Se encuentra con el "fantasma" de su padre en RalliSport Challenge

Motoramic ha puesto de relieve una conmovedora historia, que se ha vuelto viral, en la que el usuario 00WARTHERAPY00 comentaba en un vídeo de Youtube cómo los videojuegos pueden ofrecernos experiencias espirituales.

"El caso es que, cuando tenía cuatro años, mi padre me compró una XBox, aquel primer modelo fiable y resistente de 2001. Nos lo pasamos pipa jugando juntos a toda clase de juegos... hasta que falleció cuando yo tenía seis años.

No fui capaz ni de tocar aquella consola durante diez años.

Pero, cuando lo hice, me di cuenta de algo.

Solíamos jugar a un juego de carreras, el RalliSport Challenge, que estaba más que bien para la época.

Y, cuando me puse a trastear con él... apareció UN FANTASMA.

Literalmente.

El caso es que, en las carreras contrarreloj, el récord de vuelta más rápida queda grabado en el juego como un conductor fantasma. Y sí, ese fantasma sigue corriendo por el circuito a día de hoy.

Así que jugué, y jugué, y jugué hasta que estuve a punto de ganar al fantasma. Un día lo alcancé, lo adelanté y...

Me detuve justo ante la línea de meta para que no se borrase.

Es maravilloso."

No es fácil establecer la veracidad de la historia, pero parece legítima. ¿A que supone toda una experiencia espiritual con un videojuego?