Ha sido un buen año para los suecos de DICE. En primer lugar, han conseguido meter el miedo en el cuerpo a Activision, creando el soberbio Battlefield 3 y plantando competencia directa con los creadores de la serie FPS más jugada en los últimos años. Pero si hay un motivo para considerar a DICE como uno de los mejores estudios del año, ese es la tecnología Frostbite 2. Se trata de un motor gráfico potente y robusto, usado por varios desarrolladores y, al parecer, toda una garantía visual para muchos juegos que están por llegar.