Masacre (Deadpool) - impresiones

Queda claro por la presentación, antes incluso de comenzar el juego, que esto va a ser divertido. La campaña de marketing que ha acompañado a Masacre (Deadpool) ya ha provocado algunas risas, e inmediatamente nos dan la bienvenida con una explicación de por qué al protagonista le pirran las chimychangas. Es una buena pista de lo que vendrá después.

Creado por Half Moon Studios (Transformers: Fall of Cybertron), este juego es una experiencia de acción sarcástica y humorística basada en el personaje de cómic de la Marvel del mismo nombre. El "Merc with a Mouth", el "Mercenario bocazas". La breve sección que jugamos era pura acción de combos, repleta de movimientos especiales brutales y de cuchillas tan finas y cortantes como el guión del juego.

Comienza con Masacre repanchingado en su apartamento, rascándose las partes con su pistola, discutiendo con las voces que lleva dentro de la cabeza. No es la típica apertura de un videojuego. Casi de forma instantánea, el cuarto muro queda hecho pedazos, destruido por el incesante diálogo entre Deadpool, las dos voces de su cabeza y el jugador.

También nos referimos a los propios desarrolladores de High Moon, pues nos ponemos en marcha con el héroe de rojo en plena negociación (con explosivos) para hacer el mismo juego que ya estamos jugando. Una idea ingeniosa, que va muy en la línea del tono de los cómics.

También es muy burlesco y un pelín grosero. La corta sesión de prueba con el juego descubrió dos lados distintos. El primero, un examen intelectual e interesante de las mecánicas de juego y la interacción con el jugador. El segundo, una sucesión de gags maleducados que agrada a nuestro lado más pueril.

La sección inicial en el apartamento de Masacre dura mucho más de lo esperado (aunque puedes cortarlo antes si lo deseas), mientras que durante la primera escena conocemos parte de los controles y preparan el escenario. No es nuestra imaginación: este juego va a estar repleto de chorradas.

Todavía no sabemos cuán tontorrón será. Nos abrimos paso por el primer nivel completo, despachamos a tajos a docenas de secuaces normales, machacamos a un par de ellos más grandullones, nos enfrentamos contra un helicóptero y nos hicimos con las mecánicas básicas. Hasta aquí, nada mal.

Antes de nada se introducen los derribos sigilosos. Entonces, por una razón que ya se sabrá, inflamos un trampolín gigante en una alcantarilla. Después combinamos tareas para aprender un rango de movimientos de combate y entender cómo se maniobra por el escenario.

Controlar al súper-héroe es bastante claro: correr, saltar, doble salto, salto de rebote en la pared. Hay algunas secciones de plataformas que requieren algo de atención, pero nada que exija demasiada concentración. El combate es algo más complicado, aunque resulta intuitivo, y no lleva mucho tiempo cogerle el tranquillo.

Deadpool es capaz de ejecutar ataques ligeros y más fuertes, saltar y esquivar. Puedes ir construyendo tu combo empleando los distintos ataques, y cuando el medidor está lleno es hora de liberar uno de los cuatro devastadores movimientos finales. Los enemigos caídos van llenando el "estanque de recompensa" mediante las fichas que dejan caer y el XP que hay que recolectar. Luego puedes dejar que expiren los combos para multiplicar la recompensa por el contador de combo, pero los combos perdidos significan puntos perdidos.

Las esquivas son movimientos interesante. Básicamente permiten a Masacre teletransportarse una distancia corta respecto a sus oponentes y evitar su ataque. Pero hay una dualidad satisfactoria en el movimiento: cuando un indicador flashea sobre la cabeza de un rival, una pulsación rápida de botones inicia un ataque que lanza a tu víctima por los aires, donde son completamente vulnerables a los siguientes golpes.

Encadenar estos ataques uno detrás de otro es bastante divertido, pero tampoco es algo del otro mundo. Entretenido y contundente, pero es por el considerable 'fan-service' que esste juego consigue mantener una clara identidad, pues de otro modo no habría nada que lo separara de cualquier otro título del estilo. Los ataques acertados sobre tus enemigos van desde los golpes más estándar a los enormemente brutales y espantosos. También hay momentos cómicos para aderezar la mezcla. La ocasional patada en las pelotas aparece para poner algo de color a los tajos, troceados, puñaladas y decapitaciones.

Los gatillos activan las mirillas de apuntado y los tiroteos a dos manos. Es un cambio de ritmo, derivando en que cuentes también con opciones a larga distancia, particularmente útiles si tus oponentes han ido tallando tu barra de salud (aunque gracias a los poderes de Deadpool, nunca pasa demasiado hasta que la ha vuelto a rellenar). En un momento tuvimos que plantar cara a un helicóptero que hacía llover balas sobre nuestra posición cada vez que enseñábamos nuestro careto rojo. Una pequeña maniobra silenciosa y pudimos asumir el control del vehículo, el piloto muy amable cuando le pedimos que siga pilotando mientras tomamos prestada la ametralladora que antes nos sacaba de quicio.

La demo terminó con Masacre encarando a una estampida de guardias y a un par de matones más grandes con lanzacohetes, todo ante el trasfondo de un nivel en un ático de un altísimo bloque de oficinas. Hacía falta esquivar un montón para superar a estos poderosos enemigos, pero después de vence al primero pudimos pillar el lanzacohetes y usarlo contra el segundo, que llegó poco después.

Todo lo que quedaba por hacer era conseguir acceso a la habitación del pánico en la que nuestro enemigo se estaba ocultando (con un MONTÓN de explosivos), antes de estamparnos contra una luna de cristal, lanzándonos a ambos por los aires del cielo nocturno. Nos llamó locos o algo así, pero ese momento estrambótico al principio del nivel, en el que Deadpool infló el castillo hinchable gigante, se queda como el culmen de estos treinta minutos de coñas.

A poco más de un mes de la salida, se nota que Half Moon Studios ha hecho un buen trabajo a la hora de capturar la esencia del personaje, de mantener el tono de los cómics (más que, por ejemplo, la versión de Ryan Reynolds), y la demo que jugamos provocaba momentos de risas de forma regular. Las mecánicas funcionaban, y aunque tampoco había nada de gama alta, considerando la fuerza del personaje charlatán de Masacre, quizá sea suficiente para garantizar el éxito del juego.