues muchos fans se encogerán de hombros durante un encuentro así. Al final la inyección de survival horror no aporta demasiado a la experiencia general, pero quizás quede potencial para algunas sorpresas más adelante en la campaña.

Esa campaña presenta dos elementos dedicados a romper el compás y el ambiente, cada uno a su manera. Respecto a lo de incrementar el ritmo, los diseñadores han incluido un Modo Horda en miniatura. El jugador cuenta con un tiempo concreto para colocar torretas en localizaciones de importancia estratégica, a lo que sigue cierto número de oleadas enemigas. Es diferente, pero no algo que necesariamente aporte novedad.

El otro rasgo inédito es básicamente una "arcadificación" del juego, o una fusión entre la historia y los elementos arcade. Cada acto queda puntuado con un número de estrellas con el fin de retar a los jugadores e incrementar la re-jugabilidad, a la vez que la narrativa reduce el tono y se pone menos seria. ¿Pero por qué restar importancia a la trama y la atmósfera si es algo en lo que realmente crees?

Bueno, las explosiones, armas de fuego y llamaradas son lo que me atrajeron en primer lugar a Gears of War, por lo que este sutil cambio de prioridades no me preocupa especialmente. Esta "arcadificación" también sirve para introducir algunas mecánicas que parecen novedades bien diseñadas y ejecutadas, si bien es cierto que las han introducido con algo de torpeza en la experiencia. En cada acto podrás dar un testimonio alternativo que complica algo más las cosas, pero que a cambio te permite marcar más estrellas. Esta mecánica se llama "Declassified Testimony" (Testimonio desclasificado) y, especialmente en cierto momento en el que un tiroteo interminable recibe el impacto de una severa tormenta de arena, parece una adición que vale la pena.

Gears of War no habría alcanzado su categoría en el sector de los videojuegos de no ser por su multijugador. Hay dos modos nuevos en Gears of War: Judgment, a los que pude echar unas partidas. El más comentado se llama Overrun (Invasión), una fusión de los populares modo Bestia y modo Horda y un ejemplo de multiplayer asimétrico sin tener que usar un mando-tableta.

Un equipo, formado por soldados Cog humanos, se enfrenta a un grupo de desagradables Locust. Es cinco para cinco, con fase de ataque y de defensa. Los humanos defienden, las criaturas atacan. En la piel de los monstruos se juega de forma similar al modo Bestia de Gears of War 3. Ataca a los humanos y si mueres puedes reaparecer como otra criatura de la galería Locust. Si lo haces bien, recibes puntos que liberan bichos más poderosos como los Corpsers.

Respecto a los Cogs, su objetivo es repeler el ataque todo el tiempo posible, aunque rara vez se puede eludir completamente. Existen diferentes clases para jugar, como ocurre en Team Fortress, pero a diferencia de los Locust no hay que desbloquearlas poco a poco. Entre tus opciones están los médicos, que pueden ser enormemente útiles lanzando granadas curativas. Es otra de las novedades en el universo Gears, y consigue que surja algo tan raro como unos soldados casi inmortales durante unos segundos.

El ingeniero también destaca, pues va reparando fortificaciones dañadas y colocando torretas, y luego está el scout que puede alcanzar posiciones elevadas inaccesibles para sus colegas de equipo, además del soldado pesado. Cuando Overrun da lo mejor del modo, se trata de una versión del multijugador realmente adictiva y una novedad que me hubiera gustado tener hace mucho tiempo. Lo mismo que con los mejorados controles.

Bastante menos complicado es el otro modo sumado al multijugador: el Free for All (Todos contra todos). El objetivo es simple: un punto por baja, el primero que llegue a cierta suma gana la partida. El ritmo es aún más intenso, llega a ser abrumador. Una interesante idea como los mapas con algo más de espacio vertical tiene menos sentido aquí, porque esta modalidad satisface a las mentalidades más primitivas de correr y disparar.

Cuando he digerido mis impresiones después de unas cuantas partidas sin respiro, la sensación abrumadora que queda simplemente me pide más y más Gears, y lo antes humanamente posible. Por otro lado me costó un rato hacerme a algunos de los cambios en la campaña, mientras que otros miles de fans temblarán cuando adviertan la simplificación de una serie tan orgullosa e influyente. Personalmente, estoy convencido de que estos cambios, particularmente mirando el efecto sobre el multijugador, garantizarán que Gears of War: Judgment siga siendo relevante mucho después de su lanzamiento en marzo.