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War of the Vikings

War of the Vikings - impresiones

La caballería recibe un hachazo por la espalda cuando Fatsark vuelve a los días de antaño con War of the Vikings.

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La última incursión de Fatshark en las guerras históricas va a captar la atención de un tipo muy concreto de jugadores. Los que gustan de este tipo de experiencias están muy bien abastecidos, con Mount & Blade, Chivalry: Medieval Warfare y, por supuesto, War of the Roses a su disposición. Vikings se dirige a un sector muy apretado, pero ¿tiene al pasearse por el Acceso Anticipado de Steam con un hacha descomunal más opciones de conectar con su audiencia? O mejor, ¿tiene lo suficiente como para atraer al público amplio que los desarrolladores ansían evidentemente?

En realidad, War of the Vikings ya se puede comprar. Esto supone un problema para nosotros, analistas de videojuegos, porque si bien Paradox y Fatshark están encantados de coger el dinero, tampoco se les olvida remarcar que este no es aún el producto final. Lo que te llevas por tu inversión en esta fase temprana es un simulador de combate en tercera persona que pone a los vikingos a pelearse en combates mortales contra los sajones. Para recrear este escenario histórico cuentas con una selección de perfiles predefinidos que puedes acceder in-game, tres mapas sobre los que jugar y un montón de muerte.

Lo primero que me llamó la atención una vez arranco el juego por vez primera es lo que se parece este juego a War of the Roses. Se ve mejor, es un poco más simple, pero los que jugaran en su día a Roses tendrán un buen punto de partida si/cuando se suban al barco vikingo. Lo segundo que me sorprendió fue un hacha. En toda la cara. Unos segundos después de reaparecer me volvió a pasar. Y otra vez. Y otra. Se ve que no iba a ir a ningún lado rápidamente, así que decidí salir y buscar el tutorial.

War of the Vikings
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Cuando se redactó este avance el tutorial no estaba online para War of the Vikings. Lo hará durante el mes de diciembre, y en su lugar aparece una sola pantalla que muestra la disposición de los controles. Sobra decir que la mayoría de la demanda inicial de un juego como este vendrá de jugadores que disfrutaron de su predecesor, así que si llegas a los servidores como un novato te enfrentarás a jugadores muy competentes desde tu primera partida. Dado que estos temibles jugadores son luchadores que blanden hachas, como podrás imaginar no tienen demasiada piedad con los principiantes.

Jugué bastante a War of the Roses tras su lanzamiento el año pasado, pero desde entonces no he vuelto a aventurarme en esos servidores medievales con demasiada frecuencia. En otras palabras, cuando empecé a jugar a Vikings estaba bastante oxidado. Bien podría estar probando la serie por primera vez, a juzgar por el uso que le di a mi experiencia previa. Morí, un montón. Tras un par de horas el número de muertes comenzó a preocuparme, pero aun así seguía en el lado receptor de mucho más daño del que estaba repartiendo. En el chat que aparece in-game se burlaban amablemente de mí por ser tan malo (algunos de) los otros jugadores, lo que no ayudó demasiado para mantener mi buen rollo. De hecho, llegué a reinstalar Roses y dar un repaso al tutorial en un entorno que me resulta más familiar, y luego volví a los servidores de Vikings por mi cuenta para poder practicar tranquilamente sin que me masacraran brutalmente cada 20 segundos.

A mi vuelta al juego en condiciones seguía siendo un paquete. Sólo que un poquito menos que antes. Mis avances me sirvieron como fuente de ánimo, pero estaba claro que esto me llevaría una considerable inversión de tiempo y esfuerzo para volver al lugar que alcancé en Roses cuando dejé de jugar: saliendo comido por servido en mi ratio de bajas/muertes y pasándolo bien en cada partida.

Existen diversas innovaciones en el sistema de juego que se han implementado para que Vikins sea una experiencia más accesible en comparación con Roses. Para empezar sólo hay tres direcciones desde las que puedes atacar y bloquear: izquierda, derecha y arriba. Es algo que acota tu atención y facilita que te aclimates al combate. Fatshark espera indudablemente que este enfoque simplificado al combate haga que sea más fácil cogerle el tranquillo al juego para los novatos, y probablemente así será, pero tampoco parece que vaya a marcar una gran diferencia mientras el juego siga en el estado actual. Los servidores no están particularmente poblados, y como decíamos, los que los frecuentan son jugadores bastante buenos ya. Es duro de pelar, lo que a su vez se convierte en lo contrario a una baza en estos momentos.

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War of the Vikings

Dicho esto, no quiero que os echéis para atrás, porque está claro que aquí se está cociendo un buen juego. Las clases son adecuadamente diferentes, desde arqueros hasta espadachines. También hay un montón de hachas, desde opciones a una mano acompañadas por un escudo, hasta descomunales armas a dos mandos que dejan a uno expuesto a los múltiples ataques de proyectiles que vienen de varias direcciones (todos los soldados tienen hachas y cuchillos que pueden lanzar, y luego están los susodichos arqueros). Existen poderosos ataques especiales que, cuando aciertan, son devastadores. Para los más potentes suele haber una zona de impacto más reducida a la que apuntar, y fallar te dejará peligrosamente expuesto durante unos peligrosos segundos. El sistema presenta un buen equilibrio entre ataque y defensa,k y como los mapas son por regla general más pequeños que los de Roses, la acción resulta más intensa y se pasa menos tiempo con la lengua fuera hasta alcanzar la acción cuando reapareces tras una muerte.

Los mapas que ya aparecen en el juego tienen un diseño de calidad. Están repletos de puntos de avanzadilla, desde los que los arqueros emiten una lluvia de flechas sobre las espaldas de los combatientes. El terreno es variado e irregular, y el escenario está dispuesto de tal forma que se puede aprovechar tácticamente en medio del combate. También hay que mencionar que se ve fantástico, y que aunque algunas animaciones de personajes no son perfectas, se nota un notable avance sobre lo visto anteriormente (y eso que Roses ya era un juego con gráficos decentes). La sangre y el gore que llegaron mediante un parche reciente aportan lo suyo a la ambientación general, mientras que las arenas más compactas proporcionan una experiencia más inmediata y adictiva que antes.

La mecánica de esquiva mantiene el combate tenso y directo. Tener soldados correteando alrededor de tu escudo defensivo suele dejarte vulnerable ante ataques por los flancos, y después de un rato puedes empezar a preguntarte si no es mejor ir a la batalla solamente con un hacha enorme, en lugar de preocuparte de llevar un escudo. Pasan muchas cosas entre el estruendo de la batalla, y acostumbrarse a los matices de sus mecanismos requiere algo de práctica. La empinada curva de aprendizaje de War of the Roses se mantiene intacta, y aunque se ha puesto bastante esfuerzo en hacer este juego más accesible, hasta que no llegue sangre nueva a los servidores no vamos a poder percibir realmente el beneficio de estos cambios. War of the Vikings parece un avance respecto a su predecesor; si ya has jugado mucho a Roses y buscas algo nuevo con lo que divertirte, probablemente lo pases en grande tiñendo de rojo el mapa de Vikings. Sin embargo, si eres nuevo en la serie, quizá sea mejor que esperes a que se unan a la acción unos cuantos jugadores más antes de afilar tu hacha.

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