El estilo 'steampunk' y la era victoriana vivieron ciertamente un gran 'revival' en el E3 de este año. No es que los juegos fueran demasiado parecidos, pero Bloodborne, Hunt: Horrors of the Glided Age, The Devil's Men, BattleCry y este The Order: 1886 proponen todos una historia alternativa del siglo XIX. Si nos acordamos también de la serie de TV Penny Dreadful de este mismo año, confirmamos que este tipo de obras están de moda.
The Order: 1886 es la apuesta más fuerte de Ready at Dawn tras una serie de títulos realmente divertidos para PSP en los que el estudio trabajó con la propiedad intelectual de otros (Daxter, God of War).
En esta ocasión advertimos cierta profundidad y atención al detalle impregnando el mundo y universo de juego, algo que corroboramos cuando Ru Weerasuriya y Andrea Pessino, del equipo de desarrolladores, nos ofrecieron una demostración en condiciones de la versión demo que Sony había enseñado en su conferencia pre-E3.
The Order: 1886 consiste en una mezcolanza de cortas secuencias de cine, breves escenas de corte interactivas, tiroteos en tiempo real basados en cobertura y una exploración en la que los escenarios, objetos o recortes de periódicos ayudan a contar la historia de este universo alternativo para aquellos interesados en sumergirse algo más en la ficción. Ru Weerasuriya lleva siete años leyendo e informándose sobre el período en cuestión, y dando forma al universo de este proyecto. The Order: 1886 únicamente representa un primer vistazo a una fantasía mucho más grande.
En el juego las cosas no sólo se pueden coger y consultar -como los mencionados recortes de periódico- sino que todos estos objetos están simulados con leyes físicas. Todo el trabajo invertido en lo que podrían parecer distracciones innecesarias se ha realizado para facilitar la inmersión del jugador. Durante la demo nos presentaron consecuencias alternativas a las vistas durante la conferencia de prensa; la idea no es realmente enseñarnos 'quick time events' durante las escenas de corte, sino algo un poco más dinámico y sinceramente muy apetecible.
La escena mostrada durante la conferencia de Sony que luego vimos como parte de una partida extendida y mucho más detallada a puerta cerrada supuso nuestro primer encuentro con los Lychen. Estos Half-breeds (mestizos) se dice que pueden ser como humanos evolucionados, no sólo monstruos mitológicos, sino algo muy real; no bestias, sino enemigos muy inteligentes. Llevan aquí cientos de años, el mismo tiempo que dura la guerra entre humanos y mestizos. Esta introducción es naturalmente de estilo cinematográfico, pensada para ofrecer al jugador una visión más cercana de los hombres-bestia a los que se enfrenta.
Durante nuestra presentación, Weerasuriya explicó que la transformación de hombre a criatura es algo que ocurre en tiempo real durante el juego, y que más adelante en la aventura se puede ver cómo sucede sin escenas de corte cinematográficas, en plena acción. La potencia de la nueva generación de hardware entra en juego.
Junto a la porción principalmente conducida por la historia que enseñó Sony en su acto, también tuvimos la ocasión de jugar una breve secuencia de combate con Galahad (el protagonista) y un escuadrón de Caballeros de la Orden compañeros. En lugar de compararlo con Gears of War y sus arenas de batalla, la experiencia de juego de The Order: 1886 se parece algo más a la de los Call of Duty, pero apostando más por las mecánicas de cobertura y las diversas armas 'steampunk'.
Por ejemplo probamos la Termite Gun (Arma Termita), una que dispara una nube de insectos inflamables como fuego primario y que luego puedes prender con el modo de disparo secundario. Muy satisfactoria, y naturalmente jugueteamos con ella dispersando varias salvas de termitas y luego dándoles fuego para producir una enorme nube de llamas. También conocimos el poder curativo de Black Water (Agua Negra) y pasamos un rato con algunos de los demás personajes que coincidirán con Galahad en su aventura.
Con esta mezcla tan interesante, The Order: 1886 nos dejó la primera sensación en Los Ángeles de que lo tiene todo para convertirse en una exclusiva estelar para PlayStation 4. Si bien el período temporal escogido puede estar demasiado de moda para los videojuegos hoy en día, Ready at Dawn Studios está consiguiendo forjar una ambientación y un planteamiento sobre una historia alternativa completamente única, al final refrescantemente libre de clichés.